Unos por Elisa Loncón (representante del pueblo mapuche) y los otros por Isabel Godoy (representante del Pueblo Colla). Aunque compitieron en una lista común –Apruebo Dignidad- los constituyentes del Frente Amplio y los del Partido Comunista tuvieron un comportamiento distinto en el debut de la convención constitucional, lo que augura interpretaciones futuras sobre la futura política de alianzas de ambos bloques de cara al debate constitucional. Mientras el Frente Amplio apostó por respaldar a Loncón, tal como el resto de la centroizquierda, el PC se plegó en primera instancia a la elegida de la Lista del Pueblo, que terminó siendo derrotada. Una medición de fuerzas similar se dio al momento de la elección del vicepresidente de la convención que sólo en un tercer intento recayó en Jaime Bassa. El PC en las dos primeras votaciones no se inclinó por el abogado que fue elegido en un cupo de sus socios del FA, sino que sus constituyentes se plegaron a la opción de Rodrigo Rojas, de la Lista del Pueblo, una figura que se hizo reconocida por su participación en las manifestaciones del estallido social.

Los constituyentes del PS –autodenominados Colectivo Socialista- ayer decidieron plegarse primero al nombre de Elisa Loncón para la presidencia, al igual que el Frente Amplio, y luego a Jaime Bassa, en la vicepresidencia. Junto al FA mantuvieron alianzas para la conformación de la mesa de la convención, pese a que –en un principio- habían mantenido en reserva cuál iba a ser su posición. La postura de los socialistas fue clave en ambas votaciones y permitieron dar viabilidad a las opciones levantadas por los grupos menos radicales.

Las primeras horas del inicio de la convención constitucional dejará en la retina el rol secundario de los constituyentes de Chile Vamos. Aunque sin posibilidades de imponer una opción para dirigir la instancia, los representantes oficialistas de todas maneras apostaron por presentar candidaturas: en la elección de la presidencia se inclinó por Harry Jurgensen y luego en la de la vicepresidencia por Pollyana Rivera. La señal de cohesión fue opacada sin embargo por “díscolos” como Bernardo de la Maza, quien en la primera vuelta de la presidencia votó por Agustín Squella, y en la tercera vuelta de la vicepresidencia lo hizo por Jaime Bassa. Habrá que ver si –con el avance del debate- los representantes de Chile comienzan a tomar un rol más protagónico.

La señal de que la presidenta de la Convención fuera una mujer de los pueblos originarios era fundamental y necesario, según comentaron ayer, para los sectores de izquierda de la Convención. Y es que los simbolismos o las señales, probablemente, serán claves en el desarrollo de la Convención Constitucional. La presencia de símbolos, rituales y vestimentas de la cultura de los pueblos originarios fueron recurrentes en la ceremonia inaugural. El nombre de Elisa Loncón finalmente se impuso en una competencia con otra mujer –Isabel Godoy- representante del pueblo Colla.

Los primeros momentos de la Convención fueron tensos, por decirlo menos. Aunque la ceremonia estaba agendada para las 10 de la mañana, las distintas manifestaciones convocadas a las afueras del ex Congreso –donde se desarrolló la sesión- provocaron su retraso en cerca de una hora. Ya sonaba el himno nacional cuando la relatora del Tricel, Carmen Gloria Valladares, quien dirigió la ceremonia, debió suspender la sesión debido a que varios constituyentes acusaron represión policial. Las manifestaciones violentas –en todo caso- no pudieron ser contenidas ni siquiera por convencionales de la Lista del Pueblo, el FA y el PC que intentaron contener los disturbios.

Hoy a las 15 horas se volverá a reunir la Convención para definir si es que se amplía la mesa a cinco o siete vicepresidencias. Otro debate que surgió a petición de la nueva mesa de la entidad fue el anuncio de que pondría en discusión una declaración donde se pedirá la amnistía de presos durante el estallido social. Desafíos inmediatos serán también definir si se implementará un reglamento provisorio -que sirva para avanzar en la discusión de fondo- y luego empezar a zanjar cómo será el flujo de los 2/3 -o sea, si se ocupará ese quórum en el pleno y comisiones-, que competencias o atribuciones tendrá la presidencia y vicepresidencia, y una serie de temas claves para el trabajo que tendrán durante los próximos nueve meses o doce si prorrogan.