Presidente de la Corporación para el Desarrollo Industrial y Económico Chile-China: “Confío en que el gobierno de Boric será capaz de fomentar la inversión extranjera, especialmente, la de China”
De acuerdo a Qingjun Wu, ni la cercanía que pueda tener el próximo gobierno de Gabriel Boric con EE. UU., ni el proceso constituyente parecen alterar la tendencia creciente de inversión china en el país. Es más, asegura que recientemente fue contactado por firmas del gigante asiático interesadas en el sector salud y de batería de litios en Chile.
Como exdiplomático de la Embajada de China en Chile, exasesor del Comité del Inversiones Extranjeras (hoy, InvestChile), actual presidente de la Corporación para el Desarrollo Industrial y Económico Chile-China (Codechi) y director ejecutivo de Aviqlo, firma que asesora en comercio e inversión en Chile y China, Qingjun Wu, ha conocido de primera fuente el más reciente fortalecimiento de los lazos económicos entre ambas naciones y está convencido de lo que hemos visto en materia de inversión es solo el comienzo.
Víctor Wu, como le conocen sus amigos en Chile, asegura que “el surgimiento de China, como un fondo de inversión extranjera directa, se ve internamente como un paso lógico en la evolución del desarrollo económico del país”, marco en el que Chile es particularmente atractivo, en función de la confianza construida en 50 años de relación diplomática. En ese marco, asegura que el interés persistirá tanto en sectores en los que ya están presentes, como minería y energía, como en nuevas áreas como la salud.
Gabriel Boric se ha mostrado cercano a EE. UU. en materia geopolítica. ¿A los chinos les preocupan esos gestos?
- No creo. Chile es un país independiente. Cada gobierno puede elegir con cuál país desarrolla sus propios intereses y su relación. No veo inquietud al respecto.
Chile sigue siendo uno de los países con mejor ambiente de negocios, dentro de América Latina, destacando por su estabilidad política y económica, su apertura al mundo, reglas del juego muy claras, sólido marco regulatorio, ecosistema de emprendedores... Para los inversionistas chinos ese es un valor muy importante.
Obviamente están observando lo que pasa en Chile, tanto por la Convención Constitucional y como con el cambio de gobierno, incluyendo aspectos como el que mencionas. Sin embargo, se ve como un proceso normal dentro de una institución de un país.
¿Qué opina de las alarmas que enciende Estados Unidos que acuda a la inversión china de ser nociva para la democracia?
-Para ser honesto, no sé dónde se generan esas alarmas. China y Chile tienen más de 50 años de lazos diplomáticos y siguen como socios en distintas áreas de la economía. En 2005 se firmó el tratado de libre comercio y hay muchas cifras de intercambio comercial que muestra que las empresas chilenas se han beneficiado por este acuerdo. Hoy Chile es el mayor exportador de vinos, el más importante de cerezas y de muchos otros productos. Todos se benefician de este convenio.
Además, Chile es un país que cuenta con una institucionalidad muy sólida, lo que le ha permitido recibir no solo inversión China, sino también muchas inversiones extranjeras. De hecho en los últimos cinco años se ha incrementado la inversión extranjera al país. Yo confío que el gobierno de Boric será capaz de fomentar la inversión extranjera, especialmente, la de China. El pueblo chileno tiene derecho de elegir qué inversión recibe, cuál será funcional para ellos. Respetar ese derecho es democracia.
¿Qué tanto seguimiento le dan los inversionistas chinos al proceso constituyente?
-Como cualquier inversionista, los chinos están observando este proceso. Es lógico porque representa un cambio para sus decisiones futuras. Pero los inversionistas chinos confían en la solidez institucional de Chile y esa percepción no cambiará por el proceso constituyente. No me parece que haya una grave inquietud respecto a lo que está pasando.
En ese sentido, ¿la inversión china no está en un modo “esperar y ver”? ¿No habrá pausa en el flujo de inversión?
-No, no va a parar. Sigue y sigue avanzando. Por ejemplo, ahora estamos asesorando una empresa china que tiene interés de invertir en el sector de salud, con una clínica. Solo el mes pasado, cuando en China terminó su año nuevo, varias empresas chinas nos contactaron por nuestras oficinas allá porque quieren entrar en Chile para invertir, por ejemplo, en baterías de litio. No veo que haya una pausa a la espera de que cambie todo. La inversión está avanzando.
¿Podemos anticipar que el desembarco de la inversión china en el país está recién comenzando?
- El impulso de la inversión china empezó hace décadas, por la política Go Out Global que favorece la internacionalización de las empresas locales chinas. Bajo está política China se ha convertido en uno de los principales exportadores de capital a nivel mundial. Otro punto a considerar es que en China existe un exceso de capacidad productiva, tanto en industrias tradicionales ligadas a infraestructura como en las que ahora son más solicitadas de energías limpias y sectores de alta tecnología. La inversión en el exterior ayuda a reducir esas capacidades en exceso.
Desde muchos puntos de vista, el surgimiento de China, como un fondo de inversión extranjera directa, se ve internamente como un paso lógico en la evolución del desarrollo económico del país. Por eso, a mi juicio, probablemente siga creciendo de manera relevante en los próximos años, considerando también las oportunidades de negocio y ventajas que Chile ofrece, especialmente en los sectores de energía, infraestructura, industria alimentaria y sector tecnológico.
¿Qué ha podido ver en la dirección opuesta? ¿Crece el interés de los chilenos por ir a China?
-Estamos asesorando a empresas chilenas que quieren entrar a mercados chinos, con productos que China nunca a comprando de Chile. Además, hay muchas empresas chilenas que hoy se atreven a ir a China a hacer compras. Por otra parte, hay empresas chilenas que buscan un socio chino, por ejemplo, estamos asesorando una empresa del rubro de ingeniería y construcción, una empresa grande, que quiere un socio chino porque les falta dinero y tecnología, mientras que la empresa china necesita un socio local, por falta de conocimiento de mercado y de cultura. Hay una gran oportunidad para las empresas chilenas en este sentido y espero que aprovechen este buen ambiente para desarrollar sus negocios.
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