Los asesores que participaron en la venta de Soprole al grupo Gloria
La operación tardó meses y en ella participaron varios estudios de abogados de Chile y Nueva Zelandia asesorando a compradores y vendedores. Los bancos de inversión que actuaron fueron JP Morgan, por la neozelandesa Fonterra, y Tyndall, por la peruana Gloria.
La desinversión de Fonterra de Soprole dejará a la cooperativa neozelandesa con una recuperación cercana a los US$ 640 millones. Tras casi 30 años en la compañía y varios meses de tratativas para dejar Chile, Fonterra acordó este jueves la venta de Soprole al grupo Gloria, un conglomerado peruano diversificado con negocios en la leche, el azúcar, los cementos y la agroindustria.
Para cumplir con ese propósito, Fonterra inició hace casi un año un proceso de venta de su unidad en Chile. Y para ello contrató a un asesor financiero internacional, el banco de inversiones JP Morgan, que desarrolló un proceso de largo aliento en el que invitó a numerosos actores locales y globales.
Al tramo final llegaron cuatro actores, según publicó DF hace unas semanas: el grupo peruano Gloria, la francesa Lactalis, la canadiense Saputo y una compañía de origen chino. Pero antes hubo al menos un grupo chileno que habría estado interesado en Soprole: el holding Carozzi. La presencia de otros chilenos era difícil: cualquier grupo alimentario -como Agrosuper o CCU, por ejemplo-, podría haber retrasado el cierre del negocio por el análisis anticompetitivo que debía realizar la Fiscalía Nacional Económica.
El grupo internacional más cercano a Chile fue el ganador: Gloria, un grupo que ya había entrado con otro de sus negocios en 2020, al comprar un 19% de Cementos Bio Bio. En las tratativas con Fonterra, Gloria fue asesorado por el banco de inversión Tyndall, formado por exejecutivos de JP Morgan y fundado por Juan Ignacio Langlois, Danilo Radovic y Raimundo Lira. Así, para negociar con JP Morgan, Gloria buscó a otros ex JP Morgan.
En la parte legal, Gloria trabajó con varios estudios de abogados. En Chile, los asesoró Claro y Cia, en un equipo liderado por el socio Felipe Larraín, especialista en M&A, socio de Claro desde 2008, e integrado por el socio tributario Nicolás Maturana, la counsel Philippa Cooper y el asociado Alberto Eguiguren.
Además, el grupo peruano fue asesorado por el bufete neozelandés Simpson Grierson, y desde Perú trabajó el general counsel de Gloria, Fernando Devoto.
Fonterra trabajó con dos estudios. En Nueva Zelandia fue apoyado por el butefe Minter Ellison Legal Group, uno de los grandes actores legales de ese país. Y en Chile fue Cariola Diez Pérez Cotapos el estudio. Socio de ese estudio es Gerardo Varela, exministro de Educación y director de empresas, quien es director y fue presidente de Soprole Inversiones, por lo que no pudo participar en la transacción.
Así, el equipo legal fue liderado por Andrea Saffie, abogada de la Universidad de Chile que se sumó a Cariola en 2008 y es socia del estudio desde hace dos años. La abogada fue directora suplente de Soprole desde 2020. Saffie trabajó en la transacción con José Manuel Donoso, quien asesora a los clientes en derecho corporativo y libre competencia y se sumó al bufete en 2014.
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