“Una señal equívoca”: la respuesta de Ignacio Walker a declaración de Alberto Undurraga sobre el rol de la DC en el Golpe de Estado
El extimonel falangista señaló que "una cosa es la autocrítica, que siempre es necesaria", "pero otra muy distinta es hacerlo simplificando la realidad, tergiversando los hechos". En la víspera, el presidente de la Democracia Cristiana había realizado un mea culpa histórico abordando una “actitud oficial complaciente” del partido frente al Golpe.
En el marco del homenaje al expresidente Salvador Allende en la Cámara Baja este 11 de septiembre -que terminó de forma abrupta en medio de tensiones entre los parlamentarios-, el diputado y presidente de la Democracia Cristiana, Alberto Undurraga (DC), leyó en nombre de la bancada del partido una declaración en la que reconoció una “actitud oficial complaciente” del falangismo frente al Golpe de Estado que llevó al poder a Augusto Pinochet.
En su discurso, Undurraga dijo que se sumaban al homenaje desde un partido “que tiene muchas luces, pero también algunas sombras”. Primero, destacó que “la Democracia Cristiana y sus líderes, hicieron todos los esfuerzos, jugándosela hasta el último día, en la salida institucional de la crisis política de 1973″. Luego, recordó la lucha del partido por recuperar la democracia y el rol de sus personeros en la defensa de los derechos humanos y la articulación de la oposición. Tras ello planteó, a contar entre las “sombras” que había mencionado, que “la actitud oficial de la Democracia Cristiana fue complaciente con el golpe y en los primeros meses siguientes”.
En esa línea, recordó, que el expresidente Patricio Aylwin con el tiempo calificaría de correcta la declaración de los 13 militantes del partido que condenaron lo ocurrido a dos días del Golpe de Estado.
El exsenador, exministro y otrora presidente de la DC, Ignacio Walker -quien renunció en noviembre de 2022 al partido-, emitió una declaración cuestionando el planteamiento que hizo Undurraga.
Walker, que dice seguir sintiéndose un “camarada” pese a que abandonó las filas de la colectividad, se abocó a precisar el término utilizado por Undurraga.
“La palabra complaciente significa, según el diccionario, satisfacción o placer con que se hace o se recibe algo (Oxford Languages); satisfacción, placer y contento que resulta de algo (RAE); etimológicamente hablando, complacencia viene del latín placeo que significa gustar, placer (etimología, Wikipedia) ¿Es eso lo que quisiste decir y significar? ¿Qué la DC sintió satisfacción, contento o placer con el golpe y los primeros meses siguientes?”, inquiere directamente a Undurraga, agregando luego: “Estoy seguro que no. Porque como tú sabes, o deberías saber, la DC hizo todo -o casi todo, nunca lo sabremos- lo posible por evitar el quiebre, y por procurar una salida política o democrática a la grave crisis que el país vivía”.
“Una cosa es la autocrítica y otra acusar de complacencia por el golpe a un partido”
Walker, además, sostuvo que “todos los diputados DC (incluidos Bernardo Leighton, Andrés Aylwin, Mariano Ruiz-Esquide, entre otros) suscribieron el Acuerdo de la Cámara de Diputados del 22 de agosto de 1973 sobre grave quebrantamiento de la Constitución y las leyes, con el objeto preciso de que cesaran las situaciones allí denunciadas, con miras al restablecimiento del orden constitucional (y no a su quebrantamiento)”.
“La declaración de los 13, el día 13 de septiembre, junto con condenar el golpe -con lo que tú y yo estamos de acuerdo, y con lo que Aylwin estuvo de acuerdo y reconoció a posteriori en su libro El Reencuentro de los Demócratas (1998, p. 34), al decir que la declaración de ellos le parecía ’más acertada’-, señala, en su punto 3 (lo que nunca se dice, y se olvida) que hace responsable de la situación política, ‘en primer lugar, al dogmatismo sectario de la UP, que no fue capaz de construir un camino auténticamente democrático para el socialismo conforme a nuestra idiosincrasia’. En fin, una cosa es la autocrítica, que siempre es necesaria, especialmente en consideración a que las responsabilidades son compartidas (cada cual debe asumir la suya, y nosotros la nuestra), pero otra muy distinta es hacerlo simplificando la realidad, tergiversando los hechos, y acusar de complacencia por el golpe a un partido, como el nuestro, que tiene una historia digna y honorable de ochenta años, y que hizo todo lo posible por evitar el quiebre democrático”, expuso.
“Tal vez hubiese sido mejor simplemente sumarse al homenaje al Presidente Allende, conforme a las mejores tradiciones republicanas de nuestro país y nuestro partido, pero no a costa de dar una señal equívoca sobre la actuación de nuestro partido en la hora más trágica y dolorosa de Chile”, cerró Ignacio Walker.
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