Ricardo Solari, Exministro y expresidente del directorio de TVN (PS): "Nadie está detrás de la propuesta de una nueva candidatura de Bachelet"

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El exministro Ricardo Solari.

Para el socialista, el "bacheletismo" no es una corriente política real, aunque reconoce el derecho de la propia exmandataria y sus excolaboradores de defender los avances del gobierno anterior. Respecto de su paso por TVN, realiza una autocrítica por no haber previsto con tiempo la transformación de la industria, pero defiende su gestión.


Orientado a las consultorias internacionales -entre una serie de otras actividades más- está por estos días el exministro Ricardo Solari (PS). Tras una salida agitada de la presidencia del directorio de TVN, y con la mesura de los meses, el socialista analiza su paso por el canal estatal, pero principalmente realiza un análisis de los poco más de 100 días del gobierno de Sebastián Piñera, y del futuro de la centroizquierda. Apuesta por una reconstrucción gradual de su sector y afirma tajante que no es el momento de candidaturas presidenciales, asegurando además que no existe el "bacheletismo".

Se cumplieron los primeros 100 días del gobierno de Sebastián Piñera. ¿Cómo lo evalúa?

Desde el primer día lo que el gobierno tuvo claro es que tenía que afirmar la popularidad del Presidente. Una parte importante de la gestión política y de la instalación ha estado concentrada en el desarrollo de esta estrategia de fortalecimiento del rol presidencial. Esto se ha hecho de dos maneras: uno, definiendo con más precisión que su anterior gobierno los niveles de participación en espacios de comunicación y, segundo, es que se elige intervenir precisamente en zonas de confort donde esto le va a redituar popularidad.

¿Cuál es el objetivo?

Esto no tiene como propósito una eventual proyección, sino que tiene que ver más bien con el hecho de que un presidente debilitado tiene escasa posibilidad de tener liderazgo sobre su propia coalición y de ser un interlocutor relevante frente a una oposición que tiene muchos problemas, pero que tiene mayoría en el Senado y en la Cámara.

¿Y la estrategia ha resultado? Piñera está empinado cerca del 60% de aprobación, según Cadem.

Lo que el gobierno ha hecho ha sido una instalación político-comunicacional exitosa, pero falta por ver qué es lo que va a poner sobre la mesa respecto de los asuntos acuciantes que la sociedad chilena espera atienda el gobierno, que es, entre otras cosas, cómo se va a financiar el gasto público hacia el futuro.

Entonces, ¿no se puede hacer una evaluación todavía?

Entiendo que el gobierno está trabajando para hacer anuncios en los próximos 60 días sobre pensiones, sobre reforma tributaria, sobre reforma a Ley de Isapres, una modificación al sistema de evaluación de impacto ambiental. A lo menos quiero esperar a ver el contenido de estas propuestas, que todas requieren cambios legales importantes, y muy importantes en algunos casos, para emitir un juicio más profundo de cuál va a ser el sello que quiera dejar la administración de Sebastián Piñera.

¿Estuvo bien que el PS se restara de las mesas del gobierno que buscaban acuerdo en varios temas? Además han liderado las fiscalizaciones al Ejecutivo.

El PS está obligado a tener una cierta actividad preponderante en las tareas de fiscalización de un gobierno que se instala. Ese es el rol de toda oposición, y eso es bueno para la salud de la democracia. En esta oportunidad le correspondió hacer esto al PS porque las otras fuerzas de la oposición estaban en cambio de directivas y otros como el FA estaban debutando en esta condición institucional de ser actores de la oposición. En relación a la participación de comisiones, lo que marcó mucho esto fue que en el caso de la primera comisión, que fue la de Infancia, no se hiciera de manera institucional.

En la centroizquierda se está instalando el debate sobre las alianzas. ¿Qué le conviene al PS, estar más cerca de la DC o del PC?

Ya hay una cierta convergencia en el sentido de decir que esta es una oposición que tiene que ir construyendo sus eventuales acuerdos de modo gradual. Aquí no hay ningún tipo de idea de nadie de que esta oposición en su anchura vaya a tener hitos o momentos refundacionales en el corto plazo. La ausencia de esa ansiedad me parece un acto de sabiduría.

Pero ¿el nuevo espacio de la centroizquierda tiene que ser más cercano a la Nueva Mayoría o a la Concertación?

Para derribar mitos, yo estimo que la actual mesa de la DC lo que ha señalado ha sido su disposición a ser parte de entendimientos en torno a cuestiones de orden lo más pragmáticas posible, está menos en una visión doctrinaria. Por el otro lado, veo que el Frente Amplio va a tener que dedicarle más energía a protagonizar una opción alternativa por sí misma, a tratar de construir sus mecanismos internos de resolución de diferencias. Aquí hay una fluidez, no hay un conjunto de actores petrificados, y eso lleva por tanto a que los actores van a tener que participar muy activamente de un proceso de ensayo y error, de una conversación para poder ir consolidando algo y en una cosa que tampoco tenga la ansiedad de hacerlo de un día para otro.

¿Cómo ha visto al Frente Amplio?

Tenía más expectativas del modo en que iba a proceder el Frente Amplio. Sin ningún afán de minimizarlos, creo que ellos son más heterogéneos de lo que yo pensaba en sus visiones, y que no tienen un estado mayor que pueda conducirlos como fuerza política de un modo relevante. Son dos temas que ellos pueden resolver. En esta heterogeneidad, en algún momento tienes que tener acuerdo y actuar en consecuencia. Tienes que tener personas que estén a cargo y esto no puede estar situado, como lo han dicho incluso intelectuales del Frente Amplio, solo en un espacio parlamentario. Han tenido este problema en la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, que es sumamente delicado porque terminaron afectando la propia federación. Ellos requieren darse unos espacios institucionales que lo permitan transformarse en un interlocutor válido, tanto frente al gobierno como a otras fuerzas de la oposición, y creo que están un poco lejos de eso.

¿No tiene las características para gobernar y dar gobernabilidad?

Ellos tienen que transformarse en una alternativa antes de imaginar siquiera el escenario al que lleguen, y eso hoy no se visualiza con tanta claridad.

En la centroizquierda hay un actor que se ha ido instalando: "el bacheletismo". ¿Existe realmente?

Creo plenamente en el derecho de la Presidenta y de sus colaboradores más cercanos a defenderse respecto a ataques. Yo no veo al bacheletismo como una corriente política, porque ahí va a haber gente de la oposición desde la DC al Frente Amplio que va a defender las disposiciones del anterior gobierno. Estuve con la exministra (Paula) Narváez esta semana, en una conversación que fue abierta, y ella está en esa misma idea, aquí nadie está detrás de la propuesta de una nueva candidatura presidencial de Bachelet.

Exministros de Bachelet aparecen con liderazgos importantes, la propia Narváez, Máximo Pacheco, Álvaro Elizalde, Heraldo Muñoz...

Las candidaturas presidenciales solo surgen en determinados momentos y conyunturas que están asociadas a una eventual elección, no es el tiempo de hoy. No veo a Álvaro Elizalde en ningún proyecto presidencial; lo que ha hecho Máximo es declarar la intención de una disponibilidad, pero él también entiende que no es un tiempo de campaña presidencial. Heraldo acaba de asumir la presidencia de su partido después de una situación difícil, entonces mi impresión es que el tiempo de candidaturas presidenciales es otro.

OAS

Usted fue mencionado en algunos correos de la empresa OAS, investigada por corrupción en Brasil, junto con otras figuras de la ex Nueva Mayoría, donde habría sostenido reuniones con representantes de la firma. ¿Eso es así?

Yo nunca me he reunido con ningún representante de OAS, con ningún ejecutivo de esa empresa y nunca recibí ningún tipo de consulta de esa compañía.

La información conocida habla de encuentros con Alejandro Santander, supuesto lobbysta de OAS y militante PS. ¿Usted lo conocía?

No, pero ese señor Santander no era representante de OAS, era un chileno que vivía en Sao Paulo.

O sea, ¿usted nunca participó de encuentros para abordar el financiamiento de campañas políticas?

Nunca.

TVN

Hace unos meses dejó la presidencia del directorio de Televisión Nacional de Chile. ¿Cómo analiza su paso por ahí?

Lo que pasó en el Canal 13 sitúa de un modo más adecuado las cosas, ¿no es cierto? En el sentido de que aquí hay una industria que está teniendo dificultades, es evidente y obvio, y que al mismo tiempo está pasando por una transición. Creo firmemente que la televisión en general y la televisión pública siguen siendo sumamente relevantes, y me parece que lo que he visto del desarrollo del canal desde fuera, no he tenido casi ningún contacto con sus actuales autoridades, me parece auspicioso. Me parece que ha pasado una cosa muy buena este año, que es que ha incrementado su audiencia en horarios relevantes y me parece que eso antecede a un aumento de ingresos y es una buena cosa.

¿Es importante la capitalización al canal?

Es muy valioso haber dejado como legado una ley nueva del canal que va a poder apalancar su expansión en materia tecnológica y en materia también cultural. Así que estoy optimista respecto del futuro de Televisión Nacional, me parece que tiene un muy buen directorio y es el primer directorio de una empresa en Chile paritario, eso es parte de la ley.

Los directores que se fueron del canal lo acusaron a usted de no generar un plan estratégico. ¿Cómo responde a eso?

Eso fue parte de la contingencia político-electoral y del cierre del debate de la tramitación del proyecto de ley en el Congreso, pero eso ya es pasado, pasado antiguo. El canal está funcionando sobre la base de mis planes.

Entonces, ¿no hay ninguna autocrítica?

Creo que nosotros debimos haber previsto con mucha anticipación lo que se venía en materia de esta transformación industrial mayúscula, y si eso no es una autocrítica, qué cosa puede ser una autocrítica.

Después de lo que ha pasado con el canal, ¿hay garantía de que se utilicen bien los recursos que llegarán?

Aquí no ha habido ningún saco roto en ningún momento desde 1992 a la fecha. No tengo ninguna duda de que la actual administración y directorio del canal van a implementar del modo más adecuado y riguroso los recursos que aporte el Estado por primera vez desde 1992.

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