El “desgaste” de las autoridades que preocupa a La Moneda

“Desgaste”. Con pesar para La Moneda, ese concepto se ha vuelto recurrente para simbolizar la razón de la renuncia de algunos ministros, subsecretarios e incluso intendentes al gobierno.

Este viernes la ahora exministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, dejó la cartera que encabezaba desde marzo de 2018 por razones que responderían, precisamente, a un “desgaste personal”. Esto, en medio de funas e incluso amenazas de muerte que habría recibido en los últimos meses.

Tras el estallido social del 18 de octubre, las protestas afuera de la oficina de Plá se habían vuelto recurrentes y la petición de su salida del ministerio fue una de las consignas que marcaron la masiva marcha por el Día Internacional de la Mujer el pasado 8 de marzo.

Menos de una semana antes -el 3 de marzo- Plá había sido interpelada en la Cámara de Diputados por su rol frente al estallido social, en una jornada marcada por protestas a las afueras del Congreso y la realización de la performance de Lastesis -un colectivo feminista- en los pasillos del Parlamento.

"Han ocurrido violaciones, han ocurrido situaciones muy graves y queremos saber cuál ha sido el rol del ministerio de la Mujer y Equidad de Género en cada uno de ellos. A nuestro gusto la ministra ha estado ausente”, señaló la diputada interpeladora, Camila Rojas (Comunes), al justificar el interrogatorio a la entonces ministra.

Pese al apoyo de La Moneda, en las últimas semanas, según informó La Tercera, Plá le había comunicado personalmente al Presidente Sebastián Piñera su incomodidad a cargo del ministerio y hace algunos días -el 10 de este mes-, la ahora exsecretaria de Estado había realizado una autocrítica por su gestión tras el denominado 18-O: “si yo retrocediera, puedo aceptar que habría sido mucho más enfática comunicacionalmente”, afirmó.

Plá no es la única que ha salido del gobierno debido a un fuerte “desgaste”. De hecho, su renuncia se suma a una lista de autoridades del Ejecutivo que han dimitido por causas similares, encendiendo alarmas en La Moneda, donde miran este escenario con preocupación.

En diciembre del año pasado, el entonces subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla -quien había desempeñado el mismo cargo durante la primera administración de Piñera- dimitió al gobierno argumentando “razones personales”. En La Moneda reconocían internamente que le había pasado la cuenta su rol -representando una línea más dura, según algunos- para enfrentar los primeros meses de movilizaciones y jornadas de violencia tras el estallido social.

En el entorno del entonces subsecretario hablaron de “agotamiento y cansancio", en especial luego de que en octubre de ese año Andrés Chadwick -con quien Ubilla trabajaba estrechamente-, dejara su cargo de ministro del Interior convertido en uno de los rostros de la crisis y con una acusación constitucional inminente. El libelo finalmente fue aprobado por el Senado, inhabilitando a Chadwick para ejercer cargos públicos por cinco años.

Ubilla, de hecho, había presentado previamente su renuncia, buscando salir del gobierno en ese cambio de gabinete del 28 de octubre, cuando asumió como ministro del Interior Gonzalo Blumel. En una conversación con el Mandatario, le planteó que ya había cumplido un ciclo. Finalmente, accedió a la solicitud de Piñera de permanecer unos meses más, hasta fin de año.

Incomodidad: ese es quizás uno de los conceptos que más se repetía en el oficialismo para graficar los motivos de Marcela Cubillos para renunciar sorpresivamente al ministerio de Educación el pasado 28 de febrero.

La también exministra de Medio Ambiente habría abordado a inicios de enero con el Mandatario su intención de dejar el gabinete. Según informó este medio, Cubillos era una de las integrantes del gabinete que había transmitido a Piñera su incomodidad con la prescindencia que ordenó La Moneda a ministros y subsecretarios frente al plebiscito del próximo 26 de abril. Cubillos es partidaria del rechazo a una nueva Constitución y casi un mes antes de su dimisión había afirmado no ser "neutral frente a los desafíos que se vienen”.

El año y seis meses que Cubillos estuvo en Educación fue un periodo convulsionado para la exministra: una tensa relación con el Colegio de Profesores, la acusación constitucional que logró sortear en la Cámara de Diputados, actos de violencia en los recintos educacionales y la inédita suspensión de la PSU. Durante los agitados días de realización de la Prueba de Selección Universitaria, la abogada mantuvo un bajo perfil, lo que llamó la atención de algunos.

Cubillos finalmente liderará la dirección ejecutiva de Libertad y Desarrollo, según se confirmó esta semana. Aunque se esperaba que la abogada cumpliera un rol en la campaña por el “Rechazo”, desde el think tank han transmitido que funciones de esa naturaleza deberán responder a la esfera privada de la exsecretaria de Estado, ya que el instituto tomó la definición de no adherir institucionalmente a alguna de las alternativas del plebiscito.

Antes de ser designado a cargo de la intendencia de la Araucanía, el 21 de noviembre, Jorge Atton se desempeñaba como Asesor Presidencial para temas de Ciberseguridad en el ministerio del Interior y director en Enel Generación SA. El “exzar” de la ciberseguridad asumió el cargo gubernamental en la Novena Región en reemplazo de Luis Mayol, quien dejó el puesto en medio de fuertes cuestionamientos por el manejo del gobierno tras el asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca.

Un año y 26 días después, Atton renunció al cargo. Al dimitir, aseguró irse con “un sentimiento de pena” y que su “compromiso era por un año”. “Yo lo dije y era un tema que estaba conversado con el Presidente de la República”. Sin embargo, en La Moneda sindican a Atton como parte de la lista de funcionarios que ha dejado el cargo con cierto “agobio” en medio de situaciones complejas para el ejecutivo.