Bernardo Larraín: “El resultado de ayer es una segunda señal de la ciudadanía a la agenda del gobierno”
"Las expectativas empresariales se encauzarán positivamente cuando el proceso constitucional se cierre y llegue a buen puerto", dice el director de empresas y expresidente de la Sofofa sobre las elecciones del domingo. "Es de esperar que el piso ciudadanos logrado por Republicanos lo usen para llevar a buen puerto el proceso constitucional", agrega sobre los grandes ganadores de los comicios.
El empresario, director de empresas y ex presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín Matte, habla ahora desde Pivotes, el laboratorio de políticas públicas que creó tras dejar la actividad gremial. Siempre atento a la discusión pública, Larraín espera que el debate constitucional se dirija hacia un texto que responda al desafío que enfrentan las democracias representativas: adaptarse o devenir en autocracias. Y opina que, tras las elecciones, el gobierno debe abrir un espacio para escuchar planteamientos en torno a las reformas tributaria, previsional y de salud.
¿Qué efecto tendrán sobre la economía y las expectativas empresariales las elecciones de este domingo?
La expectativas empresariales se encauzarán positivamente cuando el proceso constitucional se cierre y llegue a buen puerto. Y ello dependerá de cómo se despliegan las oportunidades que se abren en relación con los riesgos que subsisten. Con el resultado de ayer, creo que aumenta la oportunidad de lograr un texto constitucional marcado por un reformismo innovador que se aleje aún más de la refundación pretendida por la Asamblea anterior y que se mantiene en algunas de las indicaciones que se han presentado en la comisión de expertos. El riesgo, por su parte, está asociado a la desconexión de la ciudadanía con el proceso constitucional, la cual puede transformarse en rabia cuando las promesas que muchos candidatos hicieron en campaña relacionados con temas contingentes -la violencia, la inmigración desbordada, la inflación y la debilidad en el empleo- choquen con los temas que son realmente competencia del ámbito constitucional.
¿Cómo interpreta el auge de Republicanos?
El éxito de Republicanos lo interpreto de dos formas. Capturaron muy bien al hastío de la ciudadanía por la incapacidad de la política en dar soluciones a problemáticas que están afectando la vida de muchos como son la violencia, la inmigración desbordada, la inflación y la debilidad en el empleo. Y, por otra parte, representa un premio a la claridad, nitidez y coherencia en sus planteamientos. Es de esperar que el piso ciudadanos logrado por Republicanos lo usen para llevar a buen puerto el proceso constitucional. Las declaraciones de su líder, de su presidente y del consejero que obtuvo la mayoría nacional, van en ese sentido.
¿Cuál será el rol de la derecha más tradicional en el nuevo proceso constituyente que se inicia? ¿Queda muy debilitado en su rol constituyente?
El mismo rol que deben tener todos los sectores en el Consejo: ser responsables colaboradores para que esta vez el proceso llegue a buen puerto. ¿Qué significa un buen puerto? En la forma, un proceso serio, riguroso y conectado con la ciudadanía, sin estridencias ni payasadas. En el fondo, un texto que permita una evolución institucional que responda al desafío que enfrentan todas las democracias representativas en el mundo: adaptarse o devenir en autocracias o democracias directas disfuncionales.
Muchos han advertido del riesgo de inclinar la propuesta constitucional ahora hacia otro extremo, opuesto al de la convención pasada. ¿Cómo evitar un nuevo fracaso constituyente?
Es fundamental que los consejeros electos cambien rápido del modo campaña al modo constitucional, y acometan un esfuerzo de reconexión de la ciudadanía con los temas que son de competencia constitucional, con un enfoque didáctico para explicar por qué sí tienen un rol fundamental en habilitar las soluciones a los problemas de la gente. Algunos de ellos que me parecen fundamentales: los contornos del estado social de derecho, el sistema político-electoral, la estructura del Estado y el marco general para el uso de nuestras riquezas naturales.
El empresariado hizo presentes sus posiciones durante la discusión constituyente pasada. Usted desde la Sofofa lanzó un decálogo constitucional. ¿Qué debería el sector privado enarbolar en este nuevo proceso?
Hoy hablo desde Pivotes, donde hemos trabajado en propuestas de preceptos constitucionales habilitadores de políticas públicas o iniciativas privadas que marcan el chile de hoy. Menciono algunas de ellas: Creemos que la Constitución debe separar con nitidez y precisión el ámbito de la administración pública -que debe ser profesional, técnico y meritocrático- del ámbito del gobierno y sus funcionarios de confianza, que debe tener contornos constitucionales muchos más estrechos y exigentes. En una dimensión económica y muy pertinente a la discusión sobre el desarrollo del litio, proponemos que la Constitución establezca como regla general que lo minerales sin excepción sean concesibles a empresas públicas y privadas en igualdad de condiciones y que la ley pueda establecer limitaciones para resguardar su rol ecológico y social, bajo un principio constitucional de desarrollo sostenible.
Esta es una elección constituyente, pero refleja otra correlación de fuerzas políticas en el país. ¿El gobierno deberá modificar sus reformas principales, la tributaria y la previsional? ¿En qué sentido?
Aunque elegimos un consejo constitucional para escribir una nueva Constitución, es innegable que el resultado de ayer es una segunda señal de la ciudadanía a la agenda del gobierno. Sería ciego si el gobierno no abre un espacio genuino y libre para que los distintos sectores realicen sus planteamientos con nitidez, precisión y sin complejo alguno en torno a agendas como la tributaria, pensiones, reactivación educacional y salud. Los acuerdos son más sólidos y sostenibles si parten de un diálogo franco entre posturas diversas.
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