El proyecto para resucitar Huachipato que ilusiona a CAP y a Talcahuano

El proyecto para resucitar Huachipato que ilusiona a CAP y a Talcahuano

Ante el inminente cierre del complejo siderúrgico, el grupo chileno pretende sacar adelante una iniciativa minero-metalúrgica asociada a las denominadas tierras raras, que espera extraer en la vecina localidad de Penco en alianza con la canadiense Aclara, para luego producir aleaciones que se usen en electromovilidad.


Desde el año 2019 hasta el primer trimestre de este año, el complejo siderúrgico Huachipato de Talcahuano perdió del orden de los US$700 millones. En los primeros tres meses de 2024, el saldo adverso de la filial del grupo CAP fue del orden de los US$40 millones y se esperaba que, pese a las sobretasas arancelarias aplicadas a los productos importados de acero chino que compiten con la empresa, para el periodo abril-junio la cifra fuera similar.

Allí radica la principal razón del cierre de Huachipato anunciado la semana pasada. “El directorio no podía seguir prolongando estas pérdidas”, dijo una fuente de la compañía.

Sin embargo, existe una esperanza, aún quimérica, de que la planta renazca. Pero en el largo plazo.

El 13 de marzo pasado, CAP anunció una asociación con la empresa minera canadiense Aclara Resources para la extracción y explotación del mineral denominado tierras raras en la zona de Penco, vecino a Talcahuano.

Las tierras raras es la denominación común que se aplica a 17 elementos químicos: escandio, itrio y 15 otros materiales del grupo de los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio). Se les llama raras porque es difícil hallarlos en estado puro, aunque se puedan encontrar en distintas partes del mundo. Hoy el principal productor del mundo de tierras raras es China, con 240 mil toneladas métricas en 2023, seguida por Estados Unidos, con 43 mil y Myanmar, con 38 mil.

Aclara pretende explotar un yacimiento de tierras raras en Penco, Región del Biobío, que contempla una inversión de US$130 millones y la generación de 400 empleos directos y 2.200 indirectos. Sin embargo, ha tenido problemas para sacarlo adelante, pues en julio de 2023, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) impuso el término anticipado del proceso de evaluación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto ante la posibilidad de afectación de bosque nativo, que no consideraba el EIA. Esta decisión provocó que las acciones de Aclara Resources en la Bolsa de Toronto se desplomaran casi a la mitad. Hoy ese papel se transa en 0,52 dólares canadienses y hace un año rondaba los 0,4 dólares canadienses.

El 10 de junio de este año, Aclara anunció el reingreso del EIA de su proyecto de tierras raras ante el SEA regional del Biobío. “Este EIA presenta un proyecto más acotado, pero más sólido, que mantiene los atributos del anterior como el uso de aguas 100% recicladas, la revegetación con especies nativas y la generación estimada de más de 2.000 puestos de trabajo directos e indirectos (...) Aclara completó con éxito el rediseño técnico del proyecto, y anunció que este EIA aborda eficazmente los comentarios y observaciones de los organismos con competencia ambiental y de la ciudadanía”, dijo la empresa en esa oportunidad, y proyectó que su evaluación tarde del orden de los 18 meses.

Un plan de largo plazo

El grupo chileno suscribió la adquisición de un 20% de la filial de Aclara en Chile por US$29,1 millones, operación que se llevará a cabo en tres pagos: US$9,7 millones al cierre de la transacción, US$12,5 millones en enero de 2025 y US$6,9 millones en enero de 2026. Junto con ello, el acuerdo contempla comprar otro 20% adicional de Aclara Chile por US$50 millones y una opción a tres años para adquirir hasta un 19,9% de la matriz en Canadá

Además, CAP invertirá US$3 millones en una alianza paralela con Aclara denominada REE Alloys SpA, en la que ambas serán dueñas en partes iguales, donde pretenden desarrollar productos de valor agregado basados en aleaciones de hierro y tierras raras, los que se utilizan como materia prima para la fabricación final de magnetos permanentes, un insumo muy apetecido para la construcción de automóviles eléctricos y trenes de alta velocidad, pero que también es usado en las instalaciones de energía eólica y solar.

“Estamos entusiasmados con esta alianza con CAP, que nos permitirá unir fuerzas en el desarrollo de las tierras raras y en su integración vertical con la industria de magnetos permanentes, críticos en el proceso global de descarbonización. Aclara está combinando su capacidad de innovación con la experiencia de CAP en la producción de metales y aleaciones”, dijo en marzo pasado, al anunciar la alianza, el gerente general de Aclara Resources, Ramón Barúa.

Sin embargo, en CAP saben que este proyecto es de largo plazo. De hecho, en el mejor de los escenarios se podría pensar que el inicio de la explotación partiera en unos tres años, aunque en un contexto más realista, se piensa en al menos cinco años.

Con este proyecto en mente, Huachipato no cerrará del todo. De los cerca de 1.000 trabajadores que hoy laboran en el complejo, probablemente se queden en torno a 100 profesionales destinados a trabajar en los planes futuros. El resto debiera perder su empleo.

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