Cristián Monckeberg, ministro de Vivienda: "Si el Presidente tiene mucha presencia, los ministros tenemos que ver cómo estamos haciendo nuestro trabajo"

El martes estuvo en Talca, desplegándose en terreno, tal como lo pidió el Presidente Sebastián Piñera. Ahí, el titular de Vivienda, Cristián Monckeberg -uno de los ministros sectoriales que ha estado ajeno a comentar sobre contingencia política- se plegó al discurso del Mandatario y emplazó a la oposición a buscar acuerdos y sacar adelante "importantes reformas", entre ellas, la tributaria.

En esta entrevista, Monckeberg se mete de lleno en la arena política y aborda uno de los temas que ha generado inquietud en Chile Vamos: lo que algunos califican como una "sobreexposición" del Mandatario. El titular de Vivienda defiende a Piñera y asegura que la responsabilidad del mayor protagonismo del Jefe de Estado responde a una falencia de los ministros. " Si el Presidente está copando otros espacios, quiere decir que a lo mejor nosotros no lo estamos haciendo", asegura.

Esta semana se vota la política de integración social en el Congreso, con buenas posibilidades de éxito. ¿Por qué cree que estas medidas concitan acuerdos transversales mientras las grandes reformas están a un paso de que incluso se rechace la idea de legislar, como es el caso de la tributaria?

Hay reformas que reúnen más consensos que otras. Hay otras que son más difíciles, pero no por eso no las vamos a impulsar. Y el Presidente ha tomado ese liderazgo de iniciar conversaciones con la oposición precisamente por lo mismo, para sacar las reformas donde hay más consenso, pero también para sacar reformas que son buenas para el país y donde hay más diferencias. Yo soy optimista y creo que la oposición va a entrar en razón, no sé si toda, y vamos a sacar adelante un buen acuerdo.

Pero pareciera que esta ronda de reuniones no ha surtido mucho efecto. La oposición acusa que le pegaron un portazo, al no acceder a modificar la reforma previsional y anunciar sin previo aviso el proyecto control de identidad.

Los procesos de acuerdo requieren de liderazgos y hay que poner las cartas sobre la mesa. El Presidente invita a conversar y, en paralelo, pone las cartas sobre la mesa. Y sobre esas cartas y sobre nuestras propuestas se conversa. Porque sino, no hay ninguna posibilidad de llegar a un acuerdo.

¿Qué representaría para el gobierno que se rechazara la idea de legislar la reforma tributaria?.

Ese sí que sería un portazo para la ciudadanía, que eligió mayoritariamente, como pocas veces en la historia de Chile, a un Presidente para hacer precisamente estas reformas. Ese sí que sería un portazo de la oposición a la ciudadanía, que quiere que el país vuelva a caminar y votó un programa de gobierno mayoritariamente.

Eso es volver a la lógica de traspasar costos a la oposición...

Cada uno asume las consecuencias. Nosotros estamos haciendo todos los esfuerzos posibles, nos eligieron con un programa de gobierno que todo el mundo conocía y estamos poniendo sobre la mesa esas reformas que creemos que se deben hacer, invitando a la oposición a conversar ¿qué pasa si la oposición vota en contra? Claramente es un portazo, es negar la posibilidad de entenderse.

Esta semana se ha puesto el foco en la sobreexposición del Presidente, lo que queda de manifiesto en su decisión de reunirse personalmente con los timoneles de oposición. ¿Corre riesgos Piñera?

Yo creo que los ministros tenemos que revisarnos. El Presidente tiene su estilo y está muy bien, porque él lidera, toma decisiones y las saca adelante, y yo lo aplaudo, porque tiene una convicción única, que me sorprende muchas veces. Pero, a veces, la sobreexposición de un Presidente es porque quizás los ministros no nos estamos desplegando como corresponde. Y ese fue el llamado que hizo el Presidente, a desplegarse territorialmente, a copar todos los espacios, ir a regiones, estar más en la calle... ese fue el mensaje que nos dio en el último consejo de gabinete. Tenemos que hacer más esfuerzos. Si el Presidente está copando otros espacios, quiere decir que a lo mejor nosotros no lo estamos haciendo.

En La Moneda transmiten que muchas veces que los ministros no salen a decir lo que tienen que decir... ¿Cree que esa puede ser una razón para que el Presidente asuma este rol preponderante?

Si el Presidente tiene mucha presencia, los ministros tenemos que mirarnos y ver cómo estamos haciendo nuestro trabajo. Yo me imagino que si logramos comunicar mejor, transmitir mejor, y no solo desde el punto de vista sectorial, sino que desde el punto de vista político, no me cabe la menor duda de que el Presidente va a tener menos intensidad. Es una falencia que tenemos que ir mejorando.

Con todo, Piñera pasa a ser el último fusible, al asumir personalmente el diálogo con la oposición.

Los Presidentes tienen sus estilos. No los vamos a cambiar. El Presidente prefiere tomar el mando y resolver él los temas. Y yo creo que es súper respetable que así sea. Hay otros presidentes que no se les veía nunca en esto. Y que dilataban y dilataban las reuniones y finalmente era los ministros los que avanzaban, si es que avanzaban. Pero el Presidente tiene su estilo y creo que es respetable.

Hay 11 ministros en el gabinete que están por debajo del 50% de conocimiento... ¿Es esa la razón por la que el Presidente tiene que salir a copar espacios?

La ministra vocera de gobierno nos pide permanentemente hacer esfuerzos comunicacionales. Tenemos que hacerlo y no es solamente un esfuerzo sectorial, sino que también político. Yo no puedo pretender ir a una región y solamente hablar de viviendas y de barrios integrados, sino que también tengo que tener un discurso y una defensa política de lo que estamos haciendo. Yo creo que desde la última vez que el Presidente nos pidió este despliegue se está notando. Pero hay un déficit ahí que tenemos que ir superando.

Siempre se dice que desde el gabinete salen liderazgos presidenciales. ¿Puede ser que el Presidente los termine opacando?

El Presidente tiene suficiente conocimiento de la ciudadanía y él tiene que seguir ejerciendo un rol de comunicar, pero también el Presidente ha sido claro respecto de que un gobierno exitoso es, como lo dijo la otra vez, cumplir el programa de gobierno. Y segundo, pasarle la posta o la banda presidencial a otro de los nuestros. Él fijó esas dos condiciones.

Del gabinete actual ya se mencionan a algunas cartas como el ministro Moreno ¿Ve otros ministros que podrían perfilarse?

Lo mejor que nos puede pasar a los ministros es que nos concentremos en nuestra pega y hacerla bien. Y si, llegado el momento, alguno de los que están en el gabinete tienen una opción presidencial quiere decir que se hizo bien la pega, pero hoy día andar pensando en opción presidencial no creo que sea un buen consejero.

¿A usted le gustaría?

Por ahora, estoy concentrado en el ministerio. Las opciones presidenciales las veremos cuando corresponda y hay hartas cartas dando vuelta.

¿No lo descarta?

Eso me lo han preguntado varias veces y yo he respondido que no conozco político que no le gustaría llegar a conducir Chile y yo estoy dentro de esa categoría. Pero no es una aspiración ni me despierto en la noche pensando en esto.

Ante la dificultad del gobierno para llegar a acuerdos con la oposición, ¿es posible pensar en que ministros con experiencia política ayuden a tender puentes?

El equipo político está cumpliendo su rol, no hay nada más difícil que ser comité político de un gobierno. El ministro Blumel está haciendo su pega y ha avanzado en acuerdos y ha conversado con los parlamentarios. Lo que nosotros hacemos es acompañar al gobierno en comunicar y desplegarnos territorialmente, eso es lo que estamos haciendo.

¿Hasta qué punto impacta la situación que vivió el ministro Chadwick con el caso Catrillanca? Porque en otro escenario quizás sería él el que debería encabezar el diálogo con la oposición.

Andrés Chadwick es un acorazado de mucha experiencia y, a veces, los acorazados reciben torpedos, pero se recuperan y yo creo que el ministro tiene tal experiencia y tal capacidad de conducción que es un activo para el gobierno. No imagino al ministro Chadwick en otra función distinta o en su casa sentado. Es un activo para el gobierno y es muy bueno que esté presente, en todo sentido.

¿Como militante de RN, cómo ha visto a su partido?

No hay nada más difícil que ser partido de gobierno y presidir uno que además es el partido más grande de Chile. Y creo que Mario (Desbordes) ha hecho una buena gestión, con todas las dificultades que eso significa. Una bancada de 36 diputados, de los cuales muchos de ellos son nuevos, con número de concejales, alcaldes y senadores relevantes en todo el país, es complejo. Y, por lo tanto, creo que se ha hecho una buena gestión.

Las cartas presidenciales de su partido ya se comienzan a desplegar. ¿Hay algún llamado a que no adelanten tanto la carrera?

Sí, eso de todas maneras. Bienvenido sea el despliegue territorial, y si de ese despliegue surge liderazgo el día de mañana, lo aplaudo. Lo importante es que ese despliegue no tenga como lógica exclusiva la obsesión presidencial hoy día.

¿Cómo ve el caso particular del senador Ossandón?

Lo encuentro un liderazgo potente.

En las últimas semanas se ha visto como él ha comenzado a perfilarse con un tono más crítico, algo que ya se vivió en el primer gobierno y en las primarias.

El senador Ossandón tiene un estilo particular y propio y las cosas las dice cuando corresponde. Yo lo veo aportando al gobierno, es evidente que en algún minuto van a surgir críticas por errores que en el gobierno podamos cometer, pero yo en general si hago un balance del senador Ossandón, creo que ha sido un buen aporte, ha sido empujador de nuestro gobierno, de nuestro programa y de lo que estamos haciendo.