La primera ronda de recortes del Doge de Musk se destinó a las prioridades de Trump, pero se esperan objetivos mayores

Photo: Jim Watson/Agence France-Presse/Getty Images
La primera ronda de recortes del Doge de Musk se destinó a las prioridades de Trump, pero se esperan objetivos mayores

Tras desfinanciar los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), y los programas de cambio climático, el equipo de Musk moviliza una gigantesca revisión de los bienes inmuebles del Gobierno. Cuando Trump creó el Doge por orden ejecutiva, le encomendó identificar formas de recortar el gasto y la regulación de una manera que haría que el gobierno fuera más eficiente.


El Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge) de la Casa Blanca ha sido objeto de escrutinio por el rápido trabajo de su equipo tecnológico, que se ha adentrado en múltiples organismos, pero que también dice que ha identificado y recortado más de US$ 1.000 millones en gastos en las tres primeras semanas de Trump como Presidente.

Se trata de una mera fracción de los US$ 2 billones en recortes de gastos que Elon Musk, la cara pública del Doge, se ha fijado como objetivo, pero muestra cómo la entidad ha empezado a ir programa por programa a través de múltiples agencias federales y a reducir lo que considera “fruta al alcance de la mano”. Las medidas iniciales que ha tomado, identificando programas de relativamente bajo costo, pronto podrían cambiar notablemente, ya que los miembros del equipo del Doge se están incorporando a algunos de los programas más grandes del gobierno, en particular los centrados en la atención sanitaria.

El equipo de Musk también está trabajando con la Administración de Servicios Generales, que gestiona los edificios públicos y los inmuebles comerciales, para determinar qué contratos de arrendamiento pueden cancelarse o dejarse expirar, en busca de oficinas infrautilizadas y formas de consolidación.

Más de la mitad del ahorro de costos que el Doge dice haber encontrado, está relacionado con los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), por un total de más de US$1.000 millones, según una revisión de los posts del grupo en X, donde publica sus resultados. Desde que asumió el cargo, el Presidente Trump ha ordenado a las agencias federales que rescindan programas y contratos de diversidad, lo que refleja su deseo de poner las guerras culturales en el centro de su presidencia.

El Doge dijo que también rescindió alrededor de US$ 30 millones en contratos para proyectos de modernización digital y al menos US$ 4 millones en arrendamientos para espacios de oficinas poco utilizados.

El Doge no hizo comentarios o entregó detalles de cómo llegó a los recortes de gastos cuando fue preguntado por The Wall Street Journal.

Cuando Trump creó el Doge por orden ejecutiva, le encomendó identificar formas de recortar el gasto y la regulación de una manera que haría que el gobierno fuera más eficiente. “Elon está haciendo un gran trabajo. Está descubriendo un fraude, una corrupción y un despilfarro tremendos”, comentó Trump el viernes.

Según la Oficina Presupuestaria del Congreso, se prevé que el gobierno federal gaste US$ 7 billones en el año fiscal que termina el 30 de septiembre. De esa cifra, los pagos a la Seguridad Social supondrán aproximadamente US$ 1,6 billones, Medicare -un programa sanitario para personas mayores gestionado por el gobierno- costará US$ 910.000 millones, y otros US$ 812.000 millones se destinarán a Medicaid, el Programa de Seguro Médico Infantil y las subvenciones al mercado sanitario.

Otras partes masivas del presupuesto incluyen más de US$ 850.000 millones para gasto militar, US$ 950.000 millones en pagos netos de intereses de la deuda y luego un cubo que incluye educación, vivienda, transporte y otros programas por un total cercano al billón de dólares.

El grupo de Musk, hasta ahora, parece centrarse en un subconjunto de programas de esos cubos, pero ha señalado que cree que hay ahorros mucho mayores en otras partes del presupuesto a las que su grupo está dirigiendo ahora su atención. Por ejemplo, su grupo obtuvo recientemente acceso al sistema de contratación y pagos de Medicare y Medicaid, donde dicen estar buscando pruebas de fraude. Trump comentó el viernes que Musk además mirará al Departamento de Educación y “también a los militares”.

El Doge también estuvo involucrado en el recorte de dinero de subvenciones de los Institutos Nacionales de Salud para gastos generales, según una persona familiarizada con el asunto. Los científicos denunciaron rápidamente los recortes, diciendo que devastarían importantes investigaciones médicas. La agencia estimó que los recortes, anunciados el viernes por la noche, ahorrarían US$ 4.000 millones al año al limitar al 15% las tarifas que las universidades e instituciones llegan a pagar por los servicios de apoyo de laboratorio, en lugar de las tarifas negociadas individualmente que pueden superar el 60%. “Increíble trabajo del equipo del #NIH”, publicó el Doge en las redes sociales.

La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos, dependiente del Congreso, ha calculado que en 2023 se realizaron pagos indebidos por valor de US$ 100.000 millones en Medicare y Medicaid. No está claro si el equipo de Musk puede identificar y eliminar esa financiación.

“Si la prioridad hubiera sido realmente recortar el despilfarro y el fraude en el gasto federal, no están buscando en los lugares correctos”, porque los costos de la fuerza de trabajo federal son una fracción del presupuesto federal, sostuvo Danielle Brian, directora ejecutiva del Project on Government Oversight, un organismo independiente de control gubernamental. El gobierno de Trump ha notificado a las agencias planes para reducir la fuerza de trabajo federal. Brian dijo que el Doge debería centrarse en los pagos excesivos a los contratistas del gobierno y el gasto militar.

Dado que algunos de los gastos en los que se ha centrado el DOGE son fondos asignados por el Congreso y promulgados por el expresidente Joe Biden, varios legisladores han alegado que intentar recuperar ese dinero es ilegal. Musk y Russell Vought, el nuevo director de presupuesto de Trump, han impugnado este precedente y se espera que lo combatan en los tribunales.

Trump ha otorgado al Doge un amplio mandato para reformar el poder ejecutivo. Pero menos de un mes después de su llegada a la presidencia, el organismo se enfrenta a una serie de desafíos legales y críticas públicas sobre sus métodos y poderes. El sábado, un juez federal cerró temporalmente el acceso del Doge a un sistema de pagos sensible del Departamento del Tesoro, y el viernes, un tribunal federal detuvo los esfuerzos para desmantelar la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

Los trabajadores del Doge han entrado en varias agencias gubernamentales con la vista puesta en recortar gastos y terminar contratos, entre ellas la Oficina de Gestión de Personal, el Departamento del Tesoro y la agencia matriz del Servicio Meteorológico Nacional.

Por su parte, los organismos federales de control y los grupos defensores del buen gobierno llevan años haciendo recuento de los miles de millones de dólares de los contribuyentes que, según ellos, se despilfarran. En mayo, por ejemplo, la GAO (Oficina de Responsabilidad Gubernamental) identificó un ahorro de miles de millones si los legisladores volvieran a autorizar una red de banda ancha para los primeros intervinientes y si el Departamento de Educación ayudara a verificar los ingresos de quienes reembolsan determinados préstamos estudiantiles.

Según la agencia, solucionar estos problemas “podría reportar beneficios financieros de decenas de miles de millones de dólares y mejorar los servicios gubernamentales, entre otras ventajas”.

El recorte de gastos es un mantra político bipartidista en Washington que desde hace tiempo goza de popularidad entre los electores y que se combina con las reformas de la era Watergate en materia de rendición de cuentas de los organismos. El senador Rand Paul (R., Ky.), crítico con el gasto público, publica anualmente su informe “Festivus”, en el que destaca el billón de dólares del año pasado. Los demócratas, por su parte, también defienden públicamente planes para contrarrestar el despilfarro y la duplicación de gastos. Y desde hace años, los contribuyentes pueden buscar en Internet los detalles de los contratos y gastos públicos.

El Doge -que, tal y como está diseñado actualmente, es una entidad dependiente de la Casa Blanca- debe presentar sus recomendaciones a los contribuyentes el 4 de julio de 2026. Sin embargo, Musk y el grupo se están moviendo mucho más rápido para intentar cancelar contratos e incluso cambios directos en la aprobación del Congreso.

-Traducido del inglés por Pulso.

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