Michelle Bachelet y los 50 años: “Tengamos la madurez de aprender de nuestra memoria, de mirarnos y reconocernos como hermanos”
La expresidenta, en compañía del actual Mandatario, participó de la presentación del libro póstumo de Patricio Aylwin, que narra su experiencia en el gobierno de la Unidad Popular. "Una política de Estado se basó por 17 años en aniquilar al que pensaba distinto (...). Las heridas son aún más difíciles de sanar si hay quienes lo niegan", postuló la exjefa de Estado.
“Yo entendí que era el lanzamiento de las memorias del Presidente Aylwin. Y dije que sí (a la invitación). Cuando vi que era de la época de la Unidad Popular, me compliqué un poquitito. Y leyéndolo (el libro), aún más. Pero vamos a conversar lo que yo creo que es clave”.
De esa forma, en la Casa Central de la Universidad de Chile, al mediodía de ayer, la expresidenta Michelle Bachelet (PS) comenzó su intervención como parte de la presentación del libro La experiencia política de la Unidad Popular, el que comenzó a ser escrito por el exmandatario Patricio Aylwin (DC) en el verano de 1974 y que fue terminado en su retiro de la vida pública.
El evento, que contó con la presencia del Presidente Gabriel Boric -invitado por la rectora Rosa Devés-, fue sede de un encuentro de exautoridades clave de los gobiernos de la transición a la democracia. Entre ellos estuvieron los exministros Carlos Figueroa, Andrés Zaldívar, Jaime Ravinet y Andrés Palma. Además, se sumaron la familia Aylwin y autoridades como el ministro Jaime de Aguirre (Culturas), el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, los senadores Paulina Vodanovic (PS) y Matías Walker (Demócratas). También participaron el rector Carlos Peña (Universidad Diego Portales) y el presidente de Amarillos por Chile, Sergio Micco.
“Mi papá se demoró como 38 años en escribir el libro, porque lo tenía listo en 2011. Lo que nosotros (como familia) hicimos cuando la editorial nos llamó fue ver su borrador, chequear que las citas estuvieran bien, hacer algunas compaginaciones. Pero la verdad es que el libro se demoró, pero él no lo quiso publicar en vida”, comentó la exministra Mariana Aylwin (Amarillos) sobre la redacción del texto.
En su alocución, Bachelet sostuvo que, en el marco de la conmemoración de los 50 años desde el Golpe de Estado que encabezó Augusto Pinochet, es clave “tener esta oportunidad para volver con serenidad a lo que ha sido nuestra historia, con sus aprendizajes y sus proyecciones. Una historia que, yo espero, cada día tenga mayores consensos sobre lo esencial, sobre aquello que permite apuntar juntos a un futuro común, que es la democracia y la protección irrestricta a los derechos humanos”.
La expresidenta manifestó que ve “con preocupación” discusiones en el ámbito público “donde se cuestionan cuestiones que, a nuestro juicio, no son cuestionables (sic)”, apuntando -aunque no explícitamente- a la derecha.
En ese sentido, la expresidenta Bachelet manifestó que, para ella, ver que las encuestas apuntan a que hay un porcentaje de chilenos que dice que el mejor gobernante de Chile ha sido Pinochet “es un tema que como sociedad nos tiene que importar”.
“Yo espero que este año tengamos la madurez de aprender de nuestra memoria, de mirarnos y reconocernos como hermanos de un mismo país, que defienden la democracia y los derechos humanos como la única posibilidad de bienestar y dignidad para todos y todas”, manifestó.
Sobre el valor de la democracia, la expresidenta sostuvo que esta “se construye en ese diálogo entre miradas plurales. Es el régimen que garantiza las libertades (...), es el único modo de supervivencia que es autoexigente, y por ello se somete a un perfeccionamiento permanente”. Y, además, enfatizó que “por eso es que es tan importante que cualquier mirada a nuestra memoria parta de una premisa fundamental: que hay hechos incuestionables, documentados, que no pueden ser negados. Y hay visiones, interpretaciones, que se acercan a los hechos desde la experiencia y lugares que ocupamos unos y otros”.
Para ejemplificar, Bachelet indicó que “la democracia sirvió para derrotar a Pinochet en las urnas”. Pero también mencionó que fue clave en 2019, cuando el gobierno del Presidente Sebastián Piñera tenía un 6% de aprobación. Sobre ese momento, ella dijo que “las tentaciones pudieron haber sido muy grandes para intentar desestabilizar la situación”. Por lo mismo, destacó que “los parlamentarios tuvieron la capacidad, y el Presidente Boric fue uno de ellos, de buscar una solución institucional a la crisis que se vivía en ese momento. Entonces, yo digo, hay distintas lecturas, hay distintas experiencias vitales, pero ninguna de estas lecturas cambia la fuerza de los hechos”.
“Aún estamos cargando dolores como sociedad, porque una política de Estado se basó por 17 años en aniquilar al que pensaba distinto o que era considerado peligroso. Nada nunca, en ningún lugar, podrá justificar que se atropelle la dignidad que nos define como humanidad. Las heridas son aún más difíciles de sanar si hay quienes niegan o justifican lo que han establecido comisiones de Estado, como la Comisión Rettig, la Comisión Valech (...). Es algo que simplemente no podemos permitir, porque deterioran la posibilidad de que seamos una comunidad, porque es nuestro deber moral hacer lo posible porque no se repitan casos tan dolorosos”, agregó.
En esa línea, valoró “gestos como los que hizo la Armada y el ‘nunca más’ del almirante De la Maza. Creo que es bueno que otras instituciones y otras fuerzas hagan lo mismo”.
A la salida del evento, la senadora Vodanovic, quien preside el Partido Socialista, enfatizó que el libro aporta “miradas importantes acerca de un periodo histórico, pero también pensando en el presente y en el futuro, y sobre todo la valoración de la democracia y el respeto a los derechos humanos, que me parece que es indispensable hoy día, cuando muchos reniegan o derechamente caen en el negacionismo”.
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