Una serie de modificaciones introdujo el Servicio Electoral (Servel) a su última propuesta de protocolo sanitario para el plebiscito constitucional del 25 de octubre. A más de un mes de que se conociera el documento y tras una ronda de consultas tanto al mundo científico como a organizaciones de la sociedad civil, el organismo arribó a un nuevo texto para garantizar una consulta segura en medio de la pandemia.

El documento -al que accedió La Tercera- si bien tiene la misma estructura que el original, detalla una serie de nuevas medidas y modifica aspectos sustanciales como, por ejemplo, la distancia social que deberán mantener los electores, vocales de mesa y personal con rol electoral al interior de los locales, pasando de dos metros a “al menos” uno.

Una de las principales novedades del protocolo, es que especifica que “en los locales de votación queda estrictamente prohibido utilizar material sanitario, o de cualquier otro tipo, que tenga propaganda referente a alguna de las opciones del plebiscito”.

Asimismo, se aumentan los estándares sanitarios para el personal encargado de producir el material electoral y funcionarios del Servel, especificando que deben usar alcohol gel al 70% y mascarillas de tres pliegues con cambio cada cuatro horas, mientras que en el caso de los vocales de mesa será obligatorio portar mascarillas del tipo NK95 y se ratifica la obligatoriedad del escudo facial al momento del escrutinio de votos. En cuanto a los apoderados, se señala que será su responsabilidad contar con kits sanitarios adecuados porque “de lo contrario, no podrán desempeñar sus funciones”.

En relación a la toma de temperatura en la entrada de los recintos de votación, esta se desecha en el caso de los electores, pero se mantiene para el personal con rol electoral y vocales de mesa, quienes además tendrán que responder un cuestionario para detectar si poseen algún síntoma asociado al Covid-19 como fiebre -más de 37,8º-, tos, disnea o dificultad respiratoria, dolor torácico, dolor de garganta, mialgias, cefalea, diarrea, pérdida brusca del olfato o del gusto. De confirmar la presencia de alguno de ellos, la persona tendrá que ser derivada a un centro asistencial, según detalla el documento.

También se especifica el procedimiento de sanitización de las superficies y de las cámaras secretas, las que deben hacerse entre cada sufragio. Así, se detalla que deben realizarse con desinfectantes en base de alcohol o cloro, mediante un rociador, recomendándose para esto usar guantes de nitrilo, los que deben ser posteriormente desechados en basureros especiales.

En cuanto, al momento de la recepción de los sufragios, se mantiene el criterio del contacto mínimo entre vocales y electores, quienes podrán utilizar su propio lápiz para marcar su preferencia como para firmar el padrón. Eso sí, se agrega que el elector tendrá que remover su mascarilla por 3 segundos máximo una vez que el vocal reciba su cédula para el debido reconocimiento facial.

Una de las innovaciones en materia de actos de campaña es que se establece como obligatorio, en el caso de los puerta a puerta, que “se respete la distancia física de al menos un metro, se utilice mascarilla quirúrgica desechable de tres pliegues (con cambio cada 4 horas) e higienice periódicamente las manos. Se deberá respetar en todo momento a las instrucciones que dicte la autoridad sanitaria en el plan ‘Paso a Paso’”, detalla el protocolo.

En el caso de adultos mayores y otras personas de riesgo, se mantienen las medidas especiales. Dichos electores podrán ser asistidos por terceros de confianza y deberán tener trato preferente para agilizar su proceso de votación, disminuyendo al máximo su exposición. El documento además ratifica la recomendación de que se fijen horarios especiales idealmente en la mañana para su concurrencia a las urnas.

Con todo, el organismo recibirá hasta mañana a las 12.00 comentarios de parte de organizaciones y expertos para afinar aún más la normativa que regirá a todo el país.

“Conclusión ronda de expertos: La opinión unánime es que personas con Covid-19 positivo, casos sospechosos y contacto estrecho, no voten”. Esa es la frase que se lee en el documento respecto de uno de los puntos que tiene más complicado al organismo: el cómo garantizar que las personas contagiadas puedan ejercer su derecho a sufragio.

Y tras consultar a organizaciones como la sociedad chilena de infectología o la organización panamericana de la salud OMS, el Servel aún no toma una decisión.

Más allá de los lineamientos que ha realizado el presidente del Consejo Directivo del Servel, Patricio Santamaría, y La Moneda, el protocolo detalla las alternativas que están sobre la mesa:

“Luego de escuchar las distintas opiniones de los expertos, se puede concluir que las opciones son las siguientes:

A. Persona con COVID-19 positivo, casos sospechosos y contacto estrecho no deben votar por el riesgo en traslados y dificultad para generar reformas al sistema electoral. Se debe dejar constancia, que ésta fue la opinión más recomendada unánimemente por los expertos.

B. Persona con COVID-19 positivo, casos sospechosos y contacto estrecho podrían votar en su respectivo local de votación, estableciendo Servel una franja horaria, con sanciones en caso de no cumplirse. Carabineros y Policía de Investigaciones deben controlar en el ingreso con sistema SIMCCAR. Se recomienda que preferentemente sea personal sanitario quienes estén a cargo de la votación de personas con COVID- 19 positivo, casos sospechosos y contacto estrecho (esto último requiere modificación legal).

C. Generar un sistema para que personas con COVID-19 positivo, casos sospechosos y contacto estrecho, emitan el sufragio en lugares separados distintos a los locales de votación o vía remota por internet (problema constitucional: el secreto del voto ‘Artículo 15.- En las votaciones populares, el sufragio será personal, igualitario, secreto y voluntario. Sólo podrá convocarse a votación popular para las elecciones y plebiscitos expresamente previstos en esta Constitución’)”.

En medio de las dudas, se espera que el tema sea abordado en una reunión entre Santamaria y el Presidente Sebastián Piñera este jueves 27, la que podría marcar un punto de inflexión. El Servel, en todo caso, tiene plazo hasta el 10 de septiembre para resolver el dilema.