FMI destaca proceso de vacunación de Chile y alerta sobre impacto permanente de pérdida de clases en América Latina
De acuerdo al organismo, en los alumnos entre 10 y 19 años los ingresos podrían ser en promedio un 4% más bajos, de por vida.
Más confiado en la adaptación de las economías a los nuevos confinamientos, pero con fuerte preocupación por el impacto de la falta de clases en los colegios en América Latina debido a la crisis sanitaria, se muestra el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su último informe sobre la región.
El área que analiza el Hemisferio Occidental de la entidad presentó hoy el análisis de sus proyecciones económicas para América Latina, cuyos datos fueron publicados la semana en el World Economic Outlook (WEO), y que mejoró las perspectivas de crecimiento para Chile hasta 6,2%, con lo que sería el país de la región que más rápido se recuperaría de la crisis.
Profundizando en esas estimaciones, hoy los expertos del fondo resaltan que “la persistencia de la crisis sanitaria en muchos países ensombrece las perspectivas a corto plazo. Tanto las personas como las economías siguen necesitando en el corto plazo una inyección para salir de la crisis de la COVID-19, mientras que el agravamiento de varias fragilidades estructurales subyacentes plantea serias dificultades a largo plazo”. Además, agregan que “el ingreso per cápita no retornará al nivel de antes de la pandemia hasta 2024, lo cual provocará pérdidas acumuladas del 30 por ciento respecto a la tendencia prepandémica”.
Sin embargo, dicen que las perspectivas “están sujetas a un grado excepcional de incertidumbre, mientras continúa la carrera entre las vacunas y el virus. Por el lado positivo, un control más rápido de la pandemia a escala mundial y un estímulo mayor de lo previsto con políticas de apoyo internas incentivarían el crecimiento”. Aquí hace un alto y resalta que “en Chile, la rapidez de la vacunación y las importantes políticas de apoyo constituyen un refuerzo a corto plazo. Se espera que el país alcance este mismo año el nivel de PIB previo a la pandemia”.
Aunque alerta de los rebrotes recientes en varios países de la región y los lentos procesos de vacunación, con la excepción de Chile, el FMI cree que el impacto de los confinamientos no será tan perjudiciales para la actividad en América Latina como los del año pasado, “ya que las economías han aprendido a adaptarse”.
Impacto permanente
De acuerdo a cálculos del Fondo, la cifra de personas que viven en condiciones de pobreza en la región ha aumentado en 19 millones producto de la crisis sanitaria, mientras que la desigualdad medida por el coeficiente de Gini subió 5% respecto del nivel previo a la pandemia. Si esto no fuera poco, el FMI subraya que “supondrá además un deterioro duradero del capital humano debido al cierre de los colegios, que fue más prolongado que en otras regiones”.
Así, la entidad señala que sus análisis muestran que “el ingreso de los estudiantes de edades comprendidas entre 10 y 19 años podría ser, en promedio, un 4% más bajo a lo largo de su vida si no se compensan los días de clase perdidos en 2020″. Además, el porcentaje de pérdida de ingresos varía según país y además serán mayores en los alumnos de menores ingresos “cuyas familias disponen de menos medios para respaldar el aprendizaje extraescolar, lo cual agrava la ya de por sí elevada desigualdad del ingreso y los bajos niveles de instrucción”.
Respecto de las medidas de apoyo macro, el FMI dice que las políticas fiscal y monetaria “deben seguir siendo acomodaticias en los países que disponen de suficiente margen de maniobra”, mientras los que tienen presupuestos limitados deben enfocarse en el gasto en salud y el apoyo a los hogares y “trabajar para crear espacio fiscal adicional”.
“Dada la fuerte factura que siguen pagando los trabajadores de bajo ingreso, estaría justificada la aplicación de ayudas focalizadas para faciliten la creación de empleo y la reconversión laboral”, sostiene el Fondo, que añade que para recuperarse de las secuelas de largo plazo en la economía “obligará a acelerar las reformas estructurales mejorar el acceso a sistemas de educación y salud de calidad, ampliar las redes de protección social y mejorar el clima empresarial”.
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