Santander descarta participar en aumento de capital de Transbank y complica el plan de la compañía
Tras ser consultados, desde el banco de capitales españoles dijeron que su intención es no acudir con la entrega de nuevos recursos, aunque de todos modos sus abogados están analizando si están obligados a hacerlo, dado que Transbank es una sociedad de apoyo al giro.
*Este artículo se actualizó a las 13.27 horas con información adicional sobre BancoEstado.
En medio de las pérdidas que ha registrado Transbank producto del sistema tarifario que implementó el año pasado de forma transitoria, y que se ha extendido por más del tiempo que tenían presupuestado; la red de adquirencia anunció que haría un aumento de capital por $30.000 millones, con el que busca asegurar durante todo el año el cumplimiento de las obligaciones de capital mínimo y reservas de liquidez establecidas por el Compendio de Normas Financieras del Banco Central (BC).
Pero hay dos accionistas, BancoEstado (que tiene una participación de 8,7% en la empresa) y Santander (24,9%), que habían manifestado dudas de suscribirlo, según habían adelantado algunas fuentes del sector la semana pasada. Y ahora ambos bancos definieron su postura. La entidad estatal ya suscribió el aumento de capital, según comentan fuentes de la industria; mientras que el banco de capitales españoles prefiere no suscribirlo.
Tras ser consultados, desde Santander afirmaron: “Nuestra intención es no suscribir el aumento de capital”. El mayor banco de la plaza lo argumenta así: “Habitualmente, un aumento de capital tiene detrás un proyecto de inversión o una oportunidad de negocio que es atractiva para los accionistas de la compañía. En este caso, Transbank hace un llamado de capital para cubrir sus pérdidas operacionales sin presentar un plan concreto que le permita mitigarlas y volver a ser una empresa viable”.
En ese sentido, desde Santander afirman: “Más aún, se nos ha transmitido que los recursos solicitados sólo permiten dar viabilidad a la empresa hasta diciembre de este año. Responsablemente, no nos parece que nuestros accionistas deban soportar la pérdida asociada a este aumento de capital”.
Lo anterior, teniendo en cuenta que en una misiva enviada a los accionistas por el gerente general de Transbank, Patricio Santelices, señala que con este aumento (donde hay plazo hasta el 11 de junio para suscribirlo), daría cumplimiento a las exigencias regulatorias de capital y reservas mínimas requeridas por el BC hasta diciembre.
Allí también Santelices detalló que “la migración al denominado modelo de cuatro partes en abril de 2020 y las restricciones a la libertad de precios indicadas por las autoridades sectoriales, afectando a la compañía, ha implicado que su operación tenga una proyección temporal deficitaria, lo cual se vio ya reflejado en las pérdidas generadas en el ejercicio 2020 y que, de no mediar cambios regulatorios o resoluciones judiciales, se prolongarían por este ejercicio. En este sentido, la compañía se encuentra a la espera de una pronta resolución de la consulta sobre el Sistema Tarifario de Transbank (margen adquirente), no existiendo aún una fecha cierta de sentencia”.
En todo caso, consultados respecto de si existe o no una obligación regulatoria para suscribir este aumento de capital en particular, desde Santander dijeron que “Transbank es una Sociedad de Apoyo al Giro, y por tanto, está sujeta a regulaciones especiales. Nuestros abogados están dilucidando si existiría la obligación de concurrir o no”.
Y hay posturas distintas respecto de si es obligatorio u opcional concurrir al aumento de capital. Por un lado, según el capítulo 11-6 de la Recopilación Actualizada de Normas (RAN) de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), donde están los lineamientos de las inversiones en sociedades en el país que pueden mantener los bancos, hay un artículo que precisamente habla sobre los cambios en la participación en una sociedad filial.
Allí se señala que “para la enajenación total o parcial de la participación que un banco mantenga en una filial”, deberá solicitar autorización a la CMF “antes de asumir cualquier compromiso. Igual procedimiento deberá seguirse ante cualquier evento que disminuya el porcentaje de participación del banco en una filial”.
Pero por otro lado, hay quienes dicen que esto se podría contradecir con la libertad que tiene cada empresa de concurrir a un aumento de capital, y recuerdan que la CMF entregó señales de que podría no ser obligatorio.
En octubre del año pasado, la CMF envió un escrito al TDLC donde afirma: “Corresponde ponderar la incidencia en la situación patrimonial de Transbank con los anuncios que han formulado algunos de sus actuales accionistas, quienes han difundido públicamente la intención de enajenar su participación, situación que se produce a partir de la nueva operación del modelo de cuatro partes. Esto último, si bien es concordante con las recomendaciones que ha presentado la FNE durante los últimos años, dificultaría la disponibilidad inmediata de recursos proveniente de sus socios para eventuales aumentos de capital que se pudieran requerir”. La CMF declinó emitir nuevos comentarios.
Cabe recordar que en 2018 Santander le entregó un mandato a Credicorp Capital para vender su 24,9% en Transbank, por lo que actualmente son ellos quienes los representan en el directorio de la red de adquirencia de propiedad de los bancos. Lo anterior, porque ya en ese tiempo la compañía planificaba crear su propia red de adquirencia, debut que hizo este año con Getnet.
Por su parte, en BancoEstado recientemente colocaron su participación en Transbank en un fideicomiso ciego y encargaron a Econsult su administración. Ello, para evitar el conflicto de interés que le genera tener su propia red de adquirencia (Compraquí). Por eso mismo, fuentes ligadas al banco estatal habían señalado la semana pasada que tenían dudas de suscribirlo, y que concurrirían si era obligatorio por parte de los reguladores.
La situación de Transbank
En el último tiempo Transbank ha registrado pérdidas producto del sistema tarifario que implementó el 1 de abril de 2020 y que, según el acuerdo al que llegó con la Fiscalía Nacional Económica (FNE), se extendería solo hasta el 31 de marzo. Sin embargo, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) determinó que no podrá cambiar estas tarifas hasta que se resuelva el fondo de la consulta.
Así las cosas, pese a que en 2020 la empresa reportó que sus ventas aumentaron un 9,2% y afilió a 56.000 nuevos clientes, llegando a 196.000, de todas maneras cerró con pérdidas por $16.670 millones. Y en el primer trimestre de 2021 anunció nuevas pérdidas, esta vez por $14.378 millones.
Es más, al cierre de marzo por primera vez estuvo en negativo su ingreso neto por comisiones y servicios: -$1.119 millones. Esto se explica porque los cobros que hace a miles de comercios son más bajos que las tasas de intercambio de las marcas: es decir, está cobrando menos que sus costos, en línea con el acuerdo transitorio al que llegó con la FNE. De esta manera, la red de adquirencia tendrá una operación en déficit hasta que el TDLC emita una resolución, señalan fuentes del sector.
Producto de lo anterior es que la red de adquirencia llamó a un aumento de capital en abril para cumplir con las obligaciones de capital mínimo y reservas de liquidez establecidas por el Compendio de Normas Financieras del BC.
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