Cómo el psiquiatra de Sam Bankman-Fried se convirtió en una pieza clave de la criptobolsa FTX

ILLUSTRATION BY DEENA SO’OTEH FOR THE WALL STREET JOURNAL
ILUSTRACIÓN POR DEENA SO’OTEH DE THE WALL STREET JOURNAL

Contratado como entrenador en la empresa con sede en Bahamas, George Lerner estuvo allí durante su dramática caída. Indicó que después de trasladarse a las Bahamas, trabajó 32 horas a la semana para la empresa. Atendía a unos 100 de los 300 empleados de la firma, de los cuales entre 20 y 40 lo hacían de forma semiregular.


A principios del año pasado, Sam Bankman-Fried habló en una reunión de todos los empleados de FTX sobre una incorporación a la plantilla de la empresa.

No era un jefe de contabilidad. Ni un gestor de riesgos. En su lugar, se trataba de un psiquiatra que serviría de entrenador para los empleados estresados de la bolsa de criptomonedas de rápido crecimiento. El Dr. George Lerner se presentó en la reunión por video y animó a los trabajadores a consultarle, según recuerdan las plataformas de la reunión.

FTX se hundió en noviembre, tras revelarse que había malversado miles de millones de dólares de fondos de clientes. Bankman-Fried se encuentra en arresto domiciliario tras declararse inocente de los cargos de fraude. FTX está en proceso de quiebra.

A finales del mes pasado, la nueva dirección de FTX pidió a un juez que aprobara las citaciones para obtener una amplia variedad de comunicaciones internas, incluidas las mantenidas entre Bankman-Fried y el Dr. Lerner, como parte de sus esfuerzos por recuperar los activos de FTX.

El Dr. Lerner no está acusado de ningún delito. Un representante de Bankman-Fried se rehusó a hacer comentarios sobre la solicitud de citación. En un correo electrónico, Lerner señaló que no era un abogado y dijo que la solicitud era “probablemente bastante estándar para un caso de quiebra”.

El Dr. Lerner se trasladó en junio a las Bahamas, donde tenía su sede FTX. El personal de FTX y de su empresa comercial hermana, Alameda Research, trabajaba muchas horas, y a menudo el trabajo y la vida se confundían. Muchos de los empleados, veinteañeros y lejos de casa, vivían juntos en viviendas de lujo de la empresa, y las relaciones románticas entre ejecutivos eran habituales.

Las líneas divisorias entre las dos empresas, FTX y Alameda, también eran indistintas. Bankman-Fried dijo a los inversores que las dos operaban por separado, una salvaguarda que debería haber protegido el dinero de los clientes. Pero las dos empresas compartían oficinas, empleados y tecnología. Los reguladores afirman que Bankman-Fried trató los fondos de los clientes de FTX como una alcancía. Bankman-Fried, director ejecutivo de FTX y propietario del 90% de Alameda, ha negado que se robaran fondos.

El Dr. Lerner, de 46 años, sostuvo que FTX lo contrató como entrenador, no como psiquiatra. Indicó que después de trasladarse a las Bahamas, trabajó 32 horas a la semana para la empresa. Atendía a unos 100 de los 300 empleados de la firma, de los cuales entre 20 y 40 lo hacían de forma semiregular.

Por otra parte, según Lerner, unos 20 empleados de FTX eran pacientes de su consulta privada.

Como psiquiatra, Lerner es un médico que puede diagnosticar trastornos mentales y recetar medicamentos. Como entrenador, puede ofrecer consejo y asesoramiento.

El Dr. Lerner señaló que su principal objetivo en FTX era crear “un entorno de trabajo más sostenible”.

“Eran personas increíbles, brillantes, con ganas de influir positivamente en el mundo”, relató Lerner. “La resolución de conflictos fue lo más difícil, ya que la mayor parte de mi trabajo ha sido históricamente con individuos”, agregó.

A construction site in Nassau, the Bahamas, in July for the crypto exchange FTX, which collapsed later last year.
Una obra en construcción en Nassau (Bahamas) en julio para la bolsa de criptomonedas FTX, que se derrumbó a finales del año pasado. FOTO: ROBYN DAMIANOS/ THE WALL STREET JOURNAL

The Wall Street Journal habló con antiguos empleados de FTX sobre el Dr. Lerner. Algunos celebraron su contratación como señal de la actitud progresista de la empresa hacia la salud mental. Dijeron que atendió hábilmente a los empleados que se desanimaron cuando FTX quebró en noviembre.

El Dr. Lerner se licenció en Medicina en 2004 por el Baylor College of Medicine de Houston y completó su residencia en la Universidad de California en San Francisco, un programa de psiquiatría de primera categoría.

Antes de incorporarse a FTX, Lerner dirigía una consulta de psiquiatría cerca de Union Square, en San Francisco, entre cuyos pacientes se encontraban ejecutivos de los sectores tecnológico, criptográfico y de capital riesgo, según declaró. Estaba especializado en el tratamiento de la depresión, la ansiedad y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, según una versión antigua de su sitio web.

El Dr. Lerner acabó en FTX, dijo, porque había estado tratando a algunos de los primeros empleados de FTX y Alameda en su consulta privada.

Uno de sus pacientes fue Bankman-Fried, quien comenzó a ver al Dr. Lerner a principios de 2019 y continúa siendo su paciente hoy, recibiendo tratamiento para el TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad) y la depresión, según el representante del exdirector ejecutivo de FTX.

En un borrador de testimonio para una audiencia en el Congreso en diciembre, Bankman-Fried afirmó que llevaba una década tomando el antidepresivo Emsam. “Soy, y durante la mayor parte de mi vida adulta he sido, triste”, dijo. Bankman-Fried no testificó en la vista porque fue detenido el día antes de que se realizara.

En FTX, algunos empleados estaban preocupados por lo que consideraban la cercanía del Dr. Lerner con Bankman-Fried, hasta el punto de que reconocieron que se abstenían de revelar demasiado en las sesiones de entrenamiento. Lerner dijo que mantenía las interacciones de entrenamiento en estricta confidencialidad.

El Dr. Lerner también aseguró que tenía cuidado de separar su práctica médica de su entrenamiento en FTX. Por ejemplo, a los empleados que acudían a él para recibir asesoramiento se les pedía que firmaran un formulario en el que declaraban que él era su asesor y no su psiquiatra.

A los empleados que eran pacientes de la consulta privada del Dr. Lerner, los trataba durante sus viajes de vuelta a California, precisó. Trató a unos 10 por depresión o ansiedad y a otros 10 por TDAH.

Sin embargo, el Dr. Lerner no está registrado como médico en Bahamas, según la base de datos del Consejo Médico de Bahamas. El consejo médico de California dijo que permite a sus médicos tratar a los pacientes a través de la telesalud “desde cualquier parte del mundo”, siempre y cuando el paciente se encuentre en California.

Por otro lado, algunos exempleados que vieron al Dr. Lerner para recibir asesoramiento señalaron que les dejó claro que podía ayudarlos a conseguir medicamentos como Adderall, utilizado para tratar el TDAH, o Xanax, para tratar la ansiedad. El Dr. Lerner enfatizó que no ofrecía tales servicios a las personas que veía para el coaching y prescribía medicamentos a los pacientes sólo cuando era médicamente necesario.

Danielle Cloud, una antigua empleada de marketing de FTX, describió en Twitter varias sesiones de coaching con el Dr. Lerner. “Tras una ‘consulta’ inicial, me informa de que puede ayudarme con mi TDAH infradiagnosticado porque es su especialidad”, escribió.

Cloud no quiso hacer comentarios. Otros exempleados dijeron que el Dr. Lerner adoptó un enfoque mesurado con respecto a la prescripción de medicamentos.

Por su parte, el Dr. Lerner manifestó que uno de sus objetivos en FTX era ayudar a los empleados a salir en citas.

“Me preocupaba mucho que la felicidad de las personas se viera reducida por la falta de oportunidades para salir fuera de una gran ciudad o que se sintieran obligadas a abandonar la empresa por este motivo”, afirmó.

El Dr. Lerner dijo que intentó organizar reuniones sociales con otras empresas en las Bahamas, pero que la gente estaba demasiado ocupada.

Cuando FTX implosionó en noviembre, el psiquiatra se quedó incluso cuando decenas de empleados renunciaron. Aconsejó a los que se quedaron, incluidos los empleados veteranos que luchaban por mantener FTX a flote, indicaron personas familiarizadas con el asunto.

Cuando algunos empleados en apuros parecían correr el riesgo de suicidarse, el Dr. Lerner organizaba actividades para atenderlos, animándolos a salir a la calle o instando a otros a vigilarlos, detallaron las fuentes. También ayudó a algunos empleados a organizar el viaje para salir de Bahamas y recibir atención psicológica en casa.

“La gente estaba desolada”, dijo el Dr. Lerner. “Habían perdido a su familia FTX”, añadió.

El psiquiatra sostuvo que está centrado en reconstruir su consulta privada. Su sitio web ha sido desmantelado y sólo ofrece algunos datos de contacto.

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