“Tratando de evitar el desangre que está significando esto para el gobierno, yo creo que se tiene que marcar un antes y un después y probablemente esa figura política (el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson) es la más relevante para poder generar un entendimiento”.

La frase del senador y presidente de la UDI, Javier Macaya, durante la mañana de este martes marcó un endurecimiento en lo que ha sido el tono de la oposición contra el gobierno en el llamado “caso convenios”.

El tono ha ido escalando. Macaya primero el viernes afirmó en la radio Cooperativa que no se “descartaba” una posible acusación constitucional contra el ministro de Vivienda, Carlos Montes, y luego el lunes afirmó que la continuidad del secretario de Estado “se hace difícil”, a lo que hoy se endureció, involucrando a otro ministro.

Una línea que se ha alejado del tono que mantuvo la derecha en un principio, en que se resistía a acusar constitucionalmente a Montes por el respeto que se le tiene en su periodo como parlamentario. Así lo reconoció incluso el jefe de bancada de RN, Frank Sauerbaum, a lo que se sumaron algunas amistades políticas, como las del exministro de Vivienda del gobierno de Sebastián Piñera, Cristián Monckeberg (RN).

Tras una coordinación entre la UDI y RN, el tono se endureció. Mientras que durante la tarde de este martes desde el Partido Republicano anunciaron el estudio de antecedentes para acusar constitucionalmente a Montes y Jackson. Una puesta en escena a la que se unieron cuatro diputados de RN.

Eso sucedió luego de que se supiera que hubo una auditoría encargada por la Seremi de Vivienda de Antofagasta, la principal entidad vinculada al caso, encargada en abril, por lo que se cuestionó que el ministro Montes realmente no supiera de la situación.

A eso se sumó que a Jackson lo vincularon en una nueva arista, luego de que la senadora Yasna Provoste (DC) denunciara ante la Contraloría General de la República las transferencias a una fundación por parte de la cartera que dirige el ministro de RD.

El tono ha recrudecido al punto de que la oposición está involucrando a más ministros, y algunos presionan para que el Presidente Gabriel Boric haga un cambio de gabinete más profundo. De hecho, en una línea similar a Macaya también se pronunció el senador de Evópoli Felipe Kast, diciendo que “el caso de Giorgio Jackson es doblemente grave, porque además su partido, del cual es fundador, es el que está detrás de la gran mayoría de estos casos”.

La idea en la derecha es promover que las dos figuras salgan, para así provocarle mayor daño al gobierno. De no suceder, dicen fuentes opositoras, podrían avanzar con ofensivas a “goteo”, provocando un mayor daño, por ejemplo, interpelaciones y acusaciones constitucionales. “El gobierno debe decidir si el desangre es por goteo o de una sola vez”, comentan en el sector.

La tensión creció aún más durante la jornada de este martes, luego de que Montes dijera en la Comisión de Vivienda y Urbanismo del Senado que “todos los gastos que están en cuestión vienen del gobierno anterior”.

El exministro Monckeberg, quien había sido de los principales aliados de Montes, se desmarcó del ministro.

El pasado miércoles, en Radio Infinita dijo que “no buscaría fórmulas para desbancar al ministro Montes”, pero hoy tras los dichos del secretario de Estado, dijo a La Tercera PM que “es una mala estrategia echarle la culpa al gobierno anterior. Quienes decidieron contratar sinvergüenzas, quienes permitieron ilegalidades, fue la actual administración”. Una línea a la que también se sumó el senador de Evópoli Luciano Cruz-Coke: “Parece haber un intento de empatar para deslindar responsabilidades”.

De hecho, en la derecha comenzaron a compartir resoluciones exentas del gobierno de Bachelet, para afirmar que este tipo de transferencias venían del pasado.

Este martes, en los almuerzos de bancada habituales del Congreso Nacional, los diputados debatirán si quieren acusar o no a Montes. En algunos sectores como Evópoli y la UDI se resisten a la idea, particularmente porque son cautos respecto de que puedan salir antecedentes de irregularidades en transferencias a fundaciones que involucren al gobierno de Sebastián Piñera. Pero otros en la UDI recalcan que la acción se debe hacer, porque el ministro tenía su obligación como funcionario público de denunciar los hechos, y es difícil de creer, según dicen en la derecha, que no supiera del caso.

Algunos detractores del libelo sostienen que una acusación unirá al oficialismo, por lo que tampoco les atrae. Así, esos mismos personeros apuntan a buscar nuevos antecedentes en contra de Jackson para vincularlo al caso y promover que Boric haga un cambio de gabinete profundo en el que saque a varias figuras.

Esto sería un logro para la oposición, dicen, pues si sale Jackson del gabinete sería visto como una gran derrota para el gobierno, en el sentido de que el ministro de Desarrollo Social es uno de los ideólogos del Frente Amplio y una de las figuras más cercanas a Boric.

La interpelación tampoco gusta, pues en la derecha consideran que Montes es un ministro con experiencia y puede zafar bien. Recuerdan, por ejemplo, la interpelación a la ministra del Interior, Carolina Tohá, en que la secretaria de Estado subió ocho puntos porcentuales de su aprobación en la encuesta Cadem, luego de ser interrogada por la oposición.

Con todo, las expresiones de dureza continuaron durante la jornada. En la Comisión de Vivienda del Senado, Montes tuvo un fuerte encontrón con la senadora María José Gatica (RN), quien le dijo que “usted tiene que definir si va a ser un títere del Presidente Boric”. El ministro se molestó, alzó la voz y solicitó que la expresión se retirara del acta de la sesión, lo que fue acogido por el presidente de la instancia, el senador Fidel Espinoza (PS).

De todas maneras, algunos parlamentarios, especialmente en el Senado, respetan al exsenador, como el UDI David Sandoval, entre otros. Incluso, algunos lo buscan por el poder que tiene en su cartera al poder otorgar subsidios habitacionales.

A modo de broma, el senador Manuel José Ossandón (RN) le dijo tras la comisión que si no lo ayudaba con un proyecto de viviendas, “le vamos a sacar la chu... en la prensa”.

El Partido Republicano, por su parte, avanzó un paso más allá y enfatizaron la necesidad de estudiar una acusación. El jefe de bancada de la tienda, Benjamín Moreno -durante un punto de prensa, en el que también participaron diputados RN- anunció que “vemos que nos corresponde comenzar a investigar todos los antecedentes, y si los antecedentes llegan a un pasado, si los antecedentes caen en otra persona, nosotros también vamos a estar ahí para fiscalizar”.

En el entorno del titular de Vivienda, en todo caso, transmiten que este no ha llamado a parlamentarios de oposición, pero que algunos legisladores de derecha se comunican con él para decirle que no están de acuerdo con un libelo en su contra.