Google retrasa un año la eliminación de las cookies de terceros
Google se comprometió por primera vez en 2020 a eliminar las cookies de terceros en un plazo de dos años, prohibiendo los rastreadores de software que permiten a los comerciantes utilizar los datos de navegación de otros sitios web.
Google, de Alphabet, eliminará las cookies publicitarias en su navegador de internet Chrome para “fines de 2023”, anunció la compañía, retrasando un plazo que la industria de la publicidad digital, valorada en US$378.000 millones, está siguiendo de cerca.
Google se comprometió por primera vez en 2020 a eliminar las cookies de terceros en un plazo de dos años, prohibiendo los rastreadores de software que permiten a los comerciantes utilizar los datos de navegación de otros sitios web.
A continuación, la empresa comenzó a probar herramientas de software para sustituir las cookies por una solución que permite la segmentación de anuncios sin identificar a los consumidores individuales ni dejar que los precios de la publicidad en línea se desplomen. Las herramientas han recibido una tibia acogida por parte de algunas empresas de medios de comunicación y marketing.
“Aunque esta iniciativa ha progresado considerablemente, queda claro que se necesita más tiempo en todo el ecosistema para conseguirlo”, escribió Vinay Goel, director de ingeniería de Chrome, en un blog el jueves.
Goel dijo que Google implementará la eliminación de las cookies en dos etapas: una prueba de nueve meses para los editores web, desarrolladores y anunciantes, a partir de fines de 2022, y luego un período final de tres meses en 2023.
Las cookies publicitarias han contribuido a crear una enorme y complicada industria de la publicidad en la web, que lidera Google. Pero estos rastreadores han sido atacados por una ola de leyes de privacidad y cambios.
Apple Inc. eliminó las cookies de terceros de su navegador Safari y obligó a los comerciantes a obtener el permiso del consumidor para realizar seguimientos.
Google se ha movido con más cautela, consciente de su propio negocio masivo de tecnología publicitaria, así como de un creciente escrutinio antimonopolio.
A principios de junio, los reguladores del Reino Unido afirmaron que los próximos cambios de Google en Chrome eliminarían la competencia y reducirían los ingresos a los editores. En respuesta, Google se comprometió a poner límites al uso de los datos de los consumidores y a no dar ningún acceso privilegiado a sus propias propiedades.
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