Piñera mantiene silencio y La Moneda condena violencia de “grupos minoritarios”
El Mandatario optó por no hacer un balance previo a la jornada del 18-O, como se evaluó en la semana. El ministro Pérez destacó que se protegió la infraestructura crítica y llamó a resolver los problemas por “canales democráticos”.
Monitoreó de cerca la jornada y guardó silencio públicamente. Así fue el día de ayer del Presidente Sebastián Piñera, a un año del estallido social que provocó un vuelco completo en la agenda de su segundo gobierno.
Este diseño había quedado zanjado el jueves: que el Presidente y los ministros estuvieran en sus casas siguiendo las movilizaciones, salvo el ministro del Interior, Víctor Pérez, quien junto al subsecretario de la cartera, Juan Francisco Galli, estuvieron presencialmente en Palacio.
Sin embargo, también se había acordado que, en caso de ser necesario, Piñera convocaría a una reunión presencial. Esto fue lo que terminó ocurriendo durante la tarde.
La imagen de la quema de la Parroquia de la Asunción, cerca de las 19.00, generó impacto en La Moneda. “Es feroz y la violencia termina imponiéndose”, comentaban en el gobierno, desde donde más temprano transmitían que aunque el día estaba siendo “complejo”, estaba “bajo control”.
El episodio en Vicuña Mackenna, según algunas fuentes de Palacio, provocó que se recrudeciera el ambiente y, junto a otros episodios de la jornada, que el Presidente finalmente decidiera trasladarse, cerca de las 20.00, desde su domicilio a La Moneda para sostener una reunión presencial de balance con el ministro del Interior y el subsecretario Galli.
Al encuentro, se sumaron también el ministro de la Segegob, Jaime Bellolio; el titular de Defensa, Mario Desbordes, y el general director de Carabineros, Mario Rozas. Ahí se analizaron los hechos que calificaron como graves y que empañaban una jornada que -según había transmitido más temprano el gobierno- estaba dentro de “lo esperable”.
Luego del ataque a la parroquia, comenzaron a surgir voces oficialistas que pedían que las Fuerzas Armadas salieran a apoyar a Carabineros en el control del orden público. Sin embargo, en el Ejecutivo señalaban que aún no era necesario y que estaban custodiando puntos de infraestructura crítica.
Luego del encuentro con Piñera, el titular del Interior realizó un punto de prensa. Ahí, Pérez destacó que hubo manifestaciones pacíficas que se desarrollaron con normalidad, pero condenó que “grupos minoritarios” realizaran actos de violencia.
“No podemos desconocer que lamentablemente grupos minoritarios de la manifestación realizaron actos de violencia”, dijo.
Asimismo, destacó que “gracias a la acción de las policías podemos decir que, a pesar del intento de estos sectores, las estaciones del Metro fueron protegidas, los buses del Transantiago fueron protegidos, la infraestructura crítica fue protegida”.
El el jefe de gabinete, además, destacó que queda una semana para el plebiscito, por lo que llamó a resolver los problemas por “canales democráticos” y no a través de la violencia.
El fallido mensaje
El jueves, durante el comité estratégico -que integran los ministros del comité político y en el que también participa la jefa de gabinete del Presidente, Magdalena Díaz, y el jefe del Segundo Piso, Cristián Larroulet-, se abordó la pertinencia de que el Mandatario hiciera un balance previamente a la jornada del 18-O.
Esto, debido a que a principios de semana, La Moneda había decidido que se haría un balance por la fecha, el que estaría centrado en las medidas que ha hecho el Ejecutivo principalmente en tres ejes: social, seguridad y derechos humanos. De hecho, se tenía estipulado hacerlo el viernes 16 de octubre, ya que se había descartado el mismo 18 debido a que se consideraba que, si ocurrían incidentes, una alocución de Piñera podría quedar “fuera de lugar”.
Sin embargo, ese jueves en la reunión -según fuentes de gobierno- algunos ministros, entre ellos la titular de Desarrollo Social, Karla Rubilar, y su par de Segpres, Cristián Monckeberg, plantearon dudas. “¿En qué contribuye ahora?”, habrían planteado.
Así, dentro de los análisis de ese día, de acuerdo a las mismas fuentes, se coincidió en que podría terminar siendo perjudicial un mensaje del Presidente, ya que se corría el riesgo de generar cuestionamientos y recrudecer el ambiente. Asimismo, se planteó la pertinencia sobre qué es lo que se quería comunicar y algunos transmitieron que podría verse como una especie de “lista de supermercado”, sin nada concreto que decir.
Entonces, algunos plantearon que lo mejor era que el “relato” del gobierno estuviese enfocado en el plebiscito del 25 de octubre.
En ese sentido, en el Ejecutivo afirman que la idea ahora es que Piñera entregue esta semana un mensaje más enfocado en los comicios que vienen el próximo fin de semana, una decisión que tiene que zanjar el Presidente. El tono de su intervención, en todo caso, dicen que estará amarrado a los hechos que puedan suceder durante estos días.
Ayer, el ministro Pérez fue consultado por la decisión de Piñera de no hacer un balance por el 18-O. “El Presidente no está en silencio (…). El Presidente estuvo con nosotros trabajando y recibimos las indicaciones que nos entrega”, respondió.
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