El esquisto argentino: ¿Es hora de perforar?

Vista desde un dron de la formación de Vaca Muerta, en Argentina. Foto: Alexander Villegas/Reuters

Aunque la normativa favorable a las empresas está contribuyendo a atraer inversiones a la prometedora cuenca de esquisto del país, estas podrían proceder con cautela. La producción de petróleo alcanzó los 440.000 barriles diarios, y las firmas de investigación estiman que podría llegar al millón de barriles diarios en 2030.


Las prolíficas cuencas de esquisto de Estados Unidos están agotando sus mejores pozos, pero la argentina Vaca Muerta no ha hecho más que empezar. ¿Bastará una reglamentación favorable a las empresas para iniciar allí un auge del esquisto?

La perforación horizontal en la cuenca despegó hace aproximadamente una década, pero una reglamentación desfavorable -con controles de capital y de divisas, impuestos a la importación y exportación, e intervenciones en los precios del petróleo, entre otras cosas- frenó su crecimiento. La elevada inflación y una economía tambaleante también fueron obstáculos para atraer capital al sector del esquisto bituminoso. Exxon Mobil, por ejemplo, acordó vender su negocio en Argentina el año pasado. Shell, y Chevron, siguen teniendo intereses en la cuenca.

La cuenca de esquisto Vaca Muerta ha dado más señales de vida en los últimos años. La cuestión es si los cambios proempresariales de Javier Milei, que asumió la presidencia de Argentina hace más de un año, bastarán para acelerar el crecimiento.

La producción de petróleo alcanzó los 440.000 barriles diarios, y las empresas de investigación estiman que podría llegar al millón de barriles diarios en 2030. Sigue siendo una cifra relativamente pequeña, que representa alrededor del 15% de lo que produjo la cuenca del Pérmico en el último trimestre de 2024. Pero la Administración de Información Energética (EIA) de EE.UU. calcula que hay unos 16.000 millones de barriles de petróleo de esquisto y condensado técnicamente, recuperables en Vaca Muerta. De acuerdo a cifras de la EIA, Argentina se encuentra entre los cinco mayores poseedores de petróleo y gas natural de esquisto del mundo.

Si el crecimiento de Vaca Muerta se mantiene al ritmo de los últimos años, la producción diaria real de la cuenca debería superar fácilmente el umbral del millón de barriles, según Patrick Rutty, director de inteligencia global de Enverus. La cuenca también produce gas natural, que el país espera exportar licuado.

Las acciones de los dos principales productores de la cuenca reflejan el optimismo. Las acciones de la petrolera argentina YPF, de propiedad mayoritaria del Estado, se han duplicado desde que Milei asumió el cargo. Las acciones de Vista Energy, un productor independiente fundado por un antiguo director ejecutivo de YPF, subieron cerca de un 50% durante el mismo periodo.

Hasta ahora, los cambios de Milei han hecho que el país sea más favorable a los inversionistas. La hiperinflación se detuvo, y el índice de riesgo país de Argentina, según JPMorgan, se redujo a la mitad desde que Milei asumió el cargo. El gobierno eliminó los topes al precio del petróleo y ha introducido un plan de incentivos que ofrece condiciones favorables a las grandes inversiones, como las que requieren los costosos proyectos de oleoductos. Milei también prometió poner fin a los controles de capital y de divisas.

Las empresas energéticas argentinas están volviendo a los mercados internacionales de deuda “tras años de aislamiento”, afirmó S&P Global en un informe a principios de este año. YPF pudo vender US$ 1.100 millones en bonos a inversionistas internacionales en una venta realizada en enero, mientras que Vista Energy recaudó US$ 750 millones en la venta de bonos denominados en dólares a finales del año pasado. El capital extranjero debería ayudar a las empresas a financiar proyectos de gran envergadura, como los oleoductos que ayudan a llevar el petróleo a los mercados.

Muchos analistas del sector coinciden en que el esquisto de Vaca Muerta es, en muchos aspectos, superior al de Estados Unidos. En promedio, durante los 12 meses transcurridos hasta febrero, los pozos de Vaca Muerta tuvieron una recuperación final estimada -una métrica que recoge la cantidad total de petróleo que se espera recuperar al final de su vida productiva- de unos 86 barriles por pie lateral perforado, según datos de Enverus. En cambio, la productividad de las cuencas estadounidenses oscilaba entre 43 y 72 barriles por pie. Incluso cuando las cuencas de esquisto de EE.UU. se encontraban en sus primeras fases de producción, la productividad de sus pozos nunca se acercó a la de Vaca Muerta.

El costo de perforar un pozo es más caro en Argentina, que carece de la amplia infraestructura y presencia de servicios petrolíferos que tiene Estados Unidos. Pero la mayor productividad significa que el petróleo de Vaca Muerta puede obtener beneficios con un precio del petróleo más bajo en comparación con las cuencas de esquisto de EE.UU., indicó Andrés Villarroel, analista de esquisto de Rystad Energy.

Por supuesto, hay razones para ser escépticos. La historia de Argentina está llena de cambios políticos drásticos, según un artículo publicado en diciembre en el blog del think tank Atlantic Council. “Es probable que muchos inversionistas estén esperando a ver qué tal le va al plan de estabilización del gobierno de Milei y, lo que quizá sea aún más importante, a ver pruebas concretas de que el país ha cambiado de verdad”, señalaban Ignacio Albe y William Tobin en el artículo.

Sin embargo, mientras las condiciones económicas se mantengan estables, el crecimiento de la producción de Vaca Muerta debería atraer a los productores estadounidenses, que se están quedando sin buenos lugares para perforar. Vaca Muerta es “una de las pocas regiones de petróleo de esquisto” con grandes expectativas de crecimiento de la producción, sostuvo Andy McConn, director de investigación comercial de Enverus. Según los datos de la EIA, el crecimiento de la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos se estancó en el último año.

Bill Von Gonten, director ejecutivo de la consultora de ingeniería petrolera W.D. Von Gonten Engineering, aseguró que ha estado recibiendo llamadas de empresas energéticas estadounidenses interesadas en la cuenca desde que apareció en un podcast el año pasado para hablar de Vaca Muerta. “Recibo más o menos una llamada a la semana”, dijo. La firma lleva trabajando en Vaca Muerta desde 2012, y entre sus clientes figura Vista Energy. Von Gonten dijo que las empresas estadounidenses están buscando inicialmente unirse con empresas de energía locales en lugar de establecer sus propias operaciones.

Villarroel, de Rystad, cree que las empresas estadounidenses necesitan ver el fin de los controles de divisas antes de sentirse lo suficientemente seguras como para invertir sustancialmente en la cuenca. Milei comunicó que planea eliminar esos controles en 2026, pero ese paso podría estar supeditado a que el país obtenga un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las principales compañías petroleras con participaciones en Vaca Muerta se han mostrado optimistas sobre las perspectivas del país. El director ejecutivo de Shell, Wael Sawan, dijo en una conferencia sobre resultados en enero que la compañía está “animada por lo que estamos viendo del nuevo gobierno”. El CEO de Chevron, Mike Wirth, sostuvo en una llamada de ganancias a principios de este año que está “realmente contento de ver que la situación del país está mejorando”. Milei es “un reformista, y tiene un programa serio que hará que el país sea más invertible para los inversionistas extranjeros”, afirmó Wirth.

Shell era el tercer mayor productor de petróleo de la cuenca en 2024, según Rystad. Chevron explota una parte menor, pero tiene participaciones en empresas conjuntas operadas por YPF. Ambas grandes petroleras acordaron invertir en un oleoducto clave conocido como Vaca Muerta Sur. Argentina podría convertirse en una parte más importante del negocio sudamericano de Chevron: el gobierno de Trump revocó el martes su licencia para bombear petróleo venezolano. Y su planeada compra de activos en Guyana -a través de una adquisición de Hess- sigue en el aire debido a una disputa con Exxon Mobil.

Si más productores estadounidenses independientes y emprendedores se aventuran en Vaca Muerta, es poco probable que vuelvan a comportarse como salvajes, en gran parte porque sus inversionistas no tolerarán un gasto desenfrenado. Von Gonten estima que en el Pérmico se está dejando atrás más del 90% del petróleo porque los productores se centraron inicialmente en los beneficios a corto plazo orientados a los pozos más productivos, y no en la recuperación de petróleo a largo plazo.

Es posible un boom del esquisto en Argentina, pero probablemente no se parecerá al estadounidense. Eso podría ser bueno.

-Traducido del inglés por Pulso.

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