Congreso refuerza medidas de seguridad y pide revisar protocolos internos tras atentados explosivos en Huechuraba y Las Condes
Luego del envío de bombas de alto poder destructivo al exministro Rodrigo Hinzpeter y a una comisaría de Carabineros -que dejó ocho funcionarios heridos- , el Senado pidió a los encargados de seguridad reforzar y monitorear el control en la materia, incluyendo el retorno de máquinas de Rayos X, mientras que el titular de la Cámara instruyó la revisión de los protocolos respectivos.
Una conversación con el edecán del Senado, Cristián Marambio, sostuvo el jueves el presidente de la Cámara Alta, Jaime Quintana (PPD). Poco antes, en Santiago se había producido una explosión en una comisaría de Carabineros de Huechuraba -producto de un paquete con dinamita- y se había conocido el envío de una encomienda de las mismas características, que se logró desactivar a tiempo, al exministro del Interior durante el primer gobierno del Presidente Sebastián Piñera y hoy gerente legal de Quiñenco, Rodrigo Hinzpeter.
Alertado por la situación, que en el caso del atentado a la unidad policial de la zona norte de la capital dejó un saldo de 8 funcionarios heridos, Quintana pidió a Marambio una serie de medidas para reforzar la seguridad del Congreso.
Entre ellas, la coordinación de Marambio con el coronel en retiro, Pedro Messen (de seguridad del Congreso) y con los funcionarios de la Novena Comisaría Guardia Congreso Nacional -que depende de la Prefectura de Fuerzas Especiales de Valparaíso- y la brigada de la PDI del Parlamento, que están a cargo de la integridad del recinto que alberga a los legisladores.
No fue la única conversación que tuvo Quintana. El senador abordó también la situación con el secretario general del Senado, Raúl Guzmán, quien hace solo algunos meses dejó el Ministerio Público, donde se desempeñaba como fiscal metropolitano sur, para asumir el cargo en el Congreso Nacional. El entonces persecutor asumió la investigación, en 2014, del atentado explosivo en el Subcentro del Metro Escuela Militar y logró la primera condena por delito terrorista en el país; por lo que se lo considera clave para las medidas que debe ejecutar el Poder Legislativo en medio de los atentados terroristas de esta semana.
"Los últimos atentados en Santiago han demostrado que Chile está muy atrasado en inteligencia y prevención de este tipo de actos. El gobierno debe tomar medidas para aumentar los estándares a nivel nacional. Mientras eso ocurre, todas las instituciones públicas y privadas que pueden ser blanco de estos grupos debemos mejorar la seguridad dentro de nuestras dependencias y eso incluye al Congreso", explicó Quintana a La Tercera.
En la Cámara Alta aseguran que junto con revisar las medidas de seguridad, se comenzaron desde ya a implementar algunas decisiones, como el retorno de máquinas de Rayos X e incluso la opción de que perros adiestrados resguarden el recinto. El refuerzo se efectuará tanto en la sede de Valparaíso como en la de Santiago.
Cámara de Diputados instruye revisión de protocolos
A la par de Quintana, ese mismo día el presidente de la Cámara de Diputados, Iván Flores (DC), abordó también la situación con el departamento de seguridad de su corporación, a quienes les pidió "revisar" los protocolos del Congreso en esa materia.
"Estos atentados terroristas no pueden dejarnos indiferentes ni descuidar toda la institucionalidad publica ni las instituciones sensibles. Instruí al equipo de seguridad para que se revisen los protocolos vigentes de la Cámara de Diputados, lo mismo solicité en coordinación con el Senado", explicó a este medio Flores.
En la Cámara reconocen que hay puntos que se deben reforzar, incluyendo, por ejemplo, los controles en los accesos a las dependencias del Parlamento.
Los atentados ocurridos ayer jueves se suman a los paquetes explosivos -aunque con otras características- que han recibido otras autoridades del país. En mayo pasado, hasta el domicilio del presidente de Metro, Louis de Grange, llegó un paquete con una bomba, que alcanzó a ser desactivado. El artefacto era de características similares al que recibió en su hogar, en enero de 2017, el entonces presidente de Codelo, Óscar Landerretche. Ambos envíos fueron adjudicados por el grupo Individualistas Tendiendo a lo Salvaje (ITS), y en ninguno de ellos se ha dado con los responsables.
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