CEO de Solek, firma checa con proyectos por 1,2 GW: “La capacidad de almacenamiento de energía es crucial para Chile”

Zdenek Sobotka

Zdeněk Sobotka, fundador y dueño de la firma con presencia hace ya 10 años en el mercado nacional, estuvo de visita esta semana y supervisó los avances en la construcción del Parque Fotovoltaico Leyda, su proyecto más grande a nivel mundial. El empresario, apodado el “Elon Musk checo”, busca alianzas con Tesla y crecer en proyectos que combinen generación solar, eólica y baterías.


Un 45% de avance en su construcción presenta el Parque Fotovoltaico Leyda, planta que apunta a generar 95,2 MW a partir de septiembre de este año, y que es impulsada por la firma de origen checo Solek. Su fundador y CEO, Zdeněk Sobotka, estuvo de visita en Chile por estos días, acompañado por el ministro de Industrias de la República Checa, Josef Síkela.

Si bien la firma cuenta sólo con 248 MW conectados y operando en el país -gracias a cerca de 35 proyectos PMGD (Pequeño Medio de Generación Distribuido)-, ya está avanzando en proyectos utility scale. De hecho, Leyda es el primero en esa línea, en el cual invirtieron US$99 millones y donde Enel actúa como offtaker.


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Hace pocas semanas ingresó otro a evaluación ambiental: una planta stand alone basada en sistemas de almacenamiento eléctrico (BESS, por sus siglas en inglés) llamada San Rafael, por US$94 millones. Ambos en la región de Valparaíso.

Su pipeline cuenta con 600 MW en construcción y un total de 1.200 MW en distintos tipos de proyectos, que incluyen almacenamiento en baterías de CO2, proyectos híbridos (solar, eólico y baterías), de hidrógeno verde y amoníaco verde.

En 2023, Solek consiguió un paquete de financiamiento de US$379 millones para sus proyectos en Chile, que incluyó US$20 millones en un crédito mezzanine con BlackRock y US$37 millones en préstamos de BNP Paribas.

Zdenek Sobotka

En entrevista con Pulso, Sobotka ahondó en los planes de la firma que eligió al país en 2014 como su centro de operaciones para expandirse por Latinoamérica.

“Estamos felices de estar en Chile por ya 10 años. Comenzamos en el 2014 con nuestra primera entrada, principalmente debido a las grandes condiciones de radiación solar, y también sobre la estabilidad que da Chile, como un país de la OCDE que tiene una buena calificación de inversiones y son muy estables, lo que significa que las políticas de inversión no cambian cada año. Es una buena visión la que tenemos”, dice de entrada.

¿Cómo están viendo las condiciones para financiar los proyectos, siguen estables?

-Para ser honesto, estuvimos atentos a la discusión constitucional, lo escuchamos y fue un poco difícil para los inversionistas (ese período), pero siempre creí que el país es muy fuerte y puede continuar por el mismo camino que tenía anteriormente.

Ustedes tienen como inversionistas a grandes bancos de inversión, ¿cuál es el modelo de negocios al que están apuntando hacia adelante?

-En general, los contratos de energía renovable varían con los precios. Una ventaja para el consumidor es tener precios relativamente baratos en comparación con las fuentes convencionales. Creemos que cualquier fuente que se construya de manera profesional en el país tiene un valor. Por supuesto, somos muy fuertes en los parámetros financieros que son importantes de seguir como inversionistas extranjeros y, por otra parte, son inversiones de 25 años y tal vez más. En ese sentido, podemos compararnos con el sector de bienes raíces.

En 2023 anunciaron que habían conseguido financiamiento para sus proyectos en Chile por cerca de US$380 millones, ¿están requiriendo más capital que eso?

-Sí, necesitamos más capital. Como se puede imaginar, en general, cada megawatt que se construye cuesta US$1 millón. Si la empresa quiere crecer a un ritmo de 200 MW al año, necesita continuamente un capital que esté asegurado para poder hacer estas construcciones, por ejemplo.

¿Cuáles son los principales riesgos que identifican en Chile? ¿Están entre ellos está el sistema de permisos ambientales?

-Me enorgullece tener un buen equipo local en desarrollo, porque por supuesto es difícil tener una disciplina aquí en Chile. Hay muchos permisos que se necesitan especialmente para grandes plantas. Pero, por otro lado, el país es predecible, y hay una muy baja corrupción, casi nada, lo que es una gran ventaja para nosotros como extranjeros. Podemos hacer el trabajo bien y obtener esos permisos.

¿Cuáles son las mayores fortalezas que ve de Chile como inversionistas extranjero, y dónde se puede mejorar como país?

-Para ser honesto, Chile es uno de los principales países en vías de desarrollo y de energías renovables. Ahora tenemos obstáculos en el desarrollo de grandes instalaciones de fuentes renovables. Por supuesto las leyes y normativas sobre almacenamiento, no solo de baterías, sino de todo tipo de almacenaje, podrían abordarse de mejor manera. Ese es un punto, pero creo que todos los inversionistas van a construir 1GW en un par de años, y nuevamente, podemos abrir la puerta para más desarrollos.

¿Están interesados en adquirir proyectos de terceros en Chile?

-Sí. A veces lo hacemos, pero sin embargo estamos integrados verticalmente y tenemos nuestros propios desarrollo, construcción y fabricación de plantas. Aun así, estamos buscando nuevos proyectos para adquirir, como un par de proyectos que adquirimos en el pasado. Queremos continuar también con esa estrategia.

Hay una serie de discusiones regulatorias en marcha, relacionadas a la transición energética, ¿hay aspectos de las propuestas del Ejecutivo que les preocupen?

-Para ser honesto, creo que Chile y sus autoridades no se están preparando para hacer ningún cambio significativo que suponga un daño a las inversiones anteriores, lo que es muy importante. Es muy importante para cualquier inversionista, de cualquier sector, pero esta transición energética es algo que es necesario de crear con nuevas leyes, nuevas regulaciones o normativas, para impulsar, por ejemplo, los sistemas de almacenamiento eléctrico.

Los sistemas de almacenamiento en Chile están creciendo de manera acelerada, y presentaron un proyecto stand alone hace poco, ¿tienen más planes en esa área?

-Sí, absolutamente. La capacidad de almacenamiento de energía es crucial para Chile, debido a que tiene una capacidad que aún se puede gestionar con la red, y hoy como Solek estamos desarrollando un proyecto stand alone llamado San Rafael, de almacenaje con baterías de casi 100 MW conectados, y que va a ser un buen inicio para mejorar las capacidades de almacenamiento en Chile.

Hay aspectos regulatorios pendientes en ese aspecto, ¿han transmitido la necesidad de urgencia al gobierno para avanzar en esas modificaciones?

-De nuestra parte, queremos ver la mejora en la red porque es la que debe transmitir muchas fuentes distintas y eso es absolutamente crucial. Creemos que cuando se instalen sistemas de almacenamiento, va haber una mejor forma de gestionar fácilmente la capacidad.

¿Cuáles son las modificaciones en transmisión que a su juicio son más urgentes? ¿Es un tema de capacidad?

-La capacidad es algo que, es bueno reconocer, depende de la regulación chilena. Por ejemplo, en la República Checa no tenemos estos sistemas de pagos. Esto es una ventaja porque da tranquilidad, y creemos que este sistema va a ser estable, y lo más importante es cómo gestionar el Desierto de Atacama, la zona norte y los lugares de consumo que están mayoritariamente en Santiago. Por supuesto que nuevas líneas de transmisión son bienvenidas, sabemos que hay retrasos, pero creemos que van a estar listas prontamente.

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