Maya Fernández: "Claramente hay un retroceso del Presidente Piñera en materia de derechos humanos"

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La diputada socialista asegura que percibe una diferencia entre el mandatario que habló de los cómplices pasivos en su primer gobierno y las señales que ha dado en su segunda administración.


La presidenta de la Cámara de Diputados y nieta de Salvador Allende, Maya Fernández (PS), no puede evitar pensar en la historia de su propia familia al abordar el complejo debate que ha dividido al mundo político en la antesala de un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1973. La parlamentaria asegura que los dichos del ahora ex ministro de las Culturas, Mauricio Rojas, en torno al Museo de la Memoria son "inaceptables" y que son el reflejo de una derecha "que no ha terminado de entender el horror" que se vivió en Chile durante la dictadura. En esta entrevista asegura que el propio Presidente Sebastián Piñera ha retrocedido respecto de su primer gobierno en esta materia.

El tema de los derechos humanos se tomó la agenda en los últimos días. ¿Cómo recibió las palabras del ahora exministro Mauricio Rojas?

Los dichos del exministro remecieron a la sociedad, partiendo por el mundo de las culturas y las artes, porque claramente son palabras que generan dolor y son inaceptables respecto de lo que ocurrió en Chile. Creo que sus palabras retratan, en gran parte, a la derecha de hoy.

Desde la derecha han planteado la necesidad de darle un "contexto" a la construcción de la memoria.

Ningún contexto puede justificar los horrores, y lo que se muestra en el Museo de la Memoria son las violaciones a los derechos humanos por parte del Estado, por eso son delitos de lesa humanidad. ¿Cuál es el deber del Estado? Proteger a sus ciudadanos y ciudadanas. ¿Qué ocurrió en Chile? El Estado fue el que violentó los derechos humanos de ciudadanos a los cuales debía proteger. Aquí se torturó con corriente, con golpes, las mujeres fueron violadas y hasta con animales.

En medio de este debate, el Presidente Piñera retomó el plan de crear un Museo de la Democracia. ¿Qué le parece esa idea?

En democracia podemos tener visiones distintas, podemos tener ideas de país distintas, podemos tener sueños distintos, pero lo que nunca podemos aceptar es avalar lo que ocurrió en Chile. Y en ese sentido, el momento y la forma en la cual el Presidente Piñera anuncia la creación de esto, justamente, se ve como un empate y, además, empaña el debate que estábamos teniendo respecto del significado de un museo por la memoria en Chile. Siento que el debate aquí era otro, el debate central aquí es la importancia de no perder la memoria y no volver a cometer los mismos horrores.

¿Qué objetivo ve detrás de la idea de crear un Museo de la Democracia?

Creo que todavía está muy arraigada la justificación en algunos sectores a las violaciones a los DD.HH. cometidas en Chile. Estamos hablando de personas que hasta el día de hoy no saben dónde están sus familiares. Yo siempre he dicho, y disculpe que vaya a un tema personal, yo he tenido una vida familiar que ha sido compleja desde el punto de vista de lo que nos ha pasado... la muerte de mi abuelo, mi madre, pero poder ir a ponerle una flor porque tú sabes donde está es, no sé si tranquilizador, pero muy importante. Sin embargo, hay familiares que han envejecido y hasta el día de hoy no solo no pueden dejar una flor, sino que ni siquiera saben exactamente lo que pasó.

El diputado UDI Ignacio Urrutia planteó que las víctimas eran "terroristas con aguinaldo". Después, el exministro Rojas asegura que el Museo de la Memoria es un "montaje". ¿Ve una derecha más dura en materia de DD.HH.?

Veo a una derecha que no acaba de entender que lo que ocurrió en Chile fue horroroso, que no solo es que perdimos la democracia de manera brutal, sino que hubo una persecución sistemática a quienes pensaban distinto. Veo una derecha que, en gran parte, está al debe respecto del reconocimiento de estos errores.

El Presidente aseguró que Salvador Allende validó la violencia y los mecanismos no democráticos. ¿Qué le parecieron sus dichos?

Sus palabras son graves, porque se está refiriendo a un ex Presidente de la República, que también fue elegido, es cierto, ratificado por el Congreso, pero tuvo una elección popular. Y Allende siempre creyó en la democracia. Él siempre defendió la vía democrática al socialismo. Perdió muchas veces en las urnas, era persistente, nadie puede negar eso, porque él creía realmente en la democracia. Entonces, lamento que un presidente se refiera así a él. Me imagino que justamente esto tiene que ver con la diversidad de opiniones que tiene la derecha y que son parte también de su coalición.

En septiembre de 2013, Piñera instaló la discusión en torno a los "cómplices pasivos" y decidió el cierre del penal Cordillera. Hoy desde algunos sectores se plantea que pareciera ser otro Presidente en materia de DD.HH. ¿Comparte esa visión?

Sí, de hecho yo siento que hay un retroceso justamente respecto de su primer gobierno. Ahora claramente hay un retroceso del Presidente Piñera en materia de derechos humanos, no solamente por las personas que nombra sino en cómo se abordan las materias.

¿Respalda la presentación de una acusación constitucional en contra de los ministros de la Corte Suprema que concedieron libertad condicional a condenados por delitos de lesa humanidad?

Prefiero no referirme a eso porque, si bien soy diputada y voto también, soy presidenta de la Cámara de Diputados y garante del proceso. Sí creo que es importante, desde el punto de vista legislativo, que se avance en la comisión mixta en la regulación del otorgamiento de las libertades condicionales, incluyendo el arrepentimiento y la colaboración de quienes cometieron esos delitos. Esto, para que no tengamos a personas liberadas sin siquiera haberse arrepentido. Yo creo que eso no corresponde.

El gobierno ha dicho que eso es algo que no se puede exigir, puesto que responde al fuero interno de cada persona y sería un criterio subjetivo.

Discrepo de eso, porque tú pudiste ser obligado, que yo no dudo que eso pudo haber ocurrido así en los mandos más bajos, pero eso no significa que no puedas arrepentirte. Porque son hechos tan brutales... tiene que ver con la calidad humana. O sea, cómo alguien no se va a arrepentir de haberle colocado corriente a otro ser humano por pensar distinto, cómo alguien no se va a arrepentir de haber colgado, de haber violado. Creo que es un mínimo gesto de humanidad por las víctimas y sus familiares.

El gobierno ha dicho que la acusación pone en riesgo el Estado de derecho. ¿Comparte esa impresión?

No lo comparto, yo creo que aquí hay tres poderes del Estado autónomos y esta es una facultad parlamentaria.

A menos de seis meses del periodo legislativo, ya van dos acusaciones constitucionales ingresadas. ¿Cree que se ha abusado de esa facultad?

En el periodo anterior hubo muchas acusaciones y nadie decía nada, ahora nos acusan a nosotros por impulsarla cuando siempre ha habido. Cuando ellos eran oposición nada de decían del Estado de derecho.

Piñera dijo que daría a conocer en torno al 5 de octubre detalles del Museo de la Democracia. Desde la oposición han señalado que el Mandatario intenta aprovecharse del legado de los gobiernos de la Concertación. ¿Coincide con esa acusación?

Lamentablemente, yo veo que el Presidente Piñera quiere hacer un empate, quiere apropiarse de un tema utilizándolo. En vez de empatar, debería entender que los derechos humanos y la democracia son temas intrínsecamente relacionados.

Esta semana se abrió un debate en la oposición luego de que Boric dijera que la izquierda debe condenar con la misma fuerza las violaciones a los DD.HH. que hubo en Chile, la represión en Nicaragua o la situación de Venezuela. ¿Cuál es su posición sobre el actuar de los regímenes de Ortega y Maduro?

Primero, decir que yo creo que la izquierda ha abordado esto. En el Congreso hemos tenido muchos proyectos de acuerdo, tuvimos una sesión especial donde nadie se opuso respecto de Venezuela. En el caso de Nicaragua, parlamentarios de muchas bancadas firmamos una carta, se ha abordado en la comisión de RR.EE. donde hemos escuchado a una delegación que vino la semana pasada.

¿Usted siente que se puede ser de izquierda y condenar la situación que atraviesa la población de Nicaragua y Venezuela?

Por supuesto, yo no veo una contradicción en eso. En la izquierda puede haber versiones inclusive distintas, pero creo que sí se puede ser de izquierda y no estar de acuerdo, absolutamente.

Pero usted señaló que el parlamentario le hacía el juego a la derecha...

El diputado Boric puede tener una opinión y me parece muy bien, transparentar las opiniones siempre es importante. Sin embargo, yo lo que dije es que en este momento él le hacía el juego a la derecha, porque justamente estábamos dando un debate interno y empezar a hablar del tema internacional es alejar esa discusión que estaba dando la sociedad chilena respecto a lo que ocurrió en Chile y sobre qué pasa hoy en el país en materia de derechos humanos.

¿Cómo ve, desde el punto de vista ideológico, estos primeros seis meses del gobierno de Piñera?

Sus medidas económicas están enfocadas a favorecer a los más ricos. Eso queda reflejado en el proyecto de reajuste del sueldo mínimo, donde las personas que ganan menos no reciben un aumento relevante para mejorar sus ingresos; en el estatuto laboral juvenil, que precariza las condiciones laborales; y en la reforma tributaria, donde los más ricos dejarán de pagar impuestos. Eso no es aceptable, porque además esto incluye al Presidente, siendo uno de los hombres más ricos de Chile.

¿A su juicio, cómo debe ordenarse la oposición para enfrentar los comicios de 2020?

Las fuerzas progresistas tienen un sustrato común, que se va a expresar en la medida que la agenda de derecha se vaya materializando. Estoy confiada en que ese trabajo conjunto se va a expresar en las próximas municipales. En esto pienso que debemos concurrir a primarias para tener un candidato o candidata común que compita por las alcaldías en 2020.

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