Lagomarsino (ind. radical) y Pérez (Demócratas): los votos que definirán la suerte de Mellado (RN) en la comisión Monsalve
La comisión especial investigadora que analiza las implicancias políticas de la denuncia por violación contra el exsubsecretario está ad portas de una votación clave, que podría derivar en una nueva conducción de la instancia.
“En virtud del inciso primero del artículo 211 del reglamento de la Corporación, después de la lectura de la Cuenta, la Comisión deberá pronunciarse acerca de la reclamación de la conducta del señor presidente de esta Comisión”.
Ese es el parte de citación que recibieron los diputados integrantes de la comisión especial investigadora que, desde el 19 de noviembre, sesiona para dilucidar las responsabilidades políticas en el marco de la investigación penal que pesa contra el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, hoy en prisión preventiva acusado de abuso sexual y violación.
Para el lunes 6 de enero, en las dependencias del Congreso Nacional de Santiago, los parlamentarios de la instancia están convocados en el horario habitual de funcionamiento, es decir, desde la 10.30 hasta las 12.30, para, en primer lugar, votar la moción de censura que elevó el diputado Diego Ibáñez (Frente Amplio) en contra del presidente, Miguel Mellado (RN).
Aunque fue el parlamentario frenteamplista quien concretó la arremetida, lo cierto es que a varios representantes del oficialismo la conducción del diputado de RN ya les venía irritando desde hace varias semanas. En la misma oposición, además, admiten que si la conducción de Mellado no logra enrielar el trabajo de la comisión, tampoco sería positivo que fracase la investigación parlamentaria, dado que se trata de un caso en el que la ciudadanía exige respuestas.
Sin embargo, los representantes de gobierno no tienen la jugada asegurada. La complicación es que en las propias fuerzas oficialistas existe un desbande, pues el diputado Tomás Lagomarsino (indep. radical) votó por Mellado en la elección de presidente de la comisión el pasado 19 de noviembre.
La otra candidata -que era apoyada por las fuerzas gubernamentales- fue la diputada Joanna Pérez (Demócratas). En esa sesión, cuando se dio la primera ronda de votaciones para elegir al mandamás de la instancia hubo un empate, ya que Lagomarsino se abstuvo. En el segundo intento, finalmente el diputado independiente radical se inclinó por su par de RN.
En ese marco es que tanto Lagomarsino como la jefa de la bancada de Demócratas-Independientes son los dos votos clave para que el oficialismo concrete su arremetida de censurar a Mellado, desbancarlo y tomar el control de la comisión investigadora.
Entre los integrantes oficialistas de la instancia están conscientes de eso y confirman que se han acercado a Lagomarsino para pedirle que apoye la censura a Mellado. Pero, al mismo tiempo, agregan las mismas fuentes, con la diputada Pérez no han existido dichas gestiones.
Consultado Lagomarsino, asegura que, a la hora de votar la censura, tendrá en consideración “cómo ha sido la actuación de la presidencia, pero también cómo se ha buscado torpedear”. “Ha sido un permanente tira y afloja, tanto de diputados que han ido a torpedear y del presidente que le ha faltado templanza”, agrega el diputado.
El oficialismo, sin embargo, tiene otra herramienta de presión. Puede pedirle a los jefes del comité mixto liberal-radical, Cosme Mellado (radical) y Luis Malla (liberal), que reemplacen a Lagomarsino en la comisión, ya que el cupo pertenece a esa bancada y no al diputado en particular.
No obstante, hasta el momento Lagormarsino cuenta con el apoyo de su bancada, ya que su reclamo respecto de la independencia con la que debe actuar la instancia respecto del Ejecutivo tendría eco en las propias filas oficialistas.
De hecho, las principales polémicas en la comisión se han generado por actuaciones del ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde (PS), y algunos diputados socialistas que no son integrantes de la instancia.
Por ejemplo, Elizalde acompañó a la ministra Camila Vallejo (PC), quien fue invitada a exponer, pero cuando ella iba a responder una pregunta, le apagó el micrófono para permitir que la diputada Daniella Cicardini (PS) hiciera una queja reglamentaria. El hecho molestó a Mellado, pues en rigor es el presidente de la comisión quien dirige el debate y concede el uso de la palabra.
“La ministra tiene la palabra”, dijo en esa ocasión Mellado, quien al ver el gesto de Elizalde le dijo: “Ud. no tiene velas en este entierro”, provocando un momento tenso con recriminaciones cruzadas, reprochando faltas de respeto.
También ha causado ruido en la instancia la presencia permanente de los diputados socialistas Raúl Leiva y Daniel Manouchehri, quienes a pesar de estar representados como bancada por Cicardini, han concurrido a la mayoría de las sesiones.
De hecho, uno de los antecedentes que se suman para cuestionar a Mellado fue un encontrón que tuvo con Manouchehri en medio de una ronda de preguntas que la diputada Gloria Naveillán le hacía al jefe del Segundo Piso de La Moneda, Miguel Crispi.
“Este no es un interrogatorio de la CNI, por favor, presidente, ponga orden”, cuestionó el socialista.
Ante la insistencia del parlamentario, Mellado le respondió: “No sea roto, si usted llega tarde, usted no tiene voz acá”.
Votación en suspenso
Con esos antecedentes sobre la mesa, para el próximo lunes, Mellado tendría asegurado seis votos de los 13 integrantes de la comisión, mientras que en la otra postura hay cinco parlamentarios que están decididamente por destituirlo de la presidencia (el legislador RN no perdería su cupo en la instancia).
Por lo mismo, se espera que al menos parte del oficialismo intensifique las conversaciones con Lagomarsino, tarea en la que algunos echan de menos un rol más activo del Ejecutivo.
Desde el entorno del diputado independiente-radical, sin embargo, transmiten que el peso de la prueba lo tiene la diputada de Demócratas.
“Nadie quiere mostrar sus cartas”, aseguran fuentes de la comisión. Así, incluso, la incertidumbre podría reinar hasta el momento mismo de la votación, donde Lagomarsino y Pérez estarán atentos a cómo vote cada uno.
Con la abstención o la ausencia de alguno de ellos, como ocurrió en la primera votación para elegir al presidente, la censura se caería y Mellado continuaría a cargo de la investigación parlamentaria.
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