Francisco José Covarrubias: "El gobierno ha ido 24, 48 horas tarde en cada una de las medidas"
El columnista y decano de la Facultad de Artes Liberales de la UAI, plantea que el Presidente debe ejecutar un cambio de gabinete que refleje que "ha recibido el golpe".
¿Qué lectura hace del estallido de esta semana?
Aquí hay un origen profundo, que como todo el mundo ha reconocido, no se vio en su dimensión. Hay una generación que no vivió el trauma de la dictadura y que tampoco vivió el salto de los años 90, que nació bajo un Chile entre comillas moderno, cuya situación es muy distinta a lo que vivían los mayores de 40. Y también está el fenómeno de las redes sociales, que aglutina, que denuncia, que envalentona, y eso se ha visto en distintos países, desde Francia a Hong Kong. El gobierno no fue capaz de prever una cosa así, nadie fue capaz de preverlo. Pero una vez que comenzaron a ocurrir los hechos, la actuación del gobierno ha sido absolutamente tardía y sin entender las dimensiones del problema. No hay nadie que empatice y se dé cuenta de que el problema va más allá de la seguridad pública, que es central, fundamental, pero el problema es mayor.
¿Solo hace aguas el gobierno o toda la clase política está sobrepasada?
Tratar de hacer ganancias políticas pequeñas es súper negativo, porque al final el perjudicado es la clase política en general, y en ese sentido hay que ser tremendamente cuidadoso. No se puede contextualizar la violencia que se ha visto en estos días, por ningún motivo. Y lamentablemente hemos visto en ciertos sectores, particularmente del Frente Amplio, que sí la han contextualizado. Y segundo, recalcar que si bien es un problema que desborda a la clase política, solo se sale de él con la clase política, es la única alternativa hoy.
En esa línea, ¿qué debe hacer el gobierno?
Tiene que reconocer el golpe. Ese reconocimiento era suspender el alza, pero ya lo hizo tardíamente, entonces tiene que hacer un cambio de gabinete. Y no porque el cambio de gabinete va a ayudar a solucionar el problema, sino porque tiene que mostrar que ha recibido el golpe, que hay un antes y un después, y que la solución va por el lado político.
¿Qué puede ocurrir?
Si el gobierno da la sensación de que entiende que el problema solo está enfocado en un problema de orden público y el resto son matices, ajustes, ahí creo que el problema no está con los delincuentes que están quemando supermercados, el problema está en la sintonía con la gente que en forma importante salió a tocar cacerolas y a manifestarse en forma pacífica.
¿Alcanza con eso para apaciguar la situación? Porque en este momento no tiene contraparte.
Contraparte no va a haber aquí. Quién puede ser capaz de establecer un diálogo con la turba, eso es imposible. Lo que tiene que hacer el gobierno es tomar medidas, pero cuando estas se toman tarde, pierden efectividad. Si el gobierno hubiera reculado con el alza de pasajes el jueves, quizás estaríamos en otro escenario. Si el viernes hubiera anunciado esta reunión con los representantes del Congreso y la Corte Suprema, estaríamos en otro escenario. Pero ha ido 24, 48 horas tarde en cada una de las medidas. Entonces, si el cambio de gabinete lo hace en una semana más también va a ser tardío.
Se ha barajado la opción de que pueda plantear una agenda social ambiciosa que morigere la crispación. ¿Hay espacio para eso?
Es difícil, porque son cosas lentas y aquí hay que separar lo urgente de lo importante. Lo urgente es recobrar la paz social y dar una señal de que el gobierno ha recibido un golpe, aceptar esa señal y hacer un cambio en la agenda. Eso es lo urgente, bajar la ansiedad que existe a nivel general. Y el tema de mediano o largo plazo debe quedar en manos de las fuerzas políticas, las elecciones, los partidos, el Congreso, las organizaciones sociales. Lo urgente ahora es recobrar la paz social y dar señales de que hay un cambio de rumbo.
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