A las 9.55 horas local (4.55 hora de Chile) llegó el Presidente Sebastián Piñera hasta el Vaticano, para sostener su primera audiencia con el Papa Francisco desde que asumió su segundo periodo. La reunión, que duró 32 minutos, se realizó en medio de la compleja crisis que enfrenta la Iglesia Católica en Chile, y a pocos días de que la Santa Sede quitara el estado clerical a Fernando Karadima, ex párroco de El Bosque.

El encuentro se realizó en la biblioteca privada del Pontífice. En una primera instancia participó solo Francisco y el Mandatario, y posteriormente se sumó la delegación chilena, compuesta por la Primera Dama, Cecilia Morel, el canciller Roberto Ampuero, el embajador Octavio Errázuriz, y un grupo de parlamentarios integrado por seis senadores y seis diputados. También estuvieron presentes el presidente de la CPC, Alfonso Swett, y el presidente de Telefónica, Claudio Muñoz.

Piñera regaló al jefe del Estado Vaticano una caja de lapislázuli y una estola religiosa tejida a mano por la artesana chilena Mireya Bustos (de Doñihue) de la Fundación de Artesanías de Chile, la cual tuvo un tiempo de confección de un mes. El Papa, en tanto, obsequió al Presidente una escultura de una rama de olivo, que simboliza la paz. Además, cuatro textos escritos por él: entre ellos el Evangelio, la familia, el cuidado de la casa común.

En el intercambio de regalos, Francisco deseó al Mandatario que su gobierno "sea de paz", a lo que el jefe de Estado respondió: "La paz es el camino".

Se trató de una audiencia delicada, marcada marcada por la peor crisis en la historia de la Iglesia chilena, sumida en una multitud de denuncias por abusos sexuales cometidos por religiosos, lo cual ha llevado a que un total de siete obispos fueran cesados de sus funciones.

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