Fuego amigo: PPD pide a Boric intervenir para evitar la “guerra civil” en el oficialismo

A solo días de que las coaliciones de gobierno (Socialismo Democrático y PC-AH-FREVS-Frente Amplio) deban someterse a un difícil examen ciudadano con las elecciones regionales y municipales, las recriminaciones en el oficialismo siguen en escalada ante la crisis política que provocó la denuncia de violación en contra del exsubsecretario Manuel Monsalve (PS de militancia).

Las críticas al manejo inicial de la controversia en manos de la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), y del propio Presidente Gabriel Boric (Frente Amplio), obligaron a las fuerzas gubernamentales a atrincherarse ante los crecientes ataques que no solo provenían de la oposición, sino que también del oficialismo.

Por ejemplo, parlamentarias(os) del Frente Amplio salieron en bloque a defender a Boric, frente las críticas del diputado PPD Raúl Soto, endosando -en respuesta- la culpa de la crisis a la ministra Tohá, al Socialismo Democrático y al propio Monsalve, a quien acusaron de haber traicionado la confianza del Mandatario por faltar a sus deberes políticos y por haber abusado de su poder con una subalterna, independiente del desenlace de la investigación penal.

El PPD, por su parte, hizo una velada advertencia a sus aliados de coalición, tras una comisión política, donde analizaron con preocupación y malestar los crecientes cuestionamientos del Frente Amplio a Tohá, quien es la principal carta presidencial del partido.

“Ha habido declaraciones cruzadas entre ambas coaliciones a raíz de este caso, las que han sido cero aporte. Si hemos criticado a la derecha por buscar aprovechamiento político, debiéramos asegurarnos de no estar cayendo en lo mismo. Por consiguiente, parece necesario que el Presidente convoque a su alianza de gobierno para inmediatamente después de las elecciones”, dijo el senador y timonel del PPD, Jaime Quintana.

Las palabras del jefe partidario iban en línea con la resolución de la comisión política, que si bien no aludía explícitamente al Frente Amplio, hacía un llamado a que “abandonemos intentos de aprovechamiento mediático”.

En el PPD, además, recibieron con incomodidad la distribución de una minuta de la Secretaría de Comunicaciones (Secom) de La Moneda, que dirige el publicista Pablo Paredes (Frente Amplio), en que hace una defensa de la rápida reacción que tuvieron el Presidente Boric y la ministra de la Mujer, Antonia Orellana (Frente Amplio), pero omite el papel de la titular del Interior.

“La minuta del Frente Amplio circunscribiendo la crisis en el Socialismo Democrático y, particularmente, en Carolina Tohá debe terminar de circular hoy. El Presidente es el que debe ordenar a sus filas, con firmeza, y evitar una guerra civil en el oficialismo”, comentó el exdiputado Marco Antonio Núñez (PPD), integrante de la comisión política de la colectividad.

En los otros partidos del Socialismo Democrático también hay inquietud por las declaraciones cruzadas.

El presidente del Partido Radical, Leonardo Cubillos, sostuvo que “lo peor que puede hacer la alianza de gobierno es justamente demostrar que no es una coalición. Tenemos elecciones el fin de semana y no por la acción irresponsable de algunos se tire por la borda lo mucho que se ha avanzado como coalición”.

El timonel del Partido Liberal, Juan Carlos Urzúa, indicó que “la coalición en primer lugar debe aceptar sus errores, reconocer donde nos hemos equivocado y acto seguido guardar silencio”.

En términos similares, la presidenta y senadora del PS, Paulina Vodanovic, señaló, en conversación con Emol, que “somos partidos muy diversos dentro de una coalición y lo que yo esperaría es que nuestras controversias, diferencias, las podamos resolver internamente en forma de diálogo y no por la prensa como suele hacerse”.

En el otro bloque oficialista, la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (FREVS), Flavia Torrealba, señaló que “todos los partidos de la coalición tenemos un primer deber y que es el entender que como prioridad tenemos que proteger al Presidente y al gobierno en su conjunto. Todas estas peleas internas, conflictos públicos, no tienen ningún beneficio para ninguna de las partes y solo incrementan la sensación de desorden”.

En el Frente Amplio, en tanto, el cuadro está revuelto, ya que el viernes pasado, en una reunión que sostuvo la directiva de la tienda con sus diputados, se intentó aplacar cualquier crítica en contra de los personeros del Ejecutivo.

El diputado Jorge Brito (FA) manifestó que “las críticas llueven de un lado a otro, y si bien las crisis siempre se pueden manejar mejor, debemos dejar que las instituciones actúen”.

Por lo mismo, el legislador llamó a que “nadie intente sacar provecho de esta situación para dilatar reformas necesarias para el país como pensiones, nueva estrategia de seguridad del Estado e inversión social”.

Respecto a las tensiones con el Socialismo Democrático, la diputada Ericka Ñanco (FA) dijo que “no encasillaría a todo SD, sino más bien a personajes puntuales que, ansiosos de pantalla y poder, levantan críticas hacia nuestro sector, en especial hacia el Presidente, pero eso no involucra a los cientos de militantes de a pie que conforman Socialismo Democrático y que día a día trabajan por un Chile más digno”.

La presidenta del Frente Amplio, Constanza Martínez, por su parte, advirtió que “no hay espacio para pelea chica en una situación como esta y así lo entendemos en el oficialismo, con quienes además tenemos el tremendo desafío de enfrentar las elecciones en unidad”.

En privado, dirigentes oficialistas sostienen que las tensiones que se han generado demuestran que no estaban preparados como coalición para enfrentar una crisis.

Hay quienes ponen en duda a la propia coalición que solo dio una muestra de unidad para la designación de candidatos a alcaldes, pero que no pudieron replicar en las cartas a gobernadores regionales. Todo, proyectan los más críticos, quedará en evidencia con los resultados de las elecciones del fin de semana.