Lo que la historia nos dice sobre las elecciones presidenciales y la Bolsa
Los inversores pueden ver cómo les ha ido a los distintos sectores bajo gobiernos republicanos y demócratas en Estados Unidos. Aunque las acciones tienden a subir independientemente del partido que controle la Casa Blanca, tienden a incrementar más su valor durante las administraciones demócratas. Sin embargo, si se tiene en cuenta el control del Congreso, los patrones de rendimiento cambian.
Los años electorales pueden ser complicados para los inversores. Las preferencias políticas, las emociones, las encuestas... todo ello puede dificultar, en el mejor de los casos, las previsiones.
Entonces, ¿Qué puede hacer un inversionista?
Los inversores que buscan posicionar sus carteras para los posibles resultados del partido de este año entre la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump, y las elecciones para el Congreso, pueden obtener una visión estratégica de los patrones de rendimiento históricos. Por ejemplo, aunque las acciones tienden a subir independientemente del partido que controle la Casa Blanca -el índice industrial Dow Jones aumentó un 57% durante el mandato de Trump, y se ha elevado más de un 30% hasta ahora bajo la presidencia de Biden-, tienden a incrementar más su valor durante las administraciones demócratas. Sin embargo, si se tiene en cuenta el control del Congreso, los patrones de rendimiento cambian.
Jamie Cox, socio director de Harris Financial Group, advierte a los inversores que no hagan movimientos absolutos “impulsados por las emociones” antes de las elecciones, como pasarlo todo a efectivo. Anima a los que se sientan muy atraídos por un partido o por el impacto de las elecciones, a considerar los sectores que poseen y hacer algunos pequeños ajustes.
Sin embargo, los profesionales del mercado afirmaron que el comportamiento histórico puede guiar a los inversionistas a realizar movimientos que tengan en cuenta los distintos resultados de las elecciones y las posibilidades políticas.
El mercado en general
Ned Davis Research examinó datos desde el 30 de marzo de 1901 hasta el 31 de enero de 2024, y descubrió que el Promedio Industrial Dow Jones (DJIA) ha subido a una tasa anualizada del 8,2% bajo presidentes demócratas desde la fecha de su toma de posesión y a una tasa anualizada del 3,2% bajo administraciones republicanas. Si se tiene en cuenta la inflación, el Dow ha subido a un ritmo anual del 3,7% con los demócratas y del 1,4% con los republicanos.
La composición del Congreso, clave para la aplicación de las políticas, también ha influido, según Ned Davis. Bajo presidencias demócratas, el mercado de valores ha funcionado mejor cuando ha habido un control (más equilibrado) del poder en el Congreso, como ocurre actualmente con un Presidente demócrata y un Congreso dividido. El DJIA registró un rendimiento real, tras tener en cuenta la inflación, del 8,1% anual en este escenario.
Bajo presidencias republicanas, las acciones han obtenido mejores resultados cuando el Congreso está controlado por los republicanos, y el DJIA ha registrado una rentabilidad real del 7,1% anual, probablemente debido a la posibilidad de que se reduzcan los impuestos y la regulación.
Por supuesto, el pasado es el pasado. Si bien los datos históricos pueden proporcionar cierta información sobre el comportamiento del mercado durante los años de elecciones presidenciales, los resultados pueden verse sesgados por acontecimientos macroeconómicos impredecibles, como la crisis financiera de 2008 o la pandemia del Covid. Esto hace difícil predecir los movimientos del mercado basándose simplemente en los resultados electorales previstos. Es más, los patrones históricos pueden no repetirse.
A largo plazo, afirmó Dan Lefkovitz, estratega de Morningstar Indexes, “los mercados se rigen por los beneficios y el flujo de caja, y la política pasa a un segundo plano con bastante rapidez”. Es mucho mejor prepararse con una cartera que sea “robusta ante una serie de escenarios”, aseguró.
Rendimiento sectorial
Durante los primeros meses tras la victoria de un candidato presidencial demócrata, los valores cíclicos han obtenido mejores resultados que otros sectores, mientras que los valores defensivos han obtenido mejores resultados tras la victoria de un republicano, según ha descubierto Ned Davis Research.
Los valores defensivos son aquellos de empresas que tienden a tener una demanda constante y unos beneficios estables, independientemente del estado de la economía general. Los sectores defensivos incluyen los bienes de consumo básico, la atención sanitaria y los servicios públicos. Los valores cíclicos son empresas que venden artículos de consumo discrecional y tienden a obtener mejores resultados cuando la economía es fuerte. Los sectores cíclicos incluyen los materiales básicos, la industria y el sector inmobiliario.
Al clasificar el rendimiento de los 11 sectores del S&P 500, se observa que los sectores cíclicos, como los servicios de comunicación, la energía y el sector financiero, registran los rendimientos medios relativos más elevados seis meses después de las elecciones, cuando ganan los demócratas. Estos datos sectoriales comienzan en 1972 y terminan en 2020, cuando se celebraron las últimas elecciones.
Mientras tanto, los sectores defensivos de atención sanitaria y productos básicos de consumo, junto con los servicios financieros y de comunicación, han obtenido los mejores resultados cuando han ganado los republicanos, de acuerdo a Ned Davis.
Si se observan los datos de mandatos presidenciales completos desde 1972, la tecnología de la información y el sector industrial han anotado los mejores resultados durante las presidencias demócratas, superando al Dow industrial el 83,3% de las veces, mientras que los servicios públicos han registrado los peores resultados, no superando nunca al Dow, según Ned Davis.
En el caso de las administraciones republicanas, el sector sanitario ha logrado los mejores resultados, superando al Dow en un 75% de las ocasiones, mientras que el sector industrial ha obtenido los peores resultados, superando al Dow en un 25% de las veces.
Es probable que los demócratas sean más duros con la regulación bancaria, por lo que los bancos podrían tener buenos resultados antes de las elecciones si los mercados empiezan a valorar una victoria de Trump, dijo Jeff Buchbinder, estratega jefe de renta variable de LPL Financial. Los exportadores de gas natural licuado también podrían repuntar ante un posible triunfo de Trump, sostuvo. El Presidente Biden puso en pausa las nuevas aprobaciones de exportaciones de GNL, y aunque Harris se ha retractado de su anterior llamado a poner fin al fracking (fracturación hidraúlica de rocas para obtener petróleo o gas natural), es probable que sea menos amigable con los productores de petróleo y de gas si gana la Casa Blanca.
Además, el sector industrial podría beneficiarse de una posible victoria de Trump porque es probable que acelere la desglobalización, manifestó Buchbinder. Sin embargo, es probable que Trump sea más agresivo con los aranceles, y otra guerra comercial entre EE. UU. y China tendría un impacto negativo en los industriales, comentó.
Los valores del sector sanitario han tenido históricamente un peor comportamiento cuando el partido del Presidente también controlaba el Congreso, lo que refleja el riesgo de que se produzca una revisión del sector, de acuerdo a Ned Davis Research.
“La sanidad es históricamente muy sensible a las políticas”, explicó Buchbinder, y este año, “ambos candidatos intentan controlar los precios de los medicamentos; ninguno es amigo de las grandes farmacéuticas, así que el sector puede pasar apuros independientemente del resultado electoral”, agregó. Se espera que Harris dé marcha atrás en su anterior propuesta de Medicare para todos y siga apoyando el mercado de la Ley de Asistencia Asequible y la expansión de Medicaid, sobre todo si trabaja con un Congreso dividido, señaló.
No olvidar los fundamentos
En última instancia, indicó Lefkovitz de Morningstar, las reacciones del mercado a las elecciones presidenciales no siempre son intuitivas y pueden ser efímeras. “Las elecciones no se producen en el vacío”, afirmó. “Siempre hay muchas variables que interactúan. Los tipos de interés y la inflación son grandes noticias estos días; la inteligencia artificial es otra. La política y la normativa influyen, pero son algunas de las muchas cosas que hay que tener en cuenta”, añadió.
En 2016, por ejemplo, los inversionistas esperaban que los valores de pequeña capitalización orientados al mercado interno y sensibles a la economía se beneficiaran de la plataforma de Trump, “que consistía en un crecimiento económico acelerado, recortes fiscales, reducción de la regulación y gasto en infraestructuras”, sostuvo Lefkovitz. Estos valores repuntaron tras su victoria, pero en 2017 el valor de pequeña capitalización fue el sector con peores resultados.
“Muchos de los puntos clave de la agenda de campaña -como el gasto en infraestructuras- no avanzaron, y las expectativas se reajustaron”, puntualizó Lefkovitz.
Bajo el mandato de Biden, los valores energéticos tradicionales han sido el sector bursátil estadounidense que mejor se ha comportado, resaltó, “lo que es sorprendente dado su enfoque en las renovables”.
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