La crisis energética en Europa se intensifica con las tropas rusas en la frontera con Ucrania
El frío y el miedo a una invasión rusa a Ucrania hacen que los precios del gas natural se disparen.
El invierno ha llegado para los mercados energéticos en Europa, ya que los miedos de una disrupción militar por la concentración de fuerzas en la frontera de Rusia con Ucrania y la caída de las temperaturas catapultan los precios al alza.
Los pronósticos de clima frío lanzaron los precios del gas natural a máximos históricos esta semana, e impulsaron a los mercados de electricidad a niveles raramente experimentados en Alemania, Francia y el Reino Unido.
Mientras tanto, las posibilidades de que llegue un chorro de gas ruso para aumentar los suministros agotados para la primavera se están desvaneciendo, después de que Moscú agrupara tropas en su flanco occidental. Las autoridades estadounidenses dicen que el despliegue podría allanar el camino para una invasión de Ucrania a principios del 2022.
Los precios de referencia del gas en Europa están más de siete veces por arriba que los de hace un año, llegando a 127,77 euros (US$ 144) el megawatt-hora, habiendo aumentado más de una cuarta parte durante la semana pasada. En una señal de que los traders esperan que el déficit se prolongue durante meses, los precios de los contratos que vencen bien entrado el 2022, se han disparado junto con los que requieren una entrega inminente de gas.
Una prolongada racha de subida de precios para la energía complicaría aún más el panorama de la inflación y nublaría los pronósticos de crecimiento económico. Los datos publicados el miércoles mostraron que los precios de la energía contribuyeron a un ritmo de crecimiento anual del 5,1% en los precios al consumidor en el Reino Unido en noviembre, la tasa más rápida desde 2011.
El déficit en Europa contrasta con Estados Unidos, donde el clima templado hizo que los precios del gas cayeran un tercio este trimestre. Los exportadores de gas estadounidenses, como Cheniere Energy, Inc., pueden obtener ganancias extraordinarias con la desconexión. Aunque las exportaciones de gas refrigerado se acercan a niveles récord y no pueden aumentar mucho más sin una nueva infraestructura de licuefacción, las ganancias están ligadas a la brecha entre los precios en Estados Unidos y en sus principales mercados de exportación.
Las primeras tormentas invernales han cubierto de nieve el centro y el este de Europa, y los pronósticos proyectan temperaturas gélidas en el futuro cercano. Sin embargo, las perspectivas de combustible adicional proveniente de Rusia, el principal proveedor de gas del continente, son escasas. Nord Stream 2, un polémico gasoducto que elude a los aliados de Estados Unidos, Ucrania y Polonia, enviando gas directamente a Alemania, está terminado, pero no se puede utilizar antes de obtener la aprobación de los reguladores alemanes y europeos.
En noviembre, los reguladores alemanes detuvieron el proceso de certificación del oleoducto de aproximadamente 750 millas que corre bajo el Mar Báltico. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, describió esta semana a Nord Stream 2 como una “fuente de ventaja” para Estados Unidos en los esfuerzos por disuadir a Rusia de invadir Ucrania.
Annalena Baerbock, la nueva ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, dijo que Nord Stream 2 no podría entrar en servicio si existiera una escalada en Ucrania, y agregó que el proyecto no cumplía con la legislación energética de la Unión Europea. Rusia niega estar planeando un ataque.
Los funcionarios ucranianos dicen que una invasión interrumpiría los gasoductos que transportan gas ruso a través de su territorio hacia Europa oriental y occidental.
“Si hay una guerra a gran escala, todas nuestras operaciones pueden verse afectadas”, afirmó Yuriy Vitrenko, director ejecutivo de la empresa estatal de energía de Ucrania, Naftogaz, y agregó que las tuberías de gas de alta presión no son seguras para funcionar en un entorno militar activo.
Vitrenko ha presionado a los miembros del Congreso para que Estados Unidos imponga sanciones a Nord Stream 1, que ya envía gas ruso a Alemania, en el caso de que Rusia invada.
Los escasos suministros están animando a los comerciantes a buscar fuentes inusuales de gas. Phillip Tripodakis, corredor senior de GNL (gas natural licuado) de la corredora marítima de buques Simpson Spence Young, con sede en Londres, dijo que hay consultas en el mercado sobre la carga de buques con gas natural licuado en China y Japón enviado a Europa. Esa operación habría sido casi impensable en el pasado, dijo.
El aumento vertiginoso de los precios del gas —segundo en importancia después de la energía nuclear como fuente de electricidad en Europa— hizo subir los precios de la energía en todo el continente esta semana. Sumada a esas consecuencias para la industria, los precios de los permisos de carbono, que las empresas de servicios públicos y otros consumidores de energía tienen que comprar para cubrir las emisiones de gases de efecto invernadero, también se han disparado.
Se necesita un invierno suave y ventoso para evitar que los suministros de gas caigan a niveles incómodamente bajos, afirmó Joachim Gessner, director de adquisición de energía del fabricante estadounidense de vidrio O-I Glass, Inc. La fabricación de vidrio devora el gas natural que para calentar hornos que derriten materias primas.
Gessner dijo que los suministros europeos de gas natural son tan bajos —las reservas están a un poco más del 60%, en comparación con el 81% en esta fecha en 2020— que podrían estar a menos del 10% de capacidad para finales del invierno.
El aumento de los precios ha reducido la demanda industrial de gas en aproximadamente un 8%, según S&P Global Platts. Pero la fuerte demanda a medida que las economías europeas salieron de las cuarentenas por la pandemia ha permitido a las empresas transferir los costos de los insumos a los clientes, impulsando la inflación en lugar de frenar la producción de bienes.
El gigante noruego de fertilizantes Yara International ASA dijo el miércoles que había reanudado la mayor parte de su producción de amoníaco en Europa. Yara había reducido la producción en otoño cuando los precios del gas natural —una materia prima para los fertilizantes— se dispararon, lo que hizo que sus operaciones no fueran rentables. Puede volver a ganar dinero porque los precios del amoníaco han aumentado desde entonces para compensar los mayores costos de los insumos.
Los grupos de la industria dicen que la disrupción podría extenderse si los precios de la energía siguen subiendo. “Algunas empresas han tenido ... meses de pérdidas financieras que esperan recuperar en el futuro”, afirmó Richard Leese, presidente del Grupo de Usuarios Intensivos de Energía del Reino Unido.
Los peak de precios representan un desafío para los comerciantes. Están recibiendo peticiones de márgenes más grandes, lo que requiere más efectivo disponible y les preocupa que las contrapartes puedan incumplir o ir a la quiebra. Veintiocho empresas de retail de energía en el Reino Unido, por ejemplo, habían fracasado en el Reino Unido al 1 de diciembre, según los reguladores. La más grande, Bulb Energy, abastecía a 1,6 millones de clientes nacionales.
“Es mucho más caro negociar en estos días”, afirmó Martin Juhl, jefe de análisis de mercados de energía en Danske Commodities, y agregó que la empresa comercial —una unidad de la compañía de energía noruega Equinor ASA— está dedicando aún más tiempo del que normalmente ocupa para evaluar riesgos potenciales.
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