Manuel José Ossandón: "Puedes tener un relato precioso, pero la gente no va a votar si no hay soluciones concretas"
Para el parlamentario, Chile Vamos debe "eliminar los eslóganes" y enfocarse en resolver los "problemas reales de la gente". Para ello, dice, las reformas van bien encaminadas, pero "tienen que mejorarse".
Luego que la Cámara aprobara la reforma al sistema de adopciones, que posibilita la adopción homoparental, Manuel José Ossandón (RN) adelanta cómo abordará este debate en el Senado y plantea la postura que el gobierno debería asumir en la defensa del rol de padre y madre.
Y aunque detalla sus argumentos con firmeza, para el parlamentario los principales esfuerzos de La Moneda deben estar puestos en solucionar los problemas concretos de las personas; de lo contrario, dice que no habrá proyección de Chile Vamos en el gobierno.
Tras lo ocurrido esta semana en la Cámara, ¿se puede considerar por perdida la "batalla" de la derecha en contra de la adopción homoparental?
Primero, para mí esta no es la defensa de la derecha o de la izquierda, son temas que no tienen color político ni credo religioso. Yo espero que la defensa valórica no sea una lucha entre buenos y malos. Eso no quita que tengamos el deber de defender lo que creemos, y creo que el gobierno debe insistir en defender la opción de padre y madre como primer orden en la adopción.
¿Cree que el gobierno se la puede jugar más en eso? Porque con la indicación sobre el "rol de padre y madre" se dice que buscó dejar contentos a liberales y conservadores de Chile Vamos...
El gobierno tiene que ser claro en insistir en su posición del rol de padre y madre, esos roles son clave.
¿Lo pueden cumplir solo un hombre y una mujer, o lo pueden cumplir dos hombres o dos mujeres?
El rol de padre es masculino y el de madre es femenino, por eso creo que para una pareja de lesbianas es mucho más fácil criar a un niño que para dos hombres. Los hombres somos distintos, aunque nos traten de decir que somos iguales o que son cosas culturales, no es así. Nosotros no parimos, no amamantamos, no tenemos un montón de virtudes e instintos que tiene la mujer con los niños.
¿Y cómo evalúa que haya sectores en la derecha que apoyen la adopción homoparental?
Los respeto. Y tampoco digo, taxativamente, que una mujer no pueda cumplir el rol de padre, porque conozco miles de mujeres que lo hacen. Pero estamos haciendo una ley que tiene que buscar el ideal, no las excepciones.
Quienes están en la vereda contraria acusan a la derecha de "retrógrada", "recalcitrante", "homofóbica". ¿Cómo recibe ese tipo de calificativos?
Siento que me están discriminando. Tenemos que discutir con altura de miras, con respeto, pensando en el bien de Chile y en el interés superior de los niños. Que me digan homofóbico porque pienso distinto a ellos es una descalificación; homofobia es una enfermedad, me están tratando de enfermo. Yo no he dicho que ellos sean "heterofóbicos", no he dicho que estén enfermos, tienen todo el derecho a pensar distinto.
¿Este no es un tema en que la derecha debiera renovarse o abrirse a visiones diferentes?
¿Pero qué es "renovarse"? ¿Por qué "renovarse" es estar a favor de estas cosas? Eso no es renovarse, es tener una visión valórica distinta.
En los últimos meses usted retomó su tono crítico hacia el gobierno...
Es que ser crítico me parece sano. Yo soy un enemigo de esa frase que crearon, "el fuego amigo", y de las personas que dicen que "la ropa sucia se lava en casa". ¡Mire lo que le pasó a la Iglesia Católica por hacer eso! Reconozco haberme equivocado en el pasado, porque algunas de mis críticas se transformaban en críticas personales, y eso es lo que no hay que hacer.
¿Cómo aprecia la discusión que abrió el senador Andrés Allamand respecto del relato del gobierno?
Nuestro sector está hablando hace rato de las distintas formas de ver el legado que puede dejar este gobierno. Un problema que hemos tenido es que hay que eliminar los eslóganes. Con Allamand tengo mucha afinidad, me parece un senador brillante, pero venimos de mundos completamente distintos; yo vengo del mundo municipal, de la calle, de los problemas reales de la gente.
El legado se evalúa mirando hacia atrás, pero se va construyendo a través de un relato...
(Interrumpe) ¡Eso es mucha teoría! El verdadero legado es, para mí, entregar la banda presidencial a alguien de Chile Vamos.
Pero ese es un objetivo...
No, no es un objetivo. Cuando se habla de relato, me parece un eslogan un poco anticuado. Nadie continúa o bota un gobierno por un relato, la gente vota por si le resolvieron o no sus problemas o por si se siente interpretada por quienes gobiernan. ¿Y por qué este gobierno, el Presidente, tienen una mala evaluación? Porque la gente no percibe que esos beneficios y esos resultados les lleguen. Y puedes tener un relato precioso, pero la gente no va a votar si no hay soluciones concretas. Eso lo aprendí en la calle.
¿Le falta más calle a las autoridades de gobierno?
No. Se han cometido errores de estrategia, como seguir insistiendo en que los grandes males que tiene Chile son culpa del gobierno pasado. Sé que recibimos un gobierno en malas condiciones sociales y económicas, pero hoy es momento de sentarse con los adversarios a debatir el futuro de Chile. Yo he revisado el programa del Presidente Piñera, y muchas de las cosas que él plantea son a largo plazo, así que no sacamos nada con tener un relato y un discurso precioso si no le solucionamos los problemas a la gente.
Para ese tipo de problemas, ¿están bien encaminadas las reformas?
Creo que sí, pero tienen mucho que mejorar en el Parlamento. Para eso necesitamos buena voluntad y sacarnos esta pelea ideológica que tanto nos ha hecho fracasar.
En el aniversario de RN, Mario Desbordes dijo: "El partido no ha proclamado ni va a proclamar todavía un candidato presidencial. Tenemos muy buenas cartas, pero lo que importa hoy es apoyar al Presidente Piñera"...
Me parece bien, razonable. Ser candidato hoy día es una falta de respeto.
¿Y cuál es la falta de respeto? Usted también ha dicho que va a competir y trabaja para eso…
Pero yo trabajo para difundir la derecha social y un sueño de país que tengo, no para hacer campaña, porque el Presidente lleva un año recién. ¿Cómo no va a ser una falta de respeto que nuestro Presidente ya tenga competencia? Ese ya no sería un pato cojo, sería un pato sin patas.
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