Sebastián Sichel, ministro de Desarrollo Social y Familia: “Hay sectores de la oposición que son indolentes”

Sichel
Foto: Mario Téllez

El secretario de Estado dice que un sector de la centroizquierda cree que “gana no aprobando los proyectos del gobierno”. Además, evita hacer autocríticas y pide disciplina en Chile Vamos.


Esta semana, uno de los proyectos emblema de la agenda social del gobierno -ingreso mínimo garantizado- que lidera el ministro de Desarrollo Social y Familia, Sebastián Sichel, tuvo un revés en el Congreso y pasó a comisión mixta. El secretario de Estado plantea que eso demuestra una cierta “indolencia” de la oposición. El titular de Desarrollo Social, además, en medio de las diferencias que ha habido en Chile Vamos, pide disciplina al bloque para apoyar las medidas del Ejecutivo.

El miércoles pasó a comisión mixta el ingreso mínimo garantizado. Esto, en un escenario en que el Presidente Piñera ha insistido en pedir a la oposición que apoye la agenda social. ¿Qué le parece?

Si algo nos ha dejado la crisis social es saber que uno de los principales problemas en la política es un asunto de velocidades, de cómo resolvemos problemas concretos de las personas de manera más rápida y cómo las legítimas diferencias entre gobierno y oposición no pueden significar trabas para avanzar en la solución. Lo que ha pasado con el ingreso mínimo demuestra un poco eso.

¿En qué sentido?

Como gobierno reaccionamos rápido, presentamos el 7 de noviembre el proyecto de ingreso ético que puede haber permitido que se pagara ese mes un subsidio que podía aumentar hasta en un 20% el ingreso de esos trabajadores, llevamos cinco meses discutiéndolo y aún no podemos pagarles a esos trabajadores. Eso nos preocupa, porque el sentido de urgencia es tan importante como la forma en la que resolvemos muchas veces las políticas públicas. Y no lo estamos logrando a veces por indolencia y el juego político de algunos parlamentarios.

¿Indolencia de la oposición?

Parlamentarios de la oposición, no por toda la oposición, no querría generalizar, pero es cosa de ver la votación al otro lado. Hay sectores de la oposición que son indolentes, que les ha importado más el juego político que resolver los problemas sociales.

¿A qué cree que responde?

Tengo la sensación de que algunos sienten que se gana no aprobando los proyectos del gobierno y no entienden que los que pierden son los ciudadanos.

La oposición no asistió al acto que convocó el Presidente por los 30 años de democracia, ¿cómo lo ve?

Lo que veo a veces es el incentivo de construir desacuerdos para obtener ventajas políticas de corto plazo. Hay algunos incentivos perversos en esa lógica: que algunos por obtener un minuto más de cámara y parecer un poquito más radicales están contribuyendo a la polarización del sistema político.

¿Cómo ve la ofensiva en contra del Presidente? Buscan inhabilitarlo o adelantar las elecciones.

El debate que viene va a ser entre la República y el populismo. Los republicanos en democracia son quienes creen que los que ganan legítimamente una elección tienen que gobernar hasta el final. Los populistas son aquellos que tratan de obtener el poder por cualquier medio posible, los que tratan de destituir o de inhabilitar a presidentes para acceder rápidamente a espacios de poder. Soy de los que se juegan por la primera tesis. Tengo confianza de que la gran mayoría, incluso de la oposición, está en esta lógica, pero veo algunos que, con una tentación, incluso con el silencio frente a la violencia, están buscando por medios ilegítimos construir espacios de poder distintos o acceder al poder de manera distinta.

¿Qué le parece que el presidente de la DC, Fuad Chahin, se haya abierto a la opción de adelantar elecciones?

Me duele profundamente, porque la estatura democrática de la DC siempre ha sido su gran acervo histórico... Espero que mantenga su tradición democrática.

Usted cuestiona la actitud de la oposición, pero ¿hace alguna autocrítica respecto del rol que ha tenido el gobierno?

En estos cinco meses lo que más hemos hecho es llamar a construir acuerdos. Un país que se abre a que los ciudadanos democráticamente decidan si quieren tener o no una nueva Constitución, que tiene una agenda que mejora las pensiones en el 50% básicas... Entonces, también las actitudes de los gobiernos se muestran con hechos y en los hechos hemos sido coherentes.

¿No hay una autocrítica?

En esta lógica, no. Nuestra agenda ha sido coherente con esta mirada de acelerar la agenda social.

Se ha visto un desorden en Chile Vamos a la hora de votar proyectos. Por ejemplo, en ingreso mínimo hubo ausencias de parlamentarios. ¿Qué opina?

Hay diferencias naturales, como en toda coalición. Me cargaría estar en una en que todos pensemos lo mismo... Obviamente, aparecen diferencias y necesitamos la máxima disciplina cuando tenemos proyectos emblemáticos para sacarlos adelante. Ojalá que tengamos el compromiso total de todos los parlamentarios para ir avanzando, sobre todo, porque gran parte de esta agenda social ha sido perfeccionada de acuerdo con los aportes de los mismos parlamentarios de Chile Vamos.

¿Pero ha faltado disciplina?

Más que ha faltado, yo más bien la pido.

¿Cuánto contribuyen a la relación con la oposición las intervenciones del Presidente? El miércoles dijo que ha impulsado la agenda más amplia en la historia.

Lo que vi del Presidente es que celebramos los 30 años de democracia y no los dos años de gobierno, y eso es una muestra democrática de lo que queremos generar como relato, que es celebrar finalmente este proceso que hemos llevado como país. Lo que escuchamos del Presidente es un reconocimiento al Congreso.

Pero hay cierta grandilocuencia al plantear eso…

Lo que dijo el Presidente no fue eso, para ser bien justo. Lo que dijo es que la agenda que hemos llevado a cabo es de las más robustas y que la hemos construido entre todos.

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