Escaños reservados: la compleja negociación en el Senado
Representantes del oficialismo y la oposición retomaron ayer las conversaciones para destrabar nudos. Comisión sesionará nuevamente hoy.
Intensas tratativas lideraron ayer los senadores de la Comisión de Constitución de la Cámara Alta. ¿El objetivo? Lograr un acuerdo transversal para garantizar escaños reservados a pueblos originarios en la convención constitucional que será electa en abril próximo, luego de que ese mecanismo se impusiera por amplia mayoría en el plebiscito de este domingo (79%).
Las negociaciones -en que ayer participaban Alfonso de Urresti, Francisco Huenchumilla (DC), Luz Ebensperguer (UDI), Rodrigo Galilea (RN), además de algunos parlamentarios de La Araucanía, como Felipe Kast (Evópoli) y la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar- habían llegado a punto muerto el viernes 16 de octubre, cuando se quebró la mesa entre el gobierno, Chile Vamos y la centroizquierda.
Los nudos que habían trabado las conversaciones entre ambos sectores radicaban en dos temas cruciales. Por un lado, en si los escaños que se van a asegurar para los distintos pueblos originarios serían supernumerarios, es decir, adicionales a los 155 que contempla la convención -como propuso la oposición- o se imputarían a ese total, como ha defendido el oficialismo. Y, por otro, bajo qué parámetros y mecanismos se va a identificar a los indígenas habilitados para votar.
Fue en ese escenario que el presidente de la Comisión de Constitución, senador De Urresti, había definido poner en votación la reforma para este martes. Dado que la oposición tiene mayoría en la instancia, en el sector eran conscientes de que podría imponerse su propuesta -la que contemplaba inicialmente 23 escaños adicionales a los 155 y un mecanismo de autodefinición-, sin embargo, también sabían que los 24 votos con que cuentan en la sala de la corporación no serían suficientes para lograr los 3/5 que requiere la reforma para ser despachada a su tercer trámite. Necesitaban convencer a al menos dos senadores de Chile Vamos.
Así lo hicieron, según dicen fuentes del sector. En los últimos días, dirigentes de la centroizquierda iniciaron conversaciones con los RN Manuel José Ossandón y Juan Castro, quienes habrían terminado por abrirse a buscar una fórmula intermedia. Fue eso, según la centroizquierda, lo que terminaría reactivando con mayor fuerza las conversaciones con el Ejecutivo y el resto de los integrantes de la Comisión de Constitución. Esto, según leen en la oposición, era para evitar que la reforma se aprobara solo con dos votos oficialistas y con el desmarque del gobierno y el resto de Chile Vamos.
En ese contexto, De Urresti pospuso ayer la votación que había citado para las 10.00 y convocó a una sesión a las 20 horas con el objetivo de buscar un margen de acuerdo. “Esta es una reforma que requiere la mejor fórmula posible para que en la sala tenga todos los votos”, afirmó el socialista.
A eso de las 16.30 se logró un principio de acuerdo. Sin embargo, al pasar la tarde este se diluyó. “Seguimos conversando, pero está frágil”, aseguraban desde la oposición. A esas alturas, según conocedores de las negociaciones, la centroizquierda ya había concedido que los cupos no fueran supernumerarios y había bajado el guarismo al mínimo que le pidió su contraparte: 15 escaños. Dicho total se distribuiría de la siguiente forma: siete para los mapuches y los otros ocho, entre el resto de pueblos reconocidos en Chile, los que se dividirían uno cada uno, a excepción de algunos más pequeños, como el pueblo chango, quienes tendrían que fusionarse.
Sin embargo, esa propuesta fue resistida por parte de algunos dirigentes indígenas, quienes trabaron el avance de un consenso al pedir por lo bajo 19.
Otro elemento que tampoco lograba consenso, según las mismas fuentes, era el mecanismo para identificar a los indígenas que podrán votar en este nuevo distrito nacional que se crearía con los cupos de distritos sobrerrepresentados. Por un lado, Chile Vamos insistía en la necesidad de un padrón basado en el registro de la Conadi y el cumplimiento de ciertos requisitos, mientras que la oposición transmitía que para ellos es intransable la posibilidad de que fueran los propios ciudadanos y ciudadanas quienes se identifiquen al momento de votar. Con todo, ambos sectores estaban abiertos a llegar a un punto intermedio.
“Los últimos días hemos tenido largas conversaciones, pienso que podemos estar cerca de un acuerdo”, dijo Galilea, mientras Araya aseguró que “seguimos avanzando, pero la derecha y el gobierno tienen que entender que es necesario abrir espacios de participación a los pueblos originarios”.
Anoche, sin embargo, aún no había acuerdo entre ambas partes. De hecho, con el objetivo de darse un mayor espacio para seguir negociando, ambos sectores acordaron, en la sesión de las 20.00, dilatar la votación posiblemente para hoy.
La instancia, finalmente, terminó revisando la norma -aprobada por la Cámara Baja en su primer trámite- que busca entregar un 10% de las listas de partidos, independientes y pactos a convencionales exclusivamente a personas con discapacidad.
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