Oficialismo notifica a republicanos que negociará como un solo bloque las enmiendas del Consejo Constitucional

Una semana después de que las bancadas del Consejo Constitucional ingresaran más de mil enmiendas y la tensión en el órgano redactor se elevara debido a las críticas del oficialismo, los representantes calmaron las aguas y ahora están alistando el diseño y la estrategia para llevar adelante el debate de todas esas indicaciones.

Fuentes del Consejo comentan que el diálogo se dará en dos niveles. Uno de esos estará marcado por el debate público de cada una de las comisiones. El segundo nivel, dicen las mismas fuentes, será soterrado y se vincula con las tratativas que comenzarán a tener los consejeros del oficialismo y la oposición para negociar la posibilidad de que el texto que redacte el Consejo sea fruto de un pacto político transversal.

Todos esos diálogos, hasta el momento, han sido incipientes y se han dado con conversaciones informales. Conocedores de estos movimientos afirman que, en un inicio, la bancada republicana intentó explorar una negociación con el oficialismo que no tuviera tantos interlocutores. De esa forma, vieron la posibilidad de que la conversación solamente tuviera como contraparte la bancada socialista, un sector del oficialismo que es visto más cercano a la centroizquierda.

El PS, consciente de esos acercamiento por parte del Partido Republicano, respondió de vuelta y esta semana -confirman al menos seis fuentes de izquierda y de derecha- los socialistas notificaron a la bancada de 22 consejeros republicanos que la única negociación posible se hará con el “bloque unidad” que agrupa a los 17 escaños oficialistas. “El PS es parte del gobierno, no hay otra opción posible”, comenta una fuente socialista.

El bloque completo del oficialismo incluye a los seis consejeros socialistas, los cuatro de RD, cuatro de CS, dos comunistas y un escaño indígena mapuche. La bancada republicana recibió el mensaje y lo comunicó a algunos consejeros de esa bancada. Sin embargo, el tema no ha sido abordado formalmente por el bloque de derecha.

Fuentes republicanas comentan que ante el aviso, serán ellos los que vean si están dispuestos a llevar las conversaciones con el bloque entero, ya que, al ser la bancada más grande, dicen que les corresponde poner las condiciones en que se tiene que dar el diálogo. Otras fuentes consultadas agregan que, solo a modo preliminar, el hecho podría facilitar el diálogo, ya que quedaría aún más claro que los consejeros oficialistas corresponden al gobierno y, en un contexto en que el Ejecutivo vive sus propias crisis y bajos niveles de aprobación, podría jugarles a favor al momento de ver qué tanto piso político hay para que esto termine en un pacto transversal.

En ciertos sectores republicanos comentan que el problema de que las conversaciones se lleven con todo el bloque oficialista es que eso viene acompañado de las exigencias que imponga el Partido Comunista, una colectividad que pese a tener solo dos consejeros se hace notar y ha sido muy, dicen, “audaz” al momento de plantear sus puntos al interior del Consejo.

Los comunistas están al tanto del interés de los republicanos de aislarlos. Desde el partido dicen que es una estrategia previsible, pero que ellos no darán un paso al costado y, pese a la disconformidad que tienen y las pocas probabilidades de éxito que vislumbran en el horizonte, no se bajarán del proceso.

En paralelo, los delegados de bancada intentan buscar la manera de consensuar una metodología para iniciar el diálogo de manera más formal. El 1 de agosto empezará el debate y la votación de las enmiendas en las comisiones, periodo que se extenderá hasta el 5 de septiembre, cuando el tema llegue hasta el pleno.

Para tomar esa definición, los delegados tendrán una reunión este miércoles a las 9.30 horas. El objetivo es definir la metodología del diálogo, pero también despejar de qué manera se armará un grupo más chico que pueda ir viendo el panorama general de las enmiendas. Las tratativas no pueden quedar alojadas en cada comisión de manera independiente, comentan algunos delegados, ya que un ajuste en una de esas instancias implica el desajuste en otra comisión.

Los delegados oficialistas, además, esperan que la oposición entregue una señal más clara de compromiso con el anteproyecto de nueva Constitución, confirmando que se trata de un “buen punto de partida” y que el ánimo transversal es respetar las líneas estructurales de los acuerdos que ahí están reflejados.

Otro tema que debiese abordarse es cerrar el tema de la consulta indígena y darle una respuesta definitiva al consejero Alihuén Antileo (mapuche), la cual, hasta el momento, todo indica que sería negativa ante la imposibilidad de hacer una consulta en menos de tres meses.