Cómo Apple se quedó atrás en la carrera armamentística de la IA

Para quienes las vieron, las demostraciones dentro de Apple a principios de esta década de una Siri renovada ofrecieron un escaparate de las sorprendentes capacidades que podría tener un potente asistente de voz de IA (inteligencia artificial).

El famoso asistente, uno de los últimos proyectos en los que trabajó el cofundador de Apple, Steve Jobs, antes de su muerte, había recibido una revisión total. Capaz de funcionar en un iPhone y sin conexión a Internet, el nuevo Siri impresionó a la gente con su velocidad mejorada, sus capacidades de conversación y la precisión con la que entendía las órdenes del usuario. Con el nombre en clave de Proyecto Blackbird, la iniciativa también imaginaba una Siri con funciones creadas por desarrolladores de aplicaciones de terceros, según personas familiarizadas con el trabajo.

Sin embargo, un proyecto competidor se impuso en un concurso interno antes del décimo aniversario del lanzamiento de Siri. Conocida como Siri X, la actualización más modesta consistía en trasladar más software existente de Siri a los iPhones desde servidores remotos para mejorar la velocidad y la privacidad del asistente de voz. La mejora de Siri X se presentó en 2021.

La semana que viene, en la Conferencia Mundial de Desarrolladores de Apple, la compañía se unirá a una carrera armamentística por la IA que muchos creen que definirá el futuro de la tecnología. El fabricante del iPhone está tratando de ponerse a la altura de Microsoft, Google de Alphabet y otros rivales que han empezado a integrar la IA generativa en sus productos principales.

La cautela y el secretismo característicos de Apple, así como el cuidado que pone en la actualización de los dispositivos -donde el hardware y el software se integran a la perfección- han obstaculizado sus primeros esfuerzos en el campo de la IA, dijeron las personas. Ahora se encuentra en la inusual situación de tener que asumir riesgos.

La empresa está a punto de anunciar una serie de mejoras de IA generativa para sus productos de software, incluida Siri, según fuentes familiarizadas con sus planes. Las funciones de IA incluyen asistencia en la redacción de mensajes, edición de fotos y resumen de textos.

Aunque no se espera que Apple alcance pronto a los principales innovadores de IA, la compañía se está preparando para desvelar funciones de IA con capacidades impresionantes que también maximicen la privacidad de los usuarios, una preocupación que será fundamental para desbloquear todo el potencial de los asistentes de IA. También se espera que Apple desvele una o más posibles asociaciones con los principales desarrolladores de IA tras mantener conversaciones con OpenAI, Google y Cohere, comentaron las fuentes.

Apple lleva mucho tiempo enorgulleciéndose de la perfección en el lanzamiento de sus productos, algo casi imposible con los modelos de IA emergentes. Aunque los sistemas OpenAI han deslumbrado a más de 180 millones de usuarios con su generación de escritura, imágenes y video, son propensos a errores ocasionales, a menudo llamados alucinaciones. Apple ha tenido una tolerancia limitada para este tipo de problemas.

“No existe una precisión del 100% con la IA, esa es la realidad fundamental”, dijo Pedro Domingos, profesor emérito de ciencias e ingeniería informáticas de la Universidad de Washington. “Apple no es compatible con eso. No lanzarán algo hasta que sea perfecto”.

Integración de la IA

Apple ha sopesado la posibilidad de permitir a los usuarios elegir un proveedor de AI de terceros que podría suplantar o ayudar a alimentar Siri, sostuvo una de las personas. No está claro de qué manera Siri podría ser alimentado, aumentado o sustituido por los proveedores de IA de terceros, o si Apple va a seguir adelante con una versión de esa idea.

Bloomberg informó anteriormente de una asociación con OpenAI, y The Information dio cuenta de los esfuerzos para revisar Siri.

Google, Microsoft y Samsung Electronics han empezado a integrar rápidamente la IA generativa en sus dispositivos y servicios. Aunque Apple se encuentra rezagada en un cambio generacional que se está produciendo en la industria tecnológica, muchos inversores y expertos en IA han afirmado que la compañía encontrará la manera de llevar la IA generativa a las masas.

“Apple puede hacer prácticamente cualquier cosa que se proponga”, aseguró Vineet Khosla, antiguo director de ingeniería del equipo Siri y actual director de tecnología del Washington Post. “La empresa se centra en el consumidor. El enfoque de su IA es hacer que funcione de una manera muy sensible a la privacidad”, explicó.

A lo largo de los años, Apple ha introducido mejoras en Siri y ha incorporado pequeñas funciones de IA en todos sus productos. En los audífonos Vision Pro, lanzados recientemente, la IA se utiliza ampliamente para el seguimiento de los ojos y la posición de las manos.

Cuando se lanzó Siri en 2011, Apple se adelantó a sus rivales en la creación del primer asistente de inteligencia artificial. Jobs, que encabezó la adquisición en 2010 que dio lugar a Siri, motivó al equipo a mantener el ingenio seco y el sentido del humor del asistente. El temprano lanzamiento demostró la voluntad de la empresa de asumir riesgos.

“Siri fue lo último en lo que Apple fue la primera”, señaló Dag Kittlaus, cofundador de la startup que compró Siri y que abandonó Apple poco después del lanzamiento del producto.

Mientras Apple luchaba por seguir avanzando con Siri, la compañía contrató a uno de los principales ejecutivos de ingeniería de Google para dirigir su estrategia de IA: John Giannandrea. En 2018, fue elevado al cargo de vicepresidente senior, reportando directamente al director ejecutivo de Apple, Tim Cook.

En las primeras reuniones del equipo, Giannandrea dejó claro que mejorar Siri era uno de los objetivos principales. También se le encargó centralizar gran parte de los esfuerzos fragmentados de Apple en relación con la IA. Empezó a crear su equipo de IA contratando a empleados de Google y a través de adquisiciones de startups, pero su equipo tuvo dificultades para encajar con el resto de Apple, según personas relacionadas con su trabajo.

El nuevo grupo de IA funcionaba de forma muy parecida a partes de Google, donde los plazos están definidos de forma más laxa. Los equipos dentro de Apple necesitan mantener plazos rigurosos para tener productos listos para los eventos de lanzamiento cada otoño. Los esfuerzos para colaborar entre otras partes de Apple que estaban construyendo productos y el equipo de IA a veces se vino abajo porque no podían ponerse de acuerdo sobre los plazos, indicó la gente consultada.

En lugar de trabajar con el equipo de IA, otras partes de Apple ocupadas en la creación de productos de software mantuvieron sus propias capacidades de IA por separado. Por ejemplo, el grupo de software dirigido por el vicepresidente senior Craig Federighi siguió invirtiendo y desarrollando la IA detrás de sus capacidades de reconocimiento de imagen y video, según explicaron antiguos empleados de Apple.

Otro factor limitante para el equipo de IA de Giannandrea era la falta de acceso a recursos informáticos, según antiguos ejecutivos e ingenieros. En comparación con sus rivales, Apple ha conseguido en los últimos años menos chips conocidos como unidades de procesamiento gráfico, que son esenciales para entrenar los modelos de IA, dijeron personas familiarizadas con la infraestructura interna de Apple.

Gran parte del equipo de IA tuvo que depender de servicios externos en la nube -la nube de Google era la preferida por muchos de los exempleados de Google en el equipo de Giannandrea- para entrenar sus modelos de IA, indicaron las personas.

El efecto ChatGPT

Cuando ChatGPT se estrenó a fines de 2022, todo cambió. Federighi, el jefe de software, se convirtió en un converso en las vacaciones de Navidad después de empezar a jugar con la herramienta de codificación de IA de GitHub, propiedad de Microsoft, llamada Copilot, que funciona con la tecnología de OpenAI, comentaron personas relacionadas con su experiencia.

Después de ese momento, en toda la organización de ingeniería de software de Federighi, se encargó a los empleados que idearan nuevas formas de incorporar la IA generativa a los productos y se les asignaron recursos para llevar a cabo estos proyectos, relataron antiguos ejecutivos e ingenieros. En reuniones internas, Federighi dijo que había llegado a apreciar la tecnología de IA generativa y que se incorporaría a todos los aspectos del software de Apple.

Apple ha intensificado sus esfuerzos para crear su propia inteligencia artificial generativa. En febrero, la empresa canceló sus esfuerzos de décadas para construir su propio auto eléctrico. Algunos de los empleados habían sido reasignados a estos proyectos de IA generativa.

Se espera que algunas de las nuevas funciones y actualizaciones que Apple anuncie este año se basen en sus propios modelos de IA generativa, pero Apple ha estado estudiando posibles colaboraciones externas para conseguir una IA más avanzada. Giannandrea y Federighi se han reunido con Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, según personas familiarizadas con las conversaciones.

News Corp, propietaria del Wall Street Journal, tiene un acuerdo de licencia de contenidos con OpenAI.

Kittlaus, cofundador de Siri, ha señalado que este año podría ser importante para Siri, ya que la empresa planea incorporar funciones de inteligencia artificial al iPhone. “Siri lleva años estancada en el fango”, aseguró. “Pero veo absolutamente venir un renacimiento”, añadió.