Luego de la derrota del “A favor” en el proceso constitucional, en la derecha se han lamentado por no lograr reformar el sistema político, diseño que hoy tiene a 22 partidos en la Cámara de Diputados.

Por lo mismo, un mes después del plebiscito, la bancada de la UDI presentó un proyecto de reforma constitucional que busca introducir un umbral del 5% de los votos para que un partido tenga presencia en la Cámara. Además, establece la cesación del cargo de aquel parlamentario que renuncie a la colectividad que haya levantado su candidatura.

Sumado a esa ofensiva, un grupo transversal de expertos se ha encargado de revivir los acuerdos alcanzados en esta materia en el proceso constitucional. En ese trabajo, ya han identificado más de 20 puntos de consenso con el objetivo de hacer entrega de ese insumo a los partidos políticos.

¿Hay acuerdos en todos esos puntos?

Para nadie es un misterio que el sistema político chileno necesita cambios con urgencia que le den mayor gobernabilidad al país. Además, dentro del trabajo de la Comisión Experta hay puntos que nos parecen fundamentales rescatar para recuperar en parte la gobernabilidad perdida.

¿Tiene aprensiones sobre otros puntos que también se han trabajado?

Más que ir punto por punto, lo que hay que ver es si estamos dispuestos a realizar un necesario cambio del sistema político chileno. Y, en base a eso, ver en qué tenemos acuerdo. Yo esperaría que tengamos acuerdo en aquellos temas que son más sustantivos para poder modificar el sistema político, y si es que hay acuerdo es conversar, avanzar lo más rápido posible.

¿Y cuáles son esos temas sustantivos, a su juicio?

Reducir el número de partidos políticos al interior del Congreso, que los partidos tengan real peso a la hora de negociar. Pero también creemos que tener distritos demasiado extensos ha ido alejando cada vez más al parlamentario. Avanzar en una reducción tanto del número como del tamaño de distrito, también es algo que debe ser tomado en consideración.

¿Y cuáles son los plazos para esa reforma?

Si es que hay acuerdo, esto debería ser relativamente luego y rápido. No tiene mayor sentido enfrascarnos en una discusión donde haya más diferencia que temas en los que pensemos en común.

¿Debería aprobarse antes o después de la elección municipal?

Si es que se avanzan modificaciones, que sea lo antes posible y ojalá que tenga por finalidad mejorar el sistema en sí y que no haya nadie que esté calculando cómo voy en la siguiente elección.

¿Y está la voluntad en los partidos?

Si es que las conversaciones que se han desarrollado entre los distintos sectores políticos establecen que hay puntos relevantes e importantes de acuerdos, bienvenido sea, y espero que sea de una terminación rápida. No le veo sentido a tener largas discusiones en temas que quizás no tenemos acuerdos transversales.

¿Y el factor electoral complica para que avance el tema?

Se ha ido generando la conciencia de que el problema del sistema político hoy día tiene falencias graves. Espero que si es que hay acuerdos transversales, podamos avanzar lo antes posible sin estar mirando las elecciones venideras.

Entonces, no debería importar ese factor de elección municipal...

En política uno siempre está mirando elecciones, pero hay momentos donde hay que entender que las reformas al sistema político son fundamentales. Yo espero que si hay acuerdos transversales, se pueda avanzar rápido.

Por eso le preguntaba por el consenso en los otros partidos.

Lo que uno siente es que hay conciencia del problema político que estamos viviendo, y que hoy día hay más posibilidades que nunca de avanzar en una reforma al sistema político, pero para eso los consensos debiesen lograrse en un plazo breve.

¿Qué rol debería jugar el presidente de la UDI, el senador Javier Macaya, en este tema?

Esto no lo empuja un presidente de un partido. Aquí tienen que ser acuerdos transversales que permitan avanzar en estas reformas. Eso es lo que uno esperaría de reformas sustanciales al sistema político.

¿Existe espacio realmente para la modificación en la línea que plantea la UDI?

La reforma que presentamos el 17 de enero puede ser el puntapié inicial de reforma al sistema político. Es una reforma que está vigente, que está disponible para ser tramitada.

¿Han podido conversar con Raúl Leiva, el presidente de la comisión de Constitución, para acelerar el proyecto?

La única forma de que estos proyectos avancen es con transversalidad en el diagnóstico y con acuerdos transversales Si está esa transversalidad y esos acuerdos, no me cabe duda que el proyecto va a avanzar, pero para eso se requiere de generosidad de todos los sectores políticos para entender lo relevante que es un cambio en el sistema político.

La reforma hay que hacerla, pero la señal pública de abocarse a ese tema en el Congreso es complicada. ¿Cómo enfrentar ese dilema?

Por eso es que parto de la base de que las reformas van a avanzar si es que las conversaciones que están llevando adelante los expertos permiten tener un diagnóstico y propuestas en común. No veo sentido en enfrascarnos en meses de discusión de una reforma al sistema político. Creo que si están las condiciones para poder avanzar, se va a avanzar y si es que no hay acuerdo, va a quedar para más adelante.

El gobierno tiene intenciones de avanzar en el tema. ¿Han podido conversar con el ministro Elizalde?

No he hablado con él, pero espero que el gobierno entienda lo trascendente de esta discusión y que se tiene que involucrar.