El convulsionado año y seis meses de Marcela Cubillos en el ministerio de Educación

Marcela Cubillos

La abogada dejó la cartera este viernes para asumir un rol protagónico en la campaña que busca que se imponga la opción "Rechazo" en el plebiscito del próximo 26 de abril. La Tercera recogió algunos de los hitos que marcaron su gestión.



Durante un año y seis meses Marcela Cubillos lideró el ministerio de Educación, cartera a la que llegó tras la salida de su antecesor, Gerardo Varela, quien tuvo un cuestionado desempeño debido a una serie de polémicas declaraciones emitidas durante su gestión.

Hasta ese entonces -9 de agosto de 2018- la abogada se desempeñaba como ministra del Medio Ambiente, donde alcanzó un 65% de aprobación. Sin embargo, tras arribar a Educación, Cubillos impulsó una serie de iniciativas -como el proyecto Admisión Justa, que buscaba reformar el sistema instaurado en el gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet- que la enfrentaron con el Colegio de Profesores, organizaciones de estudiantes y varios parlamentarios de oposición, con quienes estableció una tensa relación.

En junio de 2019, Cubillos tuvo una inesperada irrupción en la encuesta CEP, instalándose entre las cinco figuras políticas mejor evaluadas, con un 36% de evaluación positiva y un 26% negativa, mientras que en enero de este año -en el mismo sondeo-, sufrió la mayor caída en aprobación, con una baja de 28 puntos.

Durante los meses que estuvo en el gobierno, Cubillos encontró entre sus principales apoyos el del exministro del Interior, Andrés Chadwick, con quien tiene una estrecha relación y quien defendió su rol en el cargo y su gestión cuando la ahora exministra fue acusada constitucionalmente. Tras sortear de manera victoriosa esa acción en la Cámara de Diputados, el Presidente Sebastián Piñera no escatimó en gestos hacia su figura: fue invitada a almorzar al domicilio del Mandatario con su marido, el senador de RN, Andrés Allamand.

Sobre su sorpresiva salida del gobierno -según consignó La Tercera PM-, Cubillos planteó durante enero al Presidente su intención de dejar el gabinete. La ministra era una de las integrantes del gabinete que había transmitido su incomodidad con la prescindencia dictada por el Mandatario, premisa bajo la cual ninguno de sus miembros puede dar a conocer su preferencia sobre una nueva Constitución en el plebiscito del próximo 26 de abril. Incluso habría planteado su molestia a La Moneda porque el Ejecutivo no ha tomado postura frente el tema.

Tras conocerse este viernes la renuncia de Cubillos, la presidenta de la UDI, Jaqueline van Rysselberghe ratificó que la exministra desempeñará un papel activo para defender la opción por el “Rechazo” a una nueva Constitución.

A continuación algunos de los hitos que marcaron la gestión de Cubillos en Educación:

Hechos de violencia en los colegios

Durante su gestión en la cartera, la exministra Marcela Cubillos enfrentó una serie de hechos de violencia en liceos emblemáticos de la Región Metropolitana.

En este contexto, y ante la situación que vivían establecimientos como el Instituto Nacional, durante su gestión Cubillos defendió iniciativas como la Ley Aula Segura, que reduce los tiempos de expulsión y/o cancelación de la matrícula alumnos que cometan hechos de violencia y que porten artefactos explosivos, sosteniendo que se trata de “una ley de sentido común”, lo cual la enfrentó con sectores de la oposición.

Recibió también críticas de ese bloque cuando defendió la propuesta del alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, de revisar mochilas al interior de los establecimientos educacionales -que finalmente no prosperó- y cuando aseguró que Carabineros tenía el “deber” de ingresar a los colegios mientras hubiese encapuchados lanzando bombas molotov.

Durante las últimas semanas de su gestión, Cubillos anunció medidas para evitar el bullying que, según reportó, estarían sufriendo los hijos de funcionarios de Carabineros. La cartera reveló que, desde el estallido social de octubre de 2019, 110 hijos de policías uniformados habían sufrido hostigamiento o amenazas en sus colegios, motivo por el que habían solicitado a seremis y superintendencias actuar de oficio para prevenir y sancionar estos hechos.

Tensa relación con el Colegio de Profesores

Fueron 51 días en los que cerca de 80 mil profesores se mantuvieron en paro. Entre junio y julio de 2019, el magisterio convocó a una movilización para exigir a las autoridades del Mineduc considerar una serie de demandas, como la denominada deuda histórica, el fin al proceso de evaluación docente y el cambio curricular.

Durante ese periodo, desde el gremio acusaron poca disposición de la ahora exministra de Educación para encontrar una salida a la movilización. Además, hubo una serie de declaraciones cruzadas que agregaron tensión a los escasos encuentros en los que -según denunciaron los docentes- participó la exsecretaria de Estado. En una oportunidad, Cubillos sostuvo que el Colegio de Profesores “ha intentado usarme como excusa para no volver a trabajar a la sala de clases”. Los profesores, en tanto, criticaron la posición que mantuvo la extitular del Mineduc cuando aseguró que se harían descuentos a los profesores que no retomaran su labor. “El gobierno no es dueño de una empresa llamada Chile, ni nosotros somos sus empleados”, replicó Mario Aguilar, presidente de la entidad.

Otro hecho que marcó los meses de movilización ocurrió cuando la exministra fue interpelada por una profesora en las inmediaciones del Cementerio General.

Acusación constitucional

El 30 de septiembre del año pasado, la ahora exministra logró sortear uno de sus momentos más difíciles a nivel político: la acusación constitucional en su contra presentada por la oposición en la Cámara de Diputados.

En los cinco capítulos del libelo acusatorio, el sector acusó a Cubillos de infracción a la Constitución y las leyes por -entre otras cosas- la supuesta “vulneración del principio de probidad, en su dimensión de falta de veracidad”. Esto, por algunos tuits de la entonces secretaria de Estado criticando el Sistema de Admisión Escolar (SAE) aprobado durante la administración de Bachelet.

La oposición apuntó también a una infracción al “respeto y protección a la vida privada y la protección de sus datos personales” por los correos electrónicos enviados desde el ministerio a padres y apoderados para promocionar el denominado proyecto Admisión Justa.

Ese último día de septiembre, aunque la centroizquierda logró hacer valer su mayoría en la Cámara forzando que se discutiera el fondo del libelo, la acusación se cayó finalmente con 77 votos en contra, 73 a favor y dos abstenciones.

El rechazo desató una nueva fractura en la oposición, mientras el gobierno celebraba el resultado, con el propio Presidente invitando a Cubillos a almorzar.

Cruzada contra el adoctrinamiento

Fue en noviembre de 2019 que las autoridades de Educación, lideradas por Cubillos, anunciaron una serie de medidas por lo que calificaron un “adoctrinamiento político” en recintos educacionales.

Por esos días, en medio del estallido social, se habían viralizado algunos videos de estudiantes cantando consigas como "renuncia Piñera”. “Adoctrinamiento político a niños en escuelas por parte de quienes tienen el deber de educarlos es una forma de violencia. Quizás menos visible que un overol blanco lanzando molotov, pero es violento ver a niños de jardín repitiendo consignas políticas que una educadora les enseña”, fue una de las frases que escribió Cubillos en Twitter.

La entonces ministra también señaló en noviembre que apoderados estaban realizando denuncias contra los establecimientos debido a que profesores promovían las protestas en los recintos. En esa línea, Cubillos emplazó a la Defensoría de la Niñez a fiscalizar los casos, y anunció su apoyo a un proyecto impulsado por diputados de Chile Vamos para incorporar como “infracción grave” la propagación de tendencias político-partidistas en colegios.

Hace dos semanas, La Tercera dio a conocer que la mayoría de las denuncias que recibió la Superintendencia de Educación fueron descartadas y que solo en cuatro hubo sanciones.

Según un oficio que envió dicho organismo al Congreso, hasta fines de enero, la Supreintendencia había recibido 50 denuncias de “instrumentalización fuera de toda acción pedagógica y con fines políticos”. De ellas, 26 fueron cerradas porque “no es posible evidenciar incumplimiento normativo”.

En cuatro casos, en tanto, se instruyó un procedimiento administrativo sancionatorio, porque se acreditó la falta.

Inédita suspensión de la PSU

El 7 de enero de este año y en medio de los llamados a boicots de organizaciones estudiantiles, el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre) -a cargo de aplicar la PSU- anunció la suspensión de la prueba de Historia. Esto, luego de que se conociera que parte de uno de los facsímiles se había filtrado a través de redes sociales.

Se trató de una decisión inédita que fue anunciada luego de dos tensas jornadas en las que alumnos de distintos puntos del país tuvieron problemas para rendir las pruebas debido a la irrupción de manifestantes en los recintos.

En este contexto, Cubillos recibió varias críticas por su “ausencia” durante las primeras horas de este proceso. Respecto a los cuestionamientos, la exministra explicó que evitó referirse al proceso para no “interferir” en las vocerías ya establecidas por el Demre.

Sin embargo, la exjefa de la cartera de Educación arremetió contra uno de los dirigentes estudiantiles que lideró el movimiento en contra de la PSU. “Nos parece de completo sentido común que el Demre excluya a un alumno que optó por no darla. Y no solamente eso, optó por impedir que otros la pudieran dar en paz”, sostuvo la exministra apuntando a Víctor Chanfreau, quien interpretó estos dichos como un “amedrentamiento” y reaccionó interponiendo un recurso de proyección en contra de la abogada. Situación que nuevamente la puso en pie de guerra con distintas organizaciones sociales. La acción judicial fue finalmente desestimada por la Corte de Apelaciones de Santiago.




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