Genaro Arriagada define su voto “En Contra” para plebiscito de diciembre y califica propuesta constitucional de “peligrosa”
El exministro y exembajador, también calificó como una "maldad" los artículos transitorios incluidos en la propuesta del Consejo Constitucional y afirmó que en el proceso de elaboración no hubo "contención".
El exministro Genaro Arriagada, quien fuera un histórico militante de la Democracia Cristiana (DC) y que renunció a la colectividad en 2021, definió su voto para el plebiscito del próximo 17 de diciembre: se inclinó por la opción “En Contra” de la nueva propuesta de Constitución, la cual calificó de “peligrosa” debido a los cambios que introduce.
En declaraciones a La Tercera Domingo, Arriagada se había mostrado indeciso sobre su voto en diciembre, al manifestar que había aspectos que le gustaban de la propuesta elaborada por el Consejo Constitucional -tales como los relacionados al sistema político y Banco Central-, aunque también había señalado sus reparos con la extensión del proyecto, la polémica que reabrirá respecto a la vida del “que” o del “quien” esté por nacer o el cambio en el derecho administrativo sancionatorio, que, según afirmó en la oportunidad, “es un retroceso hacia un capitalismo sin regulaciones”.
Sin embargo, esta jornada en conversación con Radio Duna, el abogado confirmó que decidió rechazar la propuesta, tal como hizo con el primer texto redactado por la Convención Constitucional. “Terminé de leer el texto y yo voy a votar rechazo”, confirmó Arriagada en su conversación con la periodista Paula Escobar, en el programa Reconstitución.
Consultado respecto a qué lo motivó para definirse por el “En contra”, el abogado afirmó que “primero, cuando yo opiné que estaba viendo el asunto, no lo había leído completamente. Me parecía un acto mínimo de seriedad verlo”. En ese sentido, calificó la propuesta de “peligrosa”. “Lo encuentro peligroso, lo encuentro complicado para el país. Encuentro que es una regresión autoritaria”, señaló.
Asimismo, definió la propuesta como una “Constitución obesa”. Al respecto, sostuvo que la propuesta de Carta Magna “tiene 3.000 palabras más que la Constitución de Hugo Chávez, que ya era una enormidad. Tiene 220 artículos, pero la verdad, tiene algunos artículos que son muy largos porque se esmeraron en poner dentro de la Constitución lo que eran las bases de las leyes orgánicas constitucionales”.
“Acaba de salir una columna de una pequeña revista que tiene José Piñera Echeñique y donde él dice que esta Constitución es la vuelta a los principios libertarios de la Constitución de 1980″, lo que, a su juicio, permitirá un capitalismo sin regulaciones.
“Hay muchos factores, la encuentro peligrosa, encuentro que no va a dar estabilidad porque si uno a una Constitución le mete un conjunto de cosas programáticas, es como meterle en su interior una bomba de racimo porque supongamos, por partir en el caso del aborto en las tres causales, hay algunos que dicen de que esto no les afecta, pero si no les afecta, para qué tanta preocupación por el ‘que’ y el ‘quien’ y por el niño y, en consecuencia, si se judicializa eso por una mala redacción de la Constitución, lo que vamos a tener es un intento de cambiar esto”, aseguró quien fuera ministro de la Segpres en el gobierno del expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Razones para rechazar
Durante la conversación, también ejemplificó con la constitucionalización de las AFP e Isapres. “Si a eso le agregamos que, si hay un programa de izquierda, por ejemplo, que quiera terminar con las AFP o las isapres… yo para ser bien franco soy partidario de que exista un sector privado de salud. No me molesta. Lo que sí me molesta es que lo pongan en la Constitución, porque eso significa que los que piensen distinto a mí, -y este no es un asunto moral, sino una política pública- quedan fuera de la Constitución”, afirmó Arriagada.
“Si queremos hacer las reformas previsionales y de salud, desde las perspectivas de la izquierda, pero también desde la perspectiva de personas como yo, que en esta materia no tengo una convicción absoluta, pero sí tengo la convicción de que debe existir una AFP estatal, para que contribuya a regular esto y a continuación que deben existir instituciones de seguro en material de salud privada, bueno, eso lo deja fuera de la ley”, planteó.
“En el caso de la educación han llegado al extremo de incluso de poner en la Constitución el voucher, que es una política controvertida. No me parece a mí que sea una ofensa moral ser partidario del voucher, pero si me parece que es una demasía ponerlo en la Constitución y así podría encontrar una cantidad enorme de cosas que están, algunas difíciles de explicar y que son gravísimas”, afirmó el también cientista político.
Asimismo, destacó que otra de las razones para su decisión es el cambio del derecho administrativo sancionatorio. “En materia de regulación, lo que siempre existe es que la Constitución es un marco general de principios, después se redacta una ley que traduce esos principios en una norma jurídica y después entra el gobierno a través de los reglamentos a fijar eso. Aquí se establece que no habrá regulación sino en base a una ley. Eso es un cambio radical en lo que se llama el derecho administrativo sancionatorio. Eso significa, por poner un ejemplo crudo, que si mañana hay que cambiar la norma primaria o secundaria sobre el aire en Santiago, hay que acudir a una ley. Eso no existe en ninguna parte del mundo y en segundo lugar, es muy grave, porque de nuevo, al poner en la Constitución estas cosas, metemos el conflicto dentro de la Constitución”, afirmó.
“Aquí hubo una demasía”, manifestó respecto al trabajo en la redacción de una nueva Carta Magna, que en este segundo proceso estuvo dominado por las derechas.
En esa línea, metaforizó respecto a lo que ocurrió. “Esto es como si íbamos bien en el camino hacia el sur y de repente se producen dos hechos. Uno es que algunos saltan al vacío que fue el delirio –como dije José Joaquín Bruner con justa razón–, el delirio de la Convención. A mí me pareció que ese proyecto era delirante, por eso voté en contra. Pero ahora, cuando íbamos hacia el sur, se hace una vuelta en U y regresamos a cosas que estaban superadas”.
“Por ejemplo, en materia de derechos reproductivos, verdaderamente las mujeres habían tenido un avance sustantivo. Yo siempre fui partidario del aborto en tres causales”, indicó.
“Aquí en cambio hemos vuelto atrás”, señaló el abogado, quien aseguró que a pesar de la insistencia de Republicanos y Chile Vamos de que no afecta la ley de aborto en tres causales, dijo “yo creo que el diablo está en los detalles y en consecuencia basta una palabra, cambiar el “que” por “quien” para que esto se judicialice”.
“Yo soy una persona moderada, no me gusta descalificar, pero estoy cansado de los que señalizan hacia la izquierda, pero doblan a la derecha”. “Estoy hablando de los republicanos, creo que si uno toma las declaraciones de ellos, creo que hay mucha contradicción y me parece que ellos estaban en la obligación de dar seguridad y no es una ofensa que uno se los pida, y la verdad, es que lo que ofrecen no da seguridad”, afirmó.
“Maldad” en artículos transitorios
Arriagada también se refirió a la creación de los 20 nuevos organismos y de los que deben reformularse, que en total suman 41, además de criticar la cantidad de artículos transitorios incluidos en la propuesta.
Al respecto, aseguró que “estas son las cosas que rompen la confianza, porque si a mí me dicen que van a rebajar en 17 diputados en nombre de disminuir el gasto del Estado, yo digo, bueno, puede ser razonable, pero si conjuntamente con esta rebaja creo 21 instituciones nuevas y reestructuro 20 más, esto es contradictorio, es una contradicción demasiado brutal”.
“En estas reestructuraciones hay que tener mucho cuidado, porque se fijan plazos. Esto está lleno de artículos transitorios y quiero decir que la maldad –aunque no me gusta la palabra–, pero la maldad en la Constitución del 80 eran los artículos transitorios fundamentalmente. Aquí hay transitorios que son muy peligrosos. Uno no puede llegar y decirle al Parlamento ‘usted va a dictar 41 leyes en los próximos dos años para reestructurar al Estado’. Eso no funciona, eso es lo que yo llamo un cazabobo. Estas cosas requieren procesos y ahí mostraron una contradicción y una falta de continencia”, afirmó.
Asimismo, declaró el texto como una propuesta conservadora, “porque en un conjunto grandes de materias, se vuelve atrás”.
Previo a definirse por rechazar en el referéndum de carácter obligatorio del próximo 17 de diciembre, Arriagada aseguró que “no hay drama si gana el “En contra”, pues sigue la actual Constitución. Y si se impone el “A favor”, es discutible que se cierre este debate. Eso pasaría con un respaldo del 60%, pero si la diferencia es estrecha, difícilmente va a crear una paz duradera una Carta que ha puesto en su interior asuntos que son propios de un programa de gobierno”.
En la oportunidad, también criticó la consigna que señala que la propuesta constitucional generó consenso entre quienes la redactaron. “Decir que porque un 60% de los artículos fueron aprobados por unanimidad es una Carta de consenso, es una falacia. (Hans) Kelsen, el gran jurista del siglo XX, decía que la Constitución soviética era parecida a las occidentales, salvo un puñado de artículos suficientes para establecer la dictadura del partido único”.
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