OpenAI casi duplica su valoración, hasta US$ 157.000 millones, en una ronda de financiación

OpenAI casi duplica su valoración, hasta US$ 157.000 millones, en una ronda de financiación

La startup detrás de ChatGPT recauda US$ 6.600 millones de inversores como Microsoft, SoftBank y Thrive Capital. La ronda de financiación es una de las mayores de la historia para una empresa privada.




OpenAI ha recaudado US$ 6.600 millones en nuevos fondos, culminando un complejo proceso de recaudación de recursos que ha implicado negociaciones con múltiples gigantes tecnológicos y grandes inversores privados, al mismo tiempo que ha estado experimentando una perturbadora agitación interna.

Los inversores están valorando la startup detrás de ChatGPT en US$ 157.000 millones, un total que la sitúa a la par de las capitalizaciones de mercado de nombres conocidos que cotizan en bolsa, como Goldman Sachs Group, Uber Technologies y AT&T.

OpenAI se valoró por última vez en US$ 86.000 millones a principios de este año, cuando los empleados vendieron las acciones existentes.

La ronda de financiación es una de las mayores de la historia para una empresa privada, a excepción de los US$ 10.000 millones que la propia OpenAI recaudó de Microsoft en enero de 2023. A principios de este año, xAI, la empresa de IA de Elon Musk, recaudó US$ 6.000 millones.

Los inversores de la nueva ronda tendrán derecho a retirar su dinero si OpenAI no completa su conversión prevista en una empresa con fines de lucro en el plazo de dos años. Actualmente es una organización benéfica sin fines de lucro, con una división lucrativa a través de la cual los inversores pueden comprar una parte de sus futuros beneficios.

Sam Altman logró presionar a la junta de OpenAI para que le restituyera como director ejecutivo. FOTO: ELIZABETH FRANTZ/REUTERS

La ronda fue liderada por la empresa de capital riesgo Thrive Capital, que está invirtiendo US$ 1.250 millones en la firma, según personas familiarizadas con el asunto. Microsoft invierte algo menos de US$ 1.000 millones.

Entre los nuevos inversores figuran el conglomerado SoftBank, con sede en Tokyo, que aporta unos US$ 500 millones, y el fabricante de chips de inteligencia artificial Nvidia, que invierte unos US$ 100 millones, según una de las personas relacionadas con el asunto.

La empresa de inversión Tiger Global Management aportará US$ 350 millones. Ark Investment Management, de Cathie Wood, y Altimeter Capital aportan cada una unos US$ 250 millones, que es la cantidad mínima requerida para revisar los documentos financieros de OpenAI.

Otros inversores son Khosla Ventures, Fidelity Management and Research Company y MGX, una empresa de los Emiratos Árabes Unidos respaldada por el Estado y creada este año para invertir en IA.

Apple estaba en conversaciones para invertir en OpenAI, pero esas conversaciones fracasaron, según informó anteriormente The Wall Street Journal. Habría sido una inversión estratégica poco habitual para el fabricante del iPhone, que ya está colaborando con OpenAI en su nuevo producto Apple Intelligence.

OpenAI comentó a los inversores en la nueva ronda que no quiere que pongan dinero en sus mayores competidores privados. Entre ellos se encuentran Anthropic, fundada por varios exempleados de OpenAI; Safe Superintelligence, cofundada por Ilya Sutskever, antiguo científico jefe de OpenAI, y xAI. Antes de fundar xAI, Musk fue cofundador de OpenAI y su primera fuente importante de financiación.

Además de estas startups, OpenAI también se enfrenta a gigantes tecnológicos como Google y Meta Platforms, que están realizando enormes inversiones en IA.

Sam Altman
Sam Altman

OpenAI sigue siendo la empresa más conocida en el floreciente mercado de la IA, gracias al gran éxito de ChatGPT, que cuenta con 250 millones de usuarios activos semanales y 11 millones de suscriptores de pago, según una persona bien informada. Alrededor de un millón de clientes empresariales pagan por utilizar su tecnología.

Pero la empresa dista mucho de ser rentable, por lo que la nueva ronda de inversión resulta fundamental. Se espera que este año pierda unos US$ 5.000 millones, con unos ingresos de US$ 3.700 millones, según confirmó una persona con conocimiento de sus datos financieros. Su previsión es que los ingresos aumenten hasta los US$ 11.600 millones en 2025.

El desarrollo de nuevos modelos de IA es enormemente caro, al igual que su funcionamiento. Además, la competencia por los investigadores de IA con más talento ha elevado sus salarios anuales a millones.

The New York Times informó anteriormente sobre los datos financieros de OpenAI.

OpenAI ha lanzado este año nuevos productos para consumidores y empresas a un ritmo vertiginoso. También ha ido incorporando personas con experiencia empresarial a una base de empleados que solía estar formada principalmente por investigadores. Hace poco, la empresa contrató a su primera directora financiera, Sarah Friar, que ayudó a dirigir el proceso de recaudación de fondos.

Este cambio, junto con las disputas personales entre los ejecutivos de OpenAI, ha provocado tensiones dentro de la firma. Numerosos altos ejecutivos e investigadores han abandonado la empresa este año, entre ellos varios cofundadores y, la semana pasada, la directora de Tecnología, Mira Murati.

En una conferencia sobre IA celebrada el miércoles en Seattle, el director ejecutivo de Altimeter, Brad Gerstner, comentó que estaba impresionado de que ChatGPT se haya convertido en “el verbo” asociado al uso de la IA y que no le desanimaba el drama que ha tenido lugar en OpenAI recientemente.

“Mira en medio de todo este caos de los últimos nueve meses en OpenAI”, dijo. “¿Y qué ha ocurrido? Las cifras se han acelerado. Están lanzando nuevos productos... Eso no es señal de fragilidad”, aseguró.

- Traducido del inglés por Pulso

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