Ignacio Briones: economía debiera mostrar cifras mejores “a las que muchos anticipábamos”, pero “no hay nada que celebrar”
En un seminario organizado por LarrainVial, el exministro de Hacienda se declaró "optimista del cambio de péndulo, del cambio de ciclo. No me refiero sólo al aire económico, sino que al proceso estructural institucional", pero lamentó el desempeño de la economía en los últimos diez años, con un crecimiento promedio anual per cápita de apenas 0,4% entre 2013 y 2023.
Optimista a largo plazo por una serie de condiciones, como, por ejemplo, el cambio hacia la moderación y mejores condiciones internacionales, se mostró esta mamañan el exministro de Hacienda Ignacio Briones.
En un seminario organizado por LarrainVial, Briones señaló que “soy optimista del cambio de péndulo, del cambio de ciclo. No me refiero sólo al aire económico, sino que al proceso estructural institucional, creo que tenemos fortalezas. Y si esto lo sumamos de la mano de lo que veo, de la suerte impresionante que tenemos como país, estamos parados hoy, con nuestros recursos naturales, en lo que el mundo demanda y demandará por los próximos años, que son nuestros recursos naturales”.
Según el economista, hay buenas noticias desde afuera, aunque recordó que la inflación “es el dolor de cabeza del Banco Central y seguirá siéndolo”, pues en todo el mundo las economías se muestran más resilientes y si bien eso tiene un aspecto positivo, que la economía sigue su curso y el desempleo no aumenta, “tiene la parte incómoda de que hace más difícil el combate a la inflación”, por lo que es probable que “la política monetaria va a seguir siendo restrictiva por un tiempo más”.
El exministro de Hacienda expuso que tras el 4 de septiembre, en términos generales, se ha visto una apreciación del peso respecto del dólar, la que, “naturalmente, tiene que ver con factores externos, asociados al dólar afuera, pero también con factores internos que dicen relación con esta mayor estabilidad, esta mayor sensación de certeza política, mirada a largo plazo que ha traído aparejado el resultado del 4 de septiembre, y también con un precio del cobre que se ha recuperado”.
Pero apuntó que en los niveles actuales, en torno a los $800, “pensar a que esto va a seguir (la caída del tipo de cambio) y vamos a volver a niveles de $700, lo veo muy poco probable. Los fundamentales siguen siendo en torno al tipo de cambio que tenemos, no vamos a volver a esos saltos de $1.000 que vimos en los peores momentos de incertidumbre, pero sí un dólar en torno a los $800 parece razonable dadas las condiciones actuales”.
Sobre el crecimiento del país y los últimos datos económicos, comentó que “las expectativas de los analistas, expertos y economistas sistemáticamente han estado por debajo de los valores observados, tanto del Imacec como de la proyección de crecimiento anual del 2022. Siempre hemos estado en un escenario más pesimista de lo que las cifras han venido mostrando. Eso sugiere, si ese sesgo se mantiene, que lo que debiéramos esperar en los meses que siguen son cifras algo mejores que las que muchos anticipábamos”.
Pero a pesar de las señales positivas, Briones indicó que “no hay nada que celebrar”, pues aunque estemos en un mejor escenario respecto del peor esperado, lo que ha pasado en los últimos diez años es que “estamos achanchados”, ya que al mirar el PIB per cápita, que “es la medida de bienestar promedio”, se encuentra “un escenario que no es muy enaltecedor en los últimos diez años: el crecimiento promedio anual per cápita entre 2013 y 2023 será de 0,4% al año. Nada, casi no ha aumentado en la última década”.
“Cuando uno celebra que la caída en la economía en 2023 no será 2% sino 1%, está obviando este aspecto fundamental. No hay nada que celebrar desde una mirada más larga”, dijo el economista, y además enfatizó que “vamos a tener crecimiento negativo este año”, que el ajuste sigue y que la economía no está boyante.
Además, Briones se preguntó si así como el ajuste será más rápido de lo pronosticado, “también la salida lo será”, pues “quizás la salida puede ser más lenta y tener un período de crecimiento más bajo que el que muchos están esperando. Lo dejo simplemente como pregunta y habrá que ver las cifras que vienen, en particular las de inversión, que es una variable clave”.
Por otro lado, destacó la “solidísima política fiscal en manos del ministro Marcel. Creo que hay que aplaudirle y reconocerle la labor que ha hecho en esta materia, pero también me parece justo aplaudir la institucionalidad que tenemos, porque parte del ajuste fiscal viene del Presupuesto aprobado para el año 2022, que a su vez venía de un acuerdo que firmamos en junio de 2020″.
Reformas en camino
Respecto de la reforma tributaria, Briones apuntó a que “mi apuesta es que tendremos reforma tributaria”, aunque “el ministro estará dispuesto a hacer varias concesiones, por una razón muy sencilla, que es nuestra institucionalidad fiscal. Si en Chile usted quiere gastar más recursos en lo que quiera, tiene que tener la plata primero”.
A su juicio, los puntos críticos de la negociación estarán en el impuesto al patrimonio, “que a mi juicio es un gustito ideológico que viene del programa de gobierno”, pero que, “bien sabemos, tiene un montón de problemas. De los 11 países Ocde que lo han tratado, 9 lo han eliminado. Recauda poco, es fácil de evadir, difícil de controlar, ahuyenta los capitales. Puros problemas para una recaudación que, según el informe financiero, es bastante pequeña”.
“Creo que esto va a volar y se va a reemplazar por alguna otra cosa”, comentó Briones.
“El segundo tema es el impuesto a la reinversión de las utilidades”, dijo el exministro de Hacienda, y sostuvo que “me cuesta entender qué hace esto en el proyecto. Se jacta de adherirse al estándar de la Ocde, pero según el estudio de exenciones que hicimos cuando era ministro, nos dijeron ustedes en Chile están cometiendo un error, porque están considerando como gasto tributario el diferimiento del pago de impuestos por las utilidades reinvertidas, es un error porque no es el estándar, el estándar es que los impuestos se pagan cuando las utilidades se retiran, y no cuando se devengan”.
Sobre la reforma de pensiones, Brines apuntó que hay una necesidad de generar mejores pensiones y que, de aprobarse por un gobierno de izquierda, sería importante, pues validaría el ahorro como pilar fundamental, pues independiente de los problemas del proyecto actual, “en la mirada más macro no es el sistema de reparto que las fuerzas que gobiernan repetían años atrás”.
Respecto de problemas específicos, sostuvo que para llegar a acuerdos el gobierno deberá flexibilizar sus posturas, donde como nudo crítico están las cuentas nocionales, pero hay una salida y es necesario “buscar un vehículo de inversión que haga algo similar”, al plantear que de los seis puntos extras de cotización un porcentaje vaya a solidaridad y el restante a cuentas de capitalización individual.
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