Más recursos, mejor comunicación y mayor acceso a la información: las propuestas de la Ocde para el Consejo Fiscal Autónomo
“El Consejo Fiscal Autónomo chileno es relativamente joven, pero ciertamente ha hecho un trabajo increíble y muy bueno desde su nacimiento", dijo la economista senior del Departamento de Economía de la Ocde, Paula Garda, de cara a los desafíos que ve para el CFA en el futuro.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) valoró el trabajo que realiza el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) en Chile, pero también estimó que todavía quedan tareas pendientes para mejorar su labor.
“El Consejo Fiscal Autónomo chileno es relativamente joven, pero ciertamente ha hecho un trabajo increíble y muy bueno desde su nacimiento (...) Han avanzado un montón dando opiniones ad hoc, haciendo reportes y hay que tener en cuenta también que la situación fiscal del país ha cambiado mucho desde que nació”, comentó la economista senior del Departamento de Economía de la Ocde, Paula Garda, en el marco de un seminario organizado por el Centro de Estudios Públicos (CEP).
La independencia para trabajar en las discusiones que estimen conveniente, la “buena adaptación” en sus funciones tras los impactos que generaron en el área fiscal temas como el estallido social y la pandemia, y la transparencia de su trabajo, fueron parte de otro de los elementos que destacóla Ocde sobre el CFA.
Yendo a los elementos en que se debe avanzar, Garda estimó que tanto el CFA, como todas estas instancias en el mundo, deben tener los “recursos adecuados” para poder cumplir con su mandato: “La asignación presupuestaria plurianual, que se extiende a más allá del ciclo electoral nacional, y líneas presupuestarias separadas, normalmente fomentan la independencia financiera de las instituciones fiscales, y es aquí donde se podría considerar un avance”.
La economista de la Ocde también apuntó a la necesidad de que los miembros o quien encabece la instancia puedan tener dedicación exclusiva para un mejor desempeño del CFA.
“La participación a tiempo completo de, al menos un dirigente, podría contribuir a que la institución fiscal fuera más visible, se dedicara a las actividades de difusión, tareas administrativas y al mismo tiempo aumentara su autonomía organizativa. Muchas veces este rol lo cumple el presidente del consejo y luego el resto queda en part time”, sostuvo.
“Un problema que enfrenta hoy en día el Consejo Fiscal de Chile es que todo debe ser aprobado por todos los miembros del Consejo, lo cual puede generar un cierto cuello de botella a la vez, porque ninguno de ellos es full time”, agregó.
Otro de los temas a solucionar para la Ocde es que organizaciones como el CFA deben tener la facilidad para acceder a la información que permita realizar su trabajo, en el tiempo oportuno y sin mayores contratiempos. “Si existieran restricciones, debería estar claramente delimitado en la legislación”, explicó Garda.
“El Consejo Fiscal Autónomo ha dicho varias veces que hay ciertos temas, como los requerimientos de capital, donde se necesita más transparencia, información también que se le provea en tiempo y forma para permitir hacer mejores análisis”, dijo.
Por otro lado, la representante de la Ocde también pidió que se generen “herramientas fáciles de entender para comunicar con el público” y de esta forma la información generada pueda ser insumo que comparta y entienda gran parte de las personas de cara a los debates correspondientes.
En otro punto, Garda relevó la importancia de que instancias como el CFA estén presente en la supervisión del gasto de las unidades territoriales que se van a crear o fortalecer en el marco del proceso de descentralización.
“Con suficientes recursos, un consejo fiscal puede desempeñar un rol fundamental en la supervisión de estas reglas fiscales subnacionales y el monitoreo constante”, estimó la economista de la Ocde, en base a la labor que desempeña el par del CFA en España.
Reflexiones desde el CFA
Por su parte, el presidente del CFA, Jorge Rodríguez, también coincidió con la Ocde sobre la necesidad de que la entidad pueda tener más herramientas para cumplir con las labores que se espera de ella.
“La conformación actual del consejo -con consejeros part time y un equipo pequeño- limita su capacidad para abordar tareas adicionales como, por ejemplo, velar por la responsabilidad fiscal de los gobiernos subnacionales”, señaló en el seminario del CEP.
Ante este contexto, Rodríguez apuntó que hoy el CFA no tiene la capacidad para tomar más atribuciones si no existen más recursos que permitan mayor dedicación al trabajo de seguimiento del tema fiscal vía, también, un equipo técnico más grande.
“Con el mandato general nosotros pudiéramos opinar de todo tema de política fiscal que nos parezca relevante o en que estemos viendo un riesgo. Entonces, así de amplio es nuestro mandato. Obviamente los temas de política fiscal que pudieran ser un riesgo es una lista que puede ser bastante larga, y la sensación que nos va quedando a nosotros es que a veces somos capaces de analizar algunos de esos temas, pero no todos. Y de alguna forma, quisiéramos avanzar en el futuro para poder analizar más de esos temas para que no se nos quede ningún tema relevante fuera de análisis”, planteó.
Desde el CFA respaldaron su mirada diciendo que han podido abordar varios temas emergentes -como la administración financiera del Estado en la pandemia o los mayores ingresos fiscales por litio-, pero, a la vez, ha tenido una capacidad insuficiente para analizar otras materias de eventuales riesgos fiscales.
“Algunas de estas materias ya están incluidas en el proyecto de ley sobre responsabilidad fiscal, el que se encuentra en trámite. Sin embargo, sería beneficioso considerar la inclusión de más áreas de mejora en este proyecto. Asimismo, se podría acelerar su tramitación para garantizar que estas mejoras se implementen lo más pronto posible y permitan al CFA cumplir mejor con sus responsabilidades”, puntualizó.
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