A medida que el comercio con Rusia se detiene, los países recurren a Canadá
Canadá produce muchos de los mismos productos básicos que Rusia y los países empiezan a hacer cola para negociar acuerdos.
TORONTO- Dos semanas después de que Rusia invadiera Ucrania, la ministra de Agricultura de Brasil se encontraba en un avión con destino a Canadá para prevenir una posible crisis de los cultivos.
Brasil, uno de los mayores productores agrícolas del mundo, fertiliza sus cultivos principalmente con el mineral potasa enviado desde Rusia y Bielorrusia. Sin embargo, cuando ambos países interrumpieron las exportaciones de potasa durante el conflicto de Ucrania, Brasil se dirigió a Canadá, un país rico en recursos, en busca de apoyo.
Tereza Cristina, ministra de Agricultura de Brasil, dijo en una declaración pública que había conseguido un aumento (no revelado) de las exportaciones de potasa de los productores canadienses tras reunirse con funcionarios del gobierno y ejecutivos de la industria. Antes del conflicto de Ucrania, Brasil importaba alrededor del 36% de su potasa de Canadá, frente a cerca de la mitad que importaba de Rusia y Bielorrusia.
“Podemos y debemos estrechar nuestros lazos y reforzar las asociaciones a largo plazo, con vistas a garantizar la estabilidad y la rentabilidad de todos los eslabones de la cadena de producción”, afirmó.
El creciente interés por la potasa canadiense y otras materias primas es un reflejo de cómo el conflicto en Ucrania está sacudiendo y volviendo a alinear los flujos comerciales mundiales. Los compradores que buscan sustitutos para las materias primas restringidas en Rusia también se están fijando en Brasil para el petróleo, en Sudáfrica para el platino y en Argentina para el trigo.
Canadá, que comparte características climáticas y geográficas similares, produce además muchas de las mismas materias primas que Rusia. Ambos países se encuentran entre los mayores productores mundiales de crudo, uranio, níquel y potasa. Junto con Ucrania, se sitúan entre los mayores exportadores de trigo del mundo. Es por esto que los compradores se dirigen a Canadá para sustituir la energía, los alimentos y los minerales que se bloquean a causa de la guerra y las sanciones internacionales a Rusia.
Incluso algunos países que tienen suficientes cosechas nacionales están pidiendo a Canadá importaciones adicionales para poder acumular reservas como seguro contra nuevas perturbaciones geopolíticas o climáticas a futuro.
“El mundo entero está acudiendo a Canadá”, declaró Murad Al-Katib, director ejecutivo de AGT Food and Ingredients, que compra cereales y legumbres a los agricultores canadienses y los envía a 120 diferentes países. Sostuvo que la demanda de cultivos canadienses está aumentando en países como Turquía, Argelia y Túnez.
Por otra parte, Joe Biden, el Presidente de EE.UU., advirtió la semana pasada que la escasez mundial de alimentos “será real”, y el tema surgió como fuente de preocupación en las reuniones con los líderes del Grupo de los Siete países principales.
A su vez, dijo que Estados Unidos y Canadá aumentarían y acelerarían la exportación de los recursos alimentarios.
Ken Seitz, director general del magnate canadiense de la potasa Nutrien Ltd., se reunió con Cristina cuando viajó a Canadá. Posteriormente, Nutrien aumentó su producción de potasa este año en más de un 10%, hasta alcanzar los 15 millones de toneladas métricas desde 2021. Nutrien es el mayor productor corporativo de potasa del mundo.
“Con la incertidumbre de la producción de potasa en Europa del Este y la seguridad alimentaria mundial en riesgo creciente, Nutrien está aumentando la producción de potasa”, declaró Seitz.
Respecto de Argentina también ha aumentado el interés. Gustavo Idígoras, director de un grupo que representa a los mayores procesadores y exportadores de grano del país, dice que ha recibido correos electrónicos de supermercados franceses e italianos que buscan aceite de girasol, así como de funcionarios gubernamentales egipcios y libaneses que quieren contratos de trigo y maíz a largo plazo. Los clientes indios esperan que Argentina pueda cubrir un vacío de aceite de soja y girasol que solían comprar a Ucrania, afirmó Idígoras.
“Nos piden productos que nunca antes habían pedido”, agregó.
Ahora, la gran pregunta para los países que se enfrentan a esta nueva demanda es si pueden suministrar la mercancía.
El cobre y el níquel, que se extraen en Rusia, también se encuentran ampliamente en Australia por ejemplo, pero el país no está preparado para cubrir las carencias. Tras años de escasa inversión en el sector, Australia afirma que aumentar la producción rápidamente será un reto.
Canadá, aunque está preparada para beneficiarse en múltiples sectores, también se enfrenta a obstáculos. Los ecologistas han obligado a los gobiernos canadiense y estadounidense a desechar los planes de construcción de oleoductos que permitirían a Canadá exportar más petróleo. Mientras tanto, las redes ferroviarias y portuarias, sobrecargadas, tienen poca capacidad adicional para transportar más productos básicos. Canadá es un gran exportador de trigo y canola, pero los contratos de cosecha son escasos tras la sequía del año pasado. Los expertos del sector afirman que la oferta podría aumentar si los rendimientos agrícolas vuelven a ser normales este año. Al-Katib, de AGT, indicó que a los transportistas de cereales les resulta difícil encontrar contenedores de transporte vacíos, porque la mayoría de ellos se envía a China para ayudar a aliviar los atrasos de los productos comerciales que se han acumulado durante la pandemia de Covid-19.
A pesar de estos desafíos, el país y muchos de sus productores de materias primas siguen estando en una posición privilegiada. El aumento de los precios del petróleo y la potasa está dando lugar a mayores beneficios y a balances públicos más saneados.
La provincia de Alberta, que recibe la mayor parte de sus ingresos de la industria del petróleo y del gas, espera un superávit presupuestario para el próximo año fiscal, el primero en ocho años, ya que los ingresos se ven impulsados por la subida de los precios del petróleo.
El ministro de Recursos Naturales de Canadá, Jonathan Wilkinson, dijo que funcionarios de un puñado de países se dirigieron a él en París la semana pasada durante las reuniones de la Agencia Internacional de la Energía, con preguntas sobre la sustitución de las importaciones rusas por potasa, uranio y productos agroalimentarios canadienses.
“Probablemente habrá más productos que los países identifiquen que Rusia suministra actualmente y en los que quizá Canadá pueda ayudar, ya sea por ahora o a largo plazo”, afirmó Wilkinson.
El aumento de la demanda de recursos canadienses, por otra parte, hizo que Pavilion Global Markets, una empresa canadiense de asesoramiento en materia de inversiones, dijera a sus clientes en una nota la semana pasada que espera que el mercado bursátil de Canadá, en el que cotizan muchos valores de materiales y materias primas, se convierta en uno de los mayores beneficiarios de los esfuerzos mundiales por aislar a la economía rusa.
El índice S&P/TSX, que sigue a 239 empresas que cotizan en la Bolsa de Toronto, ha subido un 3,5% este año. El S&P 500, en cambio, ha caído un 4,6%.
Canadá es el cuarto país del mundo con mayores reservas de petróleo. Los productores de la provincia de Alberta, donde se encuentra la mayor parte del petróleo, lo transportan casi todo a las refinerías estadounidenses a través de oleoductos y por ferrocarril.
La semana pasada, Wilkinson advirtió que los productores canadienses de petróleo y gas natural podrían aumentar la producción en 300.000 barriles diarios, lo que se sumaría a los suministros que han alcanzado niveles récord en los últimos meses.
Sonya Savage, ministra de Energía de Alberta, manifestó el viernes que Canadá podría producir aún más, pero sólo si el gobierno federal cambiara las políticas que han hecho hincapié en la reducción de los gases de efecto invernadero y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles.
“Tenemos que producir más de 300.000 toneladas al día y más rápido”, expresó Savage en Twitter. “Y podemos hacerlo, si el gobierno federal se quita del medio. Es hora de empezar a tratar nuestras reservas de petróleo y gas como un activo estratégico del que estar orgullosos, en lugar de un pasivo que debe eliminarse”.
Asimismo, el mayor productor de uranio de Canadá, Cameco, se dispone a aumentar la producción de sus minas en Canadá y Estados Unidos, declaró un portavoz de la empresa. La firma anunció que aumentaría la producción de una mina en el norte de Saskatchewan en 10 millones de libras para 2024. Y aún podría aumentar la producción en otro 45%, si los precios del uranio lo justifican.
Cameco, que cotiza en bolsa, ha registrado una subida del 17% en sus acciones este año.
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