Presidente Boric vuelve a presionar por reforma de pensiones y reitera que es una demanda pendiente desde el estallido social

La mañana de este viernes, una vez más, el Presidente Gabriel Boric reiteró la urgencia de aprobar la reforma de pensiones que quedó suspendida en el Senado hasta enero, fecha en que la oposición y el gobierno finalmente acordó para que se vote la idea de legislar.

Durante sus últimas actividades públicas, el Mandatario ha emplazado al Congreso para que avancen en la tramitación de la norma enfocada para los jubilados. Llamado que remarcó desde el Teatro Municipal de Santiago en medio de la ceremonia de reconocimiento a dirigentes sociales.

“Más de diez años ha costado ponerse de acuerdo en algo tan simple, tan obvio, como poder mejorar las pensiones de los chilenos y chilenas. Hoy día, estamos impulsando una reforma que de lograrse no va a ser un triunfo del gobierno. Es el reconocimiento a quienes han trabajado toda su vida, que se han descrestado, y sin embargo no tienen una pensión digna para vivir”, manifestó.

En esa línea, sostuvo: " Pienso en especial en las mujeres que han realizado el trabajo de cuidar, criar, de dedicarse a los enfermos de la familia o a las personas mayores, y que han sacrificado su propia individualidad, autonomía, para poder entregarla a otro que lo necesita. A esas mujeres, las AFP les dice que no trabajan, que tienen lagunas, que no han cotizado. Lo que nosotros decimos es que la sociedad entera tiene que tener una solidaridad y reconocer en ese trabajo de cuidados, que vale, y por lo tanto, merece una pensión digna como la de todo trabajador”.

Boric, al igual que en sus discursos anteriores, señaló que consagrar este proyecto es una demanda vigentes desde las manifestaciones de 2019.

“Todos ustedes vivieron lo que fueron las grandes movilizaciones, y hay una pretensión, desde mi punto de vista, equivocada de tildar lo que sucedió en esa época solamente como actos de violencia delictual. Yo les quiero decir que por cierto la violencia es condenable, pero hay otra violencia que también es profunda. Que son las desigualdades, la impunidad, que es la falta del ejercicio de derechos a quienes más lo merecen, que son los más desposeídos de nuestro pueblo. Las demandas que surgieron desde el estallido social siguen plenamente vigentes, como el derecho a pensiones justas, como la importancia de la salud pública”, expresó.

Y añadió: “El descontento, el malestar en Chile existe. Tenemos que hacernos cargo de él, no negarlo. Por eso la política y quienes estamos en el gobierno, quienes están en el Congreso, tenemos que hacer un esfuerzo mayor por ponernos de acuerdo. Porque cuando nos demoramos diez años en sacar, por ejemplo, una ley de adopción, una ley de garantías, para la niñez, o una reforma de pensiones, finalmente lo que significa es que la democracia se desvaloriza”.