El asalto de Sichel a Ñuñoa: un golpe al corazón del Frente Amplio

Festejo de Sebastian Sichel
Santiago 27, de octubre 2024 El Candidato a alcalde Sebastian Sichel celebra su triunfo en Plaza Ñuñoa Karin Pozo/Aton Chile

En una de las disputas electorales más reñidas, Sebastián Sichel (Independiente - Chile Vamos) no sólo derrotó a Emilia Ríos (FA), quien apostaba por la reelección en una comuna emblema para el oficialismo, sino que renació como una figura dentro de la primera línea política, después de perder tres elecciones.


Durante los últimos cuatro años, Ñuñoa se había convertido en la joya electoral del Frente Amplio. Prueba de ello es que Ñuñoa fue una de las ocho comunas en que ganó el Apruebo en el Plebiscito Constituyente de 2022, mientras que el Rechazó arrasó en el resto de Chile. No sólo eso: es, también, donde residen cinco ministros del gobierno. Ahí tienen sus domicilios Nicolás Grau (Economía), Ximena Aguilera (Salud), Antonia Orellana (Mujer), Camila Vallejo (Segegob) y Jeannette Jara (Trabajo).

Por eso, la continuidad de Emilia Ríos (FA) era fundamental para que el proyecto comunal de su partido continuara progresando. Así mismo lo dijo ella en una entrevista a La Tercera: “Mi expectativa es que el Frente Amplio pueda crecer en estas elecciones”, comentó el 24 de agosto pasado.

Sin embargo, el FA no logró cautivar por segunda vez a la comuna que habían convertido en su emblema. Esto porque el candidato independiente de Chile Vamos venció de forma muy reñida a su contrincante, con un 46,76% de los votos, contra los 45,88% de Ríos. Después de varios cruces verbales entre ambos, e incluso una querella por injurias por parte de Sichel al Frente Amplio, el expresidente de BancoEstado logró devolverle a la derecha una comuna que le había pertenecido por 25 años. Desde 1996 hasta 2021, y con 19 años ininterrumpidos de Pedro Sabat como edil, la tradicional comuna de la RM fue un reducto sin contrapeso para la derecha.

Derrotar a Ríos era una apuesta ambiciosa para Chile Vamos. Sobre todo considerando que la alcaldesa en ejercicio partía con la ventaja de los 34.646 votos que había conseguido en la elección municipal pasada. Esa no era su única fortaleza. De hecho, Ríos había llegado al municipio para “ordenar la casa”, como dijo ella, luego de las irregularidades cometidas por sus antecesores. Mientras Sabat fue condenado por dos delitos de negociación incompatible, la Contraloría le detectó millonarios pagos irregulares a Andrés Zahri.

La cientista política recibió la municipalidad con un déficit de $ 7.300 millones de pesos, pero los ingresos recaudados crecieron en un 33% para 2023. También, su proyecto de “Nueva Irarrázaval”, con la modernización del eje central del comercio de la comuna, era una propuesta a la que apuntaba la alcaldesa en ejercicio. Aunque también es cierto que se vio envuelta en polémicas, como el despido del exdirector del Liceo Augusto D’Halmar, Jaime Andrade, y la reincorporación de 150 profesores de los 279 que fueron desvinculados y que eran dependientes de la Corporación Municipal de Desarrollo Social.

De igual manera, causó polémica la paralización del megaproyecto inmobiliario de Plaza Egaña, así como la contratación vía trato directo por $ 6 mil millones a una empresa recolectora de basura.

La apuesta de Sichel

Sichel no había logrado conseguir un bolsón de votos muy contundente en sus anteriores pasos por Ñuñoa. En las elecciones primarias presidenciales de Chile Vamos de 2021, obtuvo un 48,12% de los votos ahí. Es decir, 13.485 sufragios, con lo que fue el candidato más votado en la comuna. Aun así, estuvo muy lejos de lo conseguido por las cartas de la izquierda, Daniel Jadue (PC) y Gabriel Boric (CS). El primero sacó 17.046 votos (32,5%), mientras que el futuro presidente se quedó con 35.397 de las preferencias (67,5%). Es decir, solo los votantes del exalcalde de Recoleta superaron lo logrado por el exministro de Piñera.

Luego, en la primera vuelta presidencial, Sichel quedaría muy por debajo de Gabriel Boric en Ñuñoa. Mientras que el exministro de Sebastián Piñera obtuvo un 18,9% (23.081) de los votos, el actual mandatario se quedó con el 39,4% (48.166) de las preferencias.

Por lo mismo, y sumado al antecedente del Apruebo en 2022, para Sichel era todo un desafío esta nueva aventura electoral. Sobre todo considerando que había llegado ahí después de una fallida candidatura por la comuna de Santiago. Esa forma de iniciar la campaña no pronosticaba un mejor desempeño que en sus aventuras electorales anteriores: Además de haber sido derrotado en las presidenciales de 2021, corrió la misma suerte en las parlamentarias de 2009 y 2013, cuando fue candidato a diputado. Competir en Ñuñoa era una apuesta arriesgada para el abogado. Pero, de ganar, podía cobrar un premio valioso: volver como nombre propio a la primera línea política.

En Holanda 3890, a metros de la tradicional avenida Irarrázaval, el comando de Sebastián Sichel esperó los resultados, pero sin el protagonista. Según comentaron sus cercanos, quería realizar su vigilia electoral junto a su familia, en su hogar. Solo en caso de que ganase, realizaría una conferencia de prensa en Plaza Ñuñoa.

Al mismo tiempo, y a casi un kilómetro de distancia, el equipo de Emilia Ríos, ubicado en el comando de la DC en Dublé Almeyda 2465, también realizaba su rito electoral. Con más gente y un ambiente más relajado, los adherentes de Ríos se mostraban confiados. La propia candidata así lo reconocía, pues dijo a La Tercera, horas antes de saber su derrota, que “estamos absolutamente tranquilos con el trabajo que hemos hecho, de levantar un municipio muy abandonado, y que hoy tiene una comuna que está avanzando. Así que a esperar con tranquilidad los resultados”.

Unas horas más tarde, la frenteamplista esperaba celebrar en Plaza Ñuñoa, al lado del municipio que fue su casa durante cuatro años. En cambio, tuvo que reconocer su derrota desde la casona de la DC, donde se aguardaba por una fiesta que no llegó.

Comando de Emilia Rios
Santiago 27, de octubre 2024 La alcaldesa Emilia Ríos reconoce su derrota en las elecciones municipales. Karin Pozo/Aton Chile

Plaza Ñuñoa sí tuvo su celebración, pero con banderas amarillas, que rezaban “Ñuñoa seguro mejor”, lema de campaña de Sichel. A causa de su triunfo, sí hubo declaraciones. Emocionado, y muy efusivo en sus abrazos a sus familiares y colaboradores, el nuevo alcalde de Ñuñoa dijo que “este triunfo demuestra algo que es tan de sentido común en Chile que no hemos olvidado, que no le hace bien a Chile la política polarizada, que no le hace bien a Chile el odio, que lo que Chile necesita es mucho más encuentro y Ñuñoa va a ser el inicio de un encuentro entre chilenos, porque la gestión municipal va a ser para los ciudadanos”.

Mientras sus votantes le gritaban que se lanzara a la pileta, ubicada frente a la municipalidad, un sonriente Sichel seguía con su discurso. Incluso, declaró que la saliente alcaldesa le había hablado por WhatsApp. “Con cariño, mucho cariño. Como lo dije siempre, yo tengo diferencias profundas con la gestión que hizo el Frente Amplio de esta comuna, no con la persona de Emilia Ríos”.

Por su parte, la candidata derrotada, entre lágrimas, sostuvo que “yo trabajo siempre con el corazón, con el cariño por delante, entonces por supuesto que es duro”. Detrás de ella, decenas de colaboradores la apoyaban, esos mismos que, horas antes, aguardaban por ir a celebrar a Plaza Ñuñoa.

“Soy cabalera, no quiero hablar de los resultados. Pero sí, Ñuñoa es una de nuestras comunas fuertes”, dijo la presidenta del Frente Amplio, Constanza Martínez, quien fue querellada por el nuevo gobernante de Ñuñoa, luego de que la cuenta de X del FA haya vinculado a Sichel con Luis Hermosilla.

Aquella actitud “hastió” al candidato de la derecha, quien, en reiteradas ocasiones, criticó la forma de hacer campaña por parte de Ríos. Además, el abogado se ha caracterizado por enfatizar que a “Ñuñoa la han transformado en un instrumento ideológico de un sector político más que en un espacio de administración y gestión de los problemas locales”, según declaró a La Tercera en el 12 de octubre pasado. Asimismo, en aquella instancia declaró que “la gran gracia de Ñuñoa es que no era una caricatura, era diversa y el Frente Amplio ha tratado de establecer una especie de uniformidad”.

Aquella frase se puede reflejar en lo ajustado que fue el resultado final en Ñuñoa: hubo menos de 2 mil votos de diferencia. Así, el triunfo del exvicepresidente ejecutivo de Corfo puede leerse como una muestra de lo diverso que es el padrón electoral de Ñuñoa, cuando se compite con voto obligatorio. Mientras que el Apruebo en 2022 y Gabriel Boric en 2021 lograron victorias para el progresismo, ahora vuelve la derecha al lugar que ocupó por 25 años.

Con sus más 70 mil votos, Sichel se convirtió en el alcalde electo más votado de la comuna, superando al RN Pedro Sabat, quien en las municipales del 2000 obtuvo 58.433 votos. Eso sí esta elección, a diferencia de la de hace 24 años, era con voto obligatorio. El cierre para Sichel parecía de ensueño: después de perder dos elecciones parlamentarias y una presidencial, logró su primera victoria y, además, su renacimiento político, donde parecía menos posible: en el corazón mismo del progresismo.

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