La economía estadounidense, “la envidia del mundo”, seguirá creciendo con fuerza
Los economistas elevan sus previsiones de crecimiento del PIB en la última encuesta del Wall Street Journal. La economía estadounidense ha superado con creces las expectativas durante el último año y medio. En lugar de tambalearse bajo el peso de la campaña de subidas de tasas de interés más agresiva de la Reserva Federal en cuatro décadas, ha seguido expandiéndose a buen ritmo.
Hacía dos años que los expertos no se sentían tan satisfechos con las perspectivas económicas estadounidenses.
En la última encuesta trimestral de The Wall Street Journal, los economistas y académicos redujeron las probabilidades de recesión para la economía de EE.UU. el próximo año al 29%, frente al 39% de la encuesta de enero. Se trata de la probabilidad más baja desde abril de 2022, cuando las estimaciones de recesión se fijaron en el 28%.
Los economistas, de hecho, no creen que la economía se acerque siquiera a una recesión. En enero, preveían en promedio un crecimiento del PIB inferior al 1% en cada uno de los tres primeros trimestres de este año. Ahora, esperan que el crecimiento toque fondo este año con un 1,4% ajustado a la inflación en el tercer trimestre.
Sólo el 10% de los encuestados cree que la economía experimentará al menos un trimestre de crecimiento negativo en los próximos 12 meses, frente al 33% de enero.
La encuesta del Wall Street Journal se realizó del 5 al 9 de abril, justo antes de la publicación de los datos del índice de precios al consumo de marzo, que mostraban una inflación más elevada de lo previsto por los economistas.
La economía estadounidense ha superado con creces las expectativas durante el último año y medio. En lugar de tambalearse bajo el peso de la campaña de subidas de tasas de interés más agresiva de la Reserva Federal en cuatro décadas, ha seguido creciendo a buen ritmo.
Pocos creen que la economía pueda hacerlo tan bien como el crecimiento del 3,1% del año pasado, medido por la variación desestacionalizada del cuarto trimestre respecto al año anterior. Esa cifra podría haberse visto impulsada por factores puntuales, como la legislación federal sobre infraestructuras y semiconductores, y un repunte de la inmigración, que también podría no durar.
Aun así, los economistas han tenido que replantearse las previsiones de una desaceleración importante, ya que ha transcurrido más tiempo y aún no parece inminente. En promedio, los economistas creen que la economía creció a un ritmo del 2,2% en los tres primeros meses del año, frente al 0,9% previsto en enero.
“La economía estadounidense está funcionando muy bien”, afirmó en la encuesta James Smith, economista de EconForecaster. “Somos verdaderamente la envidia del mundo”, graficó.
Mucho ha cambiado desde la última vez que los economistas se mostraron tan optimistas. Hace dos años, la tasa de referencia de los fondos federales de la Reserva Federal se situaba entre el 0,25% y el 0,5%. La inflación era alta, pero los economistas seguían pensando, en general, que podría bajar sin demasiada ayuda de la Reserva Federal. Preveían un crecimiento estable y una tasa de interés de los fondos federales justo por encima del 2,5%.
En la actualidad, el tipo de interés de los fondos federales se sitúa entre el 5,25% y el 5,5%, y los economistas no apuestan que se vayan a producir recortes en breve. Muchos analistas acotaron sus previsiones de bajas de tasas tras el informe de inflación de la semana pasada. Pero incluso antes del informe, los encuestados predijeron que los tipos terminarían el año en el 4,67%, lo que implicaba tres recortes. En enero, sus respuestas sugerían que era probable que se produjeran cuatro o cinco recortes.
Los economistas piensan ahora que la economía puede soportar tasas más altas que hace no mucho tiempo.
Prevén que el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años -una referencia clave de endeudamiento que rondaba el 4,4% en el momento de la encuesta- termine 2024 en el 3,97%. A más largo plazo, estiman que el rendimiento se sitúe en el 3,78% a finales de 2026. Esta previsión es ligeramente superior a la del pasado mes de octubre, cuando el rendimiento era mayor al actual.
Muchos economistas piensan desde hace tiempo que la economía puede soportar tasas de interés más altas cuando es capaz de crecer más rápido y, en particular, cuando ha aumentado la productividad de los trabajadores.
En este sentido, los economistas esperan que la productividad medida por el Departamento de Trabajo aumente a un ritmo anual del 1,9% durante la próxima década. Esta cifra coincide con el aumento anual de la productividad en los últimos 40 años. Pero está por encima del ritmo del 1,2% de la década de 2010, cuando el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años solía situarse entre el 1,5% y el 2,5%.
Algunos economistas se muestran ahora entusiasmados con el potencial a largo plazo de la economía.
“Creemos que la economía estadounidense ha entrado en un círculo virtuoso en el que la fuerte productividad se traduce en un crecimiento superior a la tendencia a largo plazo, una inflación de entre el 2% y el 2,5% y una tasa de desempleo de entre el 3,5% y el 4%”, declaró en la encuesta Joe Brusuelas, economista jefe de RSM US.
Muchos no son tan optimistas. Una de las desventajas de unas mejores perspectivas de crecimiento es que una economía más fuerte podría dificultar el descenso de la inflación hasta el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal.
El índice de precios subyacente de los gastos de consumo personal, un indicador de la inflación que la Reserva Federal sigue de cerca, fue del 2,8% en febrero, su lectura más reciente. Los economistas prevén ahora que termine el año en el 2,5%, tras haber pronosticado un 2,3% en enero.
En término medio, los economistas consideran que la inflación subyacente del IPC caerá al 2,1% a finales del año próximo, sin que se produzca una recesión. Sin embargo, sus previsiones podrían haber subido ya tras los datos de precios de la semana pasada, y a algunos les sigue preocupando que los esfuerzos de la Reserva Federal por controlar la inflación sigan representando una gran amenaza para la economía.
Los riesgos se inclinan claramente hacia una postura más dura de la Reserva Federal, lo que podría arrastrar nuestras previsiones de crecimiento”, señalaron en la encuesta Brett Ryan y Matthew Luzzetti, economistas de Deutsche Bank.
La encuesta del Wall Street Journal fue respondida por 69 economistas. Sin embargo, no todos los economistas respondieron a todas las preguntas.
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