Los puertos del sur de California están recuperando el aliento durante el alto estacional de las importaciones desde Asia
Los contenedores se están moviendo rápidamente desde los muelles de Yusen Terminals del Puerto de Los Ángeles, pero una inminente nueva ola de ellos amenaza con volver a ralentizar las operaciones.
Una fila de camiones pesados retumbaron al momento que Alan McCorkle, jefe de uno de los principales manipuladores de carga del Puerto de Los Ángeles pasó manejando, en una tarde reciente, junto a filas de contenedores apilados.
“Esto es optimismo, aquí, frente a nosotros”, afirmó McCorkle, director ejecutivo de Yusen Terminals LLC. “Camiones a nuestra derecha, camiones a nuestra izquierda”, precisó.
Con alrededor de 1.000 camiones que debían recoger carga antes de que la terminal cerrara el fin de semana, fue el viernes más ocupado que McCorkle ha visto en el patio de contenedores en más de un año. El zumbido de la actividad fue una señal de que el taco que ha convertido a los puertos del sur de California en el centro de la congestión de la cadena de suministro de Estados Unidos finalmente podría estar disminuyendo, al menos por ahora.
Yusen es una de las 13 terminales del complejo portuario de contenedores más concurrido del país, ubicado en Los Ángeles y Long Beach, que se vio inundado el año pasado por un aumento del 20% en las importaciones durante la pandemia por Covid-19. Los cuellos de botella resultantes causaron semanas o meses de retrasos en los envíos a los retailers y fabricantes de Estados Unidos, y han contribuido a aumentar los costos de envío y a acelerar la inflación.
McCorkle y otros operadores de terminales en los puertos vecinos dicen que, recientemente, los contenedores importados se han estado moviendo más rápido a través de los puertos y hacia destinos en el interior. Las empresas que están en el centro de los atascos de la cadena de suministro no esperan que el respiro dure mucho, pero dicen que los ajustes realizados en los últimos meses, incluida la adición de espacio para guardar contenedores fuera de los puertos, pueden ayudar a mantener los barcos y sus cargamentos en movimiento.
Las terminales están recuperando el aliento durante la pausa estacional en las importaciones que ocurre cuando las fábricas en Asia reducen o detienen la producción durante el Año Nuevo Lunar. Los operadores de terminales dicen que también ha ayudado la fuerte disminución en la cantidad de trabajadores que se reportaron enfermos con coronavirus.
El número de buques portacontenedores esperando para descargar en los puertos del sur de California, que alcanzó un récord de 109 buques en enero, se redujo a 48 buques el domingo, el número más pequeño desde septiembre. Antes de la pandemia era inusual que más de uno o dos barcos esperaran por un puesto de atraque.
La mejora se ha producido al tiempo que el crecimiento anual de dos dígitos en los volúmenes de importación de los puertos, contando hasta la primera mitad de 2021, ha retrocedido. El volumen de envíos entrantes manejados en Los Ángeles y Long Beach cayó al nivel más bajo en 18 meses en diciembre y luego aumentó solo un 1,8% en enero en comparación con el año anterior. Indicadores como el tiempo de espera que pasan los contenedores para ser manipulados, también han caído desde máximos históricos.
Sin embargo, se espera que los volúmenes de importación aumenten en los próximos meses. Y los operadores dicen que muchos de los problemas subyacentes de la cadena de suministro, que causaron retrasos en 2021, persisten.
Los almacenes-bodegas aún no tienen suficientes trabajadores o espacio para procesar y almacenar contenedores, señalaron ejecutivos de empresas de la región, y las empresas de camiones siguen sin contar con los conductores y los remolques necesarios para llevar los contenedores.
Los operadores de terminales creen que a medida que los volúmenes de importación vuelvan a crecer, como algunos predicen, esos eslabones de la cadena de suministro podrían verse abrumados y la congestión podría volver a las terminales.
Anthony Otto, director ejecutivo de Long Beach Container Terminal, indicó que espera que los volúmenes de importación este año sean tan altos, si es que no más, que los de 2021, según los contratos anuales firmados recientemente entre los principales retailers y las líneas de transporte marítimo. “Deberíamos ver esos volúmenes disparándose durante el segundo y tercer trimestres”, afirmó Otto.
La firma de consultoría marina Sea-Intelligence ApS, con sede en Dinamarca, predijo esta semana que la cola de embarcaciones volverá a crecer. La firma pronostica que las importaciones semanales promedio a la costa oeste, durante los próximos tres meses, podrían ser un 20% más altas que los volúmenes del año pasado durante un período comparable.
“Es posible que, simplemente, volvamos a tener 100 a 105 barcos en la cola, para cuando lleguemos a abril”, aseguró el director ejecutivo de Sea-Intelligence, Alan Murphy.
Los funcionarios de la industria naviera dicen que los retailers aún necesitan reabastecer los inventarios que se han mantenido bajos durante la pandemia y que algunos importadores, como los fabricantes de autos, están pidiendo más productos de lo habitual a medida que las prioridades cambian, pasando de cadenas de suministro que funcionaban “justo a tiempo” a “por si acaso” (por si es que falta).
Algunos importadores también están adelantando los pedidos para las fiestas de fin de año, dicen los ejecutivos, para evitar posibles disrupciones más adelante este año cuando los trabajadores portuarios de la costa oeste y los operadores de terminales negocien un nuevo contrato laboral.
Algunos cambios en las operaciones pueden proporcionar más espacio para manejar esa afluencia que el que tenían los operadores el año pasado.
Yusen Terminals estaba tan congestionada el otoño pasado que solo podía manejar dos buques portacontenedores a la vez, porque no había espacio en sus patios para descargar contenedores. McCorkle sostuvo que el inventario diario promedio de contenedores de la terminal ha sido de unos 20.000 contenedores durante la pandemia, frente a un promedio de unos 13.000 en 2019.
Eso ha llevado a Yusen Terminals, como a muchos de sus pares, a arrendar decenas de acres de tierra fuera de las terminales para guardar contenedores. También se ha despejado algo de espacio, dijo, porque las líneas de transporte marítimo han enviado numerosos barcos barredores a las terminales de Yusen para recoger miles de contenedores vacíos y así llevarlos de regreso a Asia.
Eso le hace confiar en que la cadena de suministro nacional estará mejor preparada para un próximo aumento de carga.
“Si podemos mantener esto”, afirmó McCorkle, apuntando a una fila de camiones que avanzaban lentamente hacia la entrada de la terminal, “estaremos bien”.
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