Nuevos ministros: los desafíos y sus primeras gestiones

Llegaron todos temprano a La Moneda. El miércoles fue el primer día de los nuevos ministros del comité político -Víctor Pérez (Interior) y Jaime Bellolio (Segegob)-, así como también el estreno de Cristián Monckeberg a cargo de la Segpres y de Karla Rubilar en Desarrollo Social.

Los cuatro tuvieron agendas intensas para comenzar a instalarse en sus respectivas carteras y comenzaron así, según les pidió el Presidente Sebastián Piñera, la “tercera y última etapa” del gobierno, con miras a reordenar e iniciar un “nuevo trato” con Chile Vamos. Esto, en medio de la crisis oficialista, consagrada con el despacho del proyecto que permite el retiro del 10% del fondo de pensiones.

Los secretarios de Estado dieron, entre martes y miércoles, declaraciones fijando sus primeros lineamientos , luego que el Jefe de Estado les estableciera los primeros ejes, que son en los que profundizará en la cuenta pública de mañana ante el Congreso: enfrentar la pandemia, fortalecer la red de protección social, recuperación económica, impulsar acuerdo en reforma previsional, resguardo de orden público y garantizar la realización de las elecciones que vienen, poniendo énfasis en que se realice con éxito el plebiscito constitucional. Esos lineamientos, en todo caso, se espera que Piñera los profundice convocando a una reunión de consejo de gabinete.

En este esquema, los secretarios de Estado -particularmente el nuevo jefe de gabinete- tendrán un rol clave. De hecho, en Palacio es sabido que Pérez y Piñera no son cercanos, pero creen que eso puede contribuir a establecer mejores relaciones de confianza con los partidos.

Una de las primeras tareas que tendrá que enfrentar el nuevo ministro del Interior es la relación que mantenga con Chile Vamos, y, un segundo factor, cómo va a encarar el orden público. Esto, teniendo en cuenta que el exsenador es calificado como un “duro” derechista. De hecho, el miércoles recordaban en Twitter que durante el estallido social dijo que “durante muchos días de estas últimas semanas Carabineros de Chile fue el que logró sostener el estado de derecho”, y que “mis profesores de Derecho Público me decían que la fuerza del Estado era legítima y que la violencia de los particulares era ilegítima, y que eso es la base del estado de derecho. Carabineros es una de las instituciones que han recibido un ataque frontal”.

En este escenario, Pérez tuvo el miércoles una intensa agenda de reuniones. Primero, con el equipo de prensa que hasta el martes trabajaba con Gonzalo Blumel. Ellos siguen con el nuevo titular de la cartera hasta nuevo aviso. Lo mismo el jefe de gabinete de Blumel, Pablo Prieto, y su jefe de asesores, Andrés Sotomayor, dupla a la que Pérez le pidió ayer quedarse al menos por 15 días, ya que llegó solo, sin equipos, pero se espera que comience a realizar sus primeros fichajes.

Luego, el ministro, al igual que sus nuevos pares del gabinete, participó de la reunión del comité de crisis para enfrentar la pandemia y, posteriormente, tuvo un encuentro con Piñera. Cerca de las 11.00, Pérez continuó su jornada abordando las áreas de seguridad pública. Por eso, sostuvo una reunión de trabajo con los altos mandos de la PDI y de Carabineros, instancia en la que dio instruccione: entre otras, de que exista un trabajo más coordinado.

Asimismo, tuvo una reunión bilateral con el nuevo titular de Defensa, Mario Desbordes, con quien tendrá que tener un trabajo necesariamente coordinado mientras dure el estado de excepción.

Más tarde, Pérez encabezó una cita con todos los intendentes del país, en la que entregó sus primeras definiciones: trabajar para restablecer la unidad de la coalición a la brevedad mediante el diálogo, y énfasis para enfrentar los problemas de orden público, recalcando que debe existir máxima coordinación entre Carabineros y la PDI. Y, según afirman en el gobierno, se comprometió a cambiar la mirada “centralista” del país y poner un mayor foco en las regiones.

En ese sentido, un aspecto relevante que deberá enfrentar serán los hechos de violencia en La Araucanía y la política que instruirá. Esto, luego de que Monckeberg y Blumel intentaran retomar la agenda para la zona, lo que finalmente no se concretó.

Al igual que Pérez, el nuevo titular de la Segpres, Cristián Monckeberg, se instaló rápidamente. Una de sus primeras acciones fue modificar su oficina, en la que movió la mesa rectangular que hay en ese lugar e incorporó cuatro sitiales y una mesa de centro para hacerla “más acogedora para el diálogo”, como comentan en su entorno.

Inmediatamente, además, llamó por teléfono a la presidenta del Senado, Adriana Muñoz (PPD), con quien agendó una reunión, en principio, para el próximo lunes, e hizo lo propio con el presidente de la Cámara de Diputados, Diego Paulsen (RN), con quien también acordó un encuentro, que se realizaría este jueves.

De igual manera, Monckeberg recibirá este jueves, a las 9.00, de manera presencial, a los jefes de bancada de Chile Vamos para abordar la agenda legislativa y definir objetivos en conjunto. Mantener ordenado al bloque a la hora de votar en el Congreso, de hecho, será uno de los principales desafíos del nuevo titular de la Segpres, luego del fracaso legislativo de La Moneda con el proyecto sobre el retiro de fondos de las AFP. Asimismo, entre sus primeras gestiones también se contactó con algunos jefes de bancada de oposición. Su objetivo, dicen en el gobierno, es tener un sello dialogante y de acuerdos.

En paralelo, la ministra Rubilar también comenzó a instalarse. Con su llegada a Desarrollo Social, en el Ejecutivo esperan que releve el sello social, pero la secretaria de Estado también deberá definir una postura respecto de la agenda para La Araucanía, ya que los proyectos políticos sobre ese tema son de responsabilidad de su cartera.

En el caso de Bellolio -quien encabezó el miércoles una serie de reuniones, entre otras, para ver temas relativos a TVN-, en su entorno dicen que aún no tiene definiciones claras respecto a cuál será el sello de sus vocerías.

Y el nuevo canciller, Andrés Allamand, por su parte, también tuvo el jueves una intensa agenda, además de una extensa reunión bilateral con Piñera.

Los nuevos secretarios de Estado tendrán un rol clave en el plebiscito constitucional y tendrán que mantener la prescindencia y neutralidad, pese a que varios de ellos - Pérez, Bellolio y Allamand- están por el “rechazo”.

En este escenario, en La Moneda, además, hay un objetivo que es crucial y urgente: recuperar toda la popularidad posible para acercarse al menos al rango del 30% de aprobación. Con eso, dicen, podrán encarar la consulta nacional del 25 de octubre con alguna esperanza de ganar al menos un tercio en el órgano constituyente, piso para tener derecho a veto.