Han transcurrido veinte días desde que la jueza Carolina Araya, del Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, dictó prisión preventiva contra Francisco Coeymans Ossandón (46), exgerente general de Primus Capital, tras realizar cuatro audiencias secretas. El ejecutivo se ha convertido en el protagonista de uno de los mayores escándalos financieros de los últimos años.

El Ministerio Público imputa al ingeniero comercial los presuntos delitos de asociación ilícita, administración desleal, falsificación de instrumentos mercantiles y financieros, delitos informáticos y lavado de activos. Esto luego que en marzo de 2023, el segundo factoring no bancario más relevante del mercado informó a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) sobre la detección de una serie de cheques falsos en una de sus cajas fuertes. Este hecho fue el primer indicio de un fraude millonario que perjudicó a la compañía -controlada por el empresario financiero y vinícola Raimundo Valenzuela- con pérdidas por $75.000 millones, obligando a los socios a inyectar $100.000 millones para mantener la operación del factoring.

Desde su reclusión en el Centro de Detención Preventiva Capitán Yáber, Francisco Coeymans trabaja en la apelación para salir de prisión preventiva y acceder a una medida cautelar menos gravosa, como arresto domiciliario total. Según sus cercanos, pasa largas horas escribiendo con lápiz y papel los argumentos que sus abogados, Mario Vargas, Eduardo Lagos y Gabriel Silber, expondrán en las próximas semanas ante los tribunales.

El 2 de diciembre, el abogado Eduardo Lagos presentó un escrito al Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago solicitando que se oficie a Gendarmería de Chile para obtener el informe médico elaborado por el psiquiatra Cecilio Solar. En el documento se detalla que Coeymans fue diagnosticado con “estrés postraumático” tras haber pasado seis meses en prisión preventiva en Perú, periodo en el que habría sufrido “diversas vejaciones”.

El tratamiento recomendado incluye Sertralina y Pregabalina, cuya prescripción busca ser respaldada mediante el informe solicitado. Además, se enfatizó la importancia de garantizar la adecuada atención médica del imputado durante su reclusión.

El exgerente general de Primus Capital comparte celda con los hermanos Daniel y Ariel Sauer, también imputados por el fraude del factoring Factop. Ariel Sauer dejó esta semana ese recinto: su prisión fue reemplazada por arresto domiciliario.

Hasta la fecha, el tribunal no ha respondido a las peticiones de Coeymans. Este jueves se llevará a cabo una audiencia para debatir dichas solicitudes.

Francisco Coeymans también ha recibido visitas de su familia. Entre ellas, destaca su padre, el economista Juan Eduardo Coeymans -exdirector del Instituto Nacional de Estadísticas durante el primer gobierno de Piñera-, su madre Mónica Ossandón, y sus hermanos Mónica y Juan Eduardo. Este último estaba estrechamente relacionado a Eduardo Guerrero, actual vicepresidente ejecutivo de Primus Capital, quien ha liderado junto a Valenzuela la ofensiva legal contra su hermano. Juan Eduardo Coeymans y Eduardo Guerrero fueron compañeros mientras estudiaban ingeniería comercial en la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

El 19 de noviembre, Coeymans llegó a Chile extraditado desde Perú tras pasar 240 días detenido. Durante su estadía en ese país, residió en Lima, visitó los distritos de Barranco y Miraflores y se trasladó a Pucallpa, donde contrajo matrimonio con Tiffany Yoko Chong Campos, una modelo e influencer con 27.700 seguidores en Instagram. La ceremonia, celebrada en el penal donde estaba recluido, fue oficiada por un pastor evangélico como estrategia para demostrar arraigo y evitar la prisión preventiva en Perú.

Pese a no tener restricciones legales para viajar, Chong no ha visitado Chile desde la detención de Coeymans, argumentando compromisos laborales. Primus Capital presentó en Lima una querella contra ella por presunto lavado de activos, aunque hasta ahora la Fiscalía peruana no ha formalizado una investigación.

El 4 de diciembre, el abogado Mario Vargas solicitó al tribunal habilitar videollamadas semanales para que Coeymans pueda comunicarse con su esposa y sus tres hijos, de entre 8 y 13 años, nacidos durante su primer matrimonio con Bernardita Puig.

En conversación con Pulso en julio, y mientras estaba en Perú, Francisco Coeymans señaló: “Espero que la verdad de todo esto salga y se reivindique mi nombre y que quede claro que no soy ni he sido parte de ninguna asociación ilícita con fines de defraudar a Primus, que es la empresa que yo mismo formé y de la cual aún soy socio, y que jamás realicé, ni instruí realizar alguna acción con ese fin. Ni desvié fondos para mi beneficio personal o de alguna sociedad relacionada a mí”, dijo.

“Tengo tres hijos a quienes amo y necesito ver. Quiero enfrentar la justicia porque tengo claros mis argumentos de defensa y todo lo que se ha mentido en este proceso”, concluyó.