Milei busca la ayuda de Trump para “hacer a Argentina grande de nuevo”
El líder argentino espera que el presidente electo de Estados Unidos ayude a desbloquear miles de millones de dólares en nuevos préstamos para financiar un cambio de imagen capitalista. El desprecio de Milei por la política de izquierdas y sus promesas de recortar drásticamente el gasto público para atajar la galopante inflación en su país de 47 millones de habitantes, le han valido elogios entre los colaboradores más cercanos de Trump, incluido el fundador de SpaceX, Musk, y el propio Trump.
El Presidente argentino Javier Milei es una estrella entre los ayudantes más cercanos del presidente electo estadounidense Donald Trump, un autodenominado anarco-capitalista con el pelo alborotado y un romance con Elon Musk. Ahora, Milei tiene una gran petición: millones de dólares en préstamos para poner en marcha una transformación capitalista en su país.
En una gala de etiqueta celebrada la semana pasada en Mar-a-Lago, Milei elogió a Trump mientras posaba para las fotos con figuras conservadoras, como el actor Sylvester Stallone, el elegido de Trump para fiscal general, Matt Gaetz, y el podcaster pro Trump, Charlie Kirk. Milei bailó al ritmo de “Y.M.C.A.” y recibió una gran ovación tras pronunciar un discurso.
“Make Argentina Great Again”, bromeó Trump con Milei en el acto del jueves. “Ya sabes, MAGA, él es una persona MAGA”, agregó.
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En opinión de Milei, lo que Argentina necesita para volver a ser grande es un nuevo préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) que le ayude a completar la transformación fiscal que ha puesto en marcha y que incluye, como él dice, meterle una motosierra al desbocado gasto del Estado y aplastar una inflación galopante. La petición llega en un momento crítico, cuando el programa de austeridad de Milei golpea duramente a los argentinos, con un aumento de la pobreza y el desempleo.
Un nuevo programa del FMI podría ayudar a solidificar las finanzas de Argentina y permitir que el gobierno levante los controles cambiarios que sofocan los negocios y desalientan las inversiones extranjeras. Con Trump de vuelta en el poder, Estados Unidos, que es el mayor accionista del FMI, podría acelerar la aprobación de un nuevo programa para Milei, dicen los economistas.
Antes de que Milei partiera hacia Florida, dijo que había hablado por teléfono con Trump, quien le había llamado «su presidente favorito».
“El gobierno electo se siente mucho más cómodo trabajando conmigo que con otros gobiernos”, señaló Milei sobre Trump en declaraciones a una radio argentina recientemente. “Y eso tiene implicaciones comerciales y financieras”, afirmó.
Pero el FMI ha dudado en proporcionar capital fresco a Argentina, un moroso en serie que ha estado bloqueado de los mercados internacionales desde 2018. El país aún debe al fondo unos US$ 40.000 millones de un préstamo de 2018, el mayor rescate del FMI en la historia del organismo multilateral. Un nuevo programa probablemente implicaría reprogramar los pagos de un préstamo actual del FMI y posiblemente fondos adicionales de entre US$10.000 millones y US$ 15.000 millones, según los economistas.
“Quieren apoyar un programa de reformas que es muy ambicioso para los estándares del FMI, pero creo que también están preocupados por las obligaciones”, explicó Pablo Guidotti, economista de la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires, refiriéndose al FMI.
La administración Biden y el FMI han respaldado los esfuerzos de Argentina por equilibrar su presupuesto, mientras Milei aplica un duro programa de austeridad que ha incluido la devaluación del peso, el cierre de organismos estatales, el recorte de subsidios, la paralización de la construcción pública y el fin de los controles de precios. La inflación cayó del 25% mensual en diciembre, cuando asumió el cargo, al 2,7% en octubre. Su gobierno ha registrado el primer superávit fiscal trimestral en más de 15 años.
Pero Milei se ha enemistado con algunos altos cargos del FMI. En septiembre, el FMI apartó a su director de Asuntos del Hemisferio Occidental, el economista chileno Rodrigo Valdés, de las negociaciones con Argentina, después de que Milei le llamara izquierdista con “malas intenciones” para su gobierno.
Un punto de discordia que ha frenado un nuevo programa es el desacuerdo sobre la política cambiaria de Argentina. El FMI apoya un tipo de cambio más flexible, ya que, de acuerdo a los economistas, el peso está ahora sobrevalorado, lo que crea una brecha con el tipo de cambio del mercado negro. Una moneda más débil, sin embargo, podría volver a disparar la inflación, perjudicando el apoyo de Milei en casa.
De todos modos, Milei espera que algunas afinidades ideológicas con Trump y su mundo le ayuden a sacar adelante el préstamo.
El desprecio de Milei por la política de izquierdas y sus promesas de recortar drásticamente el gasto público para atajar la galopante inflación en su país de 47 millones de habitantes, le han valido elogios entre los colaboradores más cercanos de Trump, incluido el fundador de SpaceX, Musk, y el propio Trump.
“Ha hecho un trabajo fantástico en muy poco tiempo, es un honor tenerle aquí”, manifestó Trump el jueves por la noche.
Milei, el primer Presidente extranjero que se reúne con Trump desde su reelección, fue un invitado especial en la gala celebrada por el America First Policy Institute, un grupo conservador que está ayudando al equipo de transición de Trump a elaborar políticas.
Milei, que habló en un inglés entrecortado antes de cambiar al español, dijo que estaba feliz de compartir “el mismo amor por la libertad” con la administración entrante.
“En primer lugar, felicidades al presidente electo Donald Trump por su rotunda victoria, el mayor regreso político de la historia”, sostuvo Milei entre aplausos. Destacó que Trump estaba “enfrentándose a todo el establishment político, incluso poniendo en riesgo su vida”.
“El mundo es mucho mejor porque los vientos de la libertad soplan con mucha más fuerza”, aseguró. “¡Viva la libertad, carajo!”, añadió.
En Argentina, Milei se ve limitado por la escasez de reservas del Banco Central, que se traduce en que Argentina no pueda hacer frente a la fuga de capitales debido a una demanda reprimida de dólares, según los economistas.
“Los inversores extranjeros están diciendo: ‘No quiero traer dinero si no tengo la garantía de que puedo sacar el dinero’”, comentó Claudio Loser, economista argentino y exalto funcionario del FMI. Loser predijo que Trump ayudaría a Argentina.
Sin un préstamo del FMI, el gobierno se vería obligado a devaluar el peso al menos un 53% para levantar los controles de capital, de acuerdo a Oxford Economics. Los controles de capital impiden a las empresas repatriar beneficios y obligan a los argentinos de a pie a esconder dólares.
Pero una buena relación entre Milei y Trump puede no ser suficiente para las empresas estadounidenses preocupadas por las décadas de turbulencias económicas de Argentina.
“Hay un umbral bastante alto para que las empresas estadounidenses confíen en Argentina”, indicó Benjamin Gedan, director del programa sobre América Latina del Wilson Center. “Y una amistad entre los presidentes argentino y estadounidense no es ni mucho menos suficiente para mover la aguja en las decisiones de inversión”, planteó.
Milei, un economista libertario elegido en 2023, ha llamado a Estados Unidos su principal aliado extranjero, dijo que la derrota de Trump ante el Presidente Biden en 2020 amenazaba la civilización occidental y se apresuró a celebrar la victoria de Trump sobre Kamala Harris.
Milei también es partidario de Musk, a quien conoció este año durante una visita a las oficinas de Tesla en Texas, en la que el mandatario argentino probó un cibercamión. La compra de X por parte de Musk “salvó a la humanidad” al proteger la libertad de expresión, aseguró Milei.
Milei dice que Musk ha pedido consejo a Argentina sobre la reducción de regulaciones durante conversaciones con Federico Sturzenegger, el ministro argentino de desregulación. Trump eligió a Musk y a Vivek Ramaswamy, excandidato republicano a la presidencia y empresario farmacéutico, para dirigir un nuevo departamento de eficiencia gubernamental.
Aun así, Milei y Trump divergen en políticas importantes. Milei ha sido el más firme defensor de Ucrania en América Latina desde la invasión rusa, y el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, viajó a Buenos Aires para la toma de posesión de Milei. Trump, por su parte, ha culpado a Zelensky de la invasión, y el vicepresidente electo JD Vance se ha opuesto a que continúe la ayuda militar estadounidense a Kiev.
Milei es también un capitalista acérrimo que apoya el libre comercio y se opone a los aranceles, mientras que Trump ha prometido aranceles más altos que podrían desencadenar una guerra comercial con China. Eso podría socavar las economías de los mercados emergentes, incluida Argentina, advierten los economistas.
“Cree que se va a beneficiar con la victoria de Trump”, sostuvo Sergio Berensztein, analista político en Buenos Aires. “Pero una economía global más cerrada no beneficiará a Argentina”, alertó.
Milei, sin embargo, ha dicho que intentaría convencer a Trump de que firme un acuerdo de libre comercio con Argentina después de asumir el cargo.
“Creo que debemos unirnos para enfrentar esta barbarie y formar una alianza de naciones, estableciendo nuevos lazos políticos”, aseguró Milei en Mar-a-Lago.
-Traducido del inglés por Pulso.
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