Sartor por mercado de deuda privada: “Las empresas que entregan financiamiento tienen menos liquidez porque el cliente bajó su exposición”
Alfredo Harz, socio de Sartor y director de inversiones de Sartor Asset Management, apunta a que la situación está presionando al factoring y la construcción, y de hecho señala que algunas aseguradoras ya no están cubriendo a los inversionistas del sector construcción.
Las altas tasas de interés impulsadas por el Banco Central para controlar la inflación - que terminó en 2022 en 12,8%- han generado un efecto directo sobre el sector construcción, con los inversionistas que solían apoyar al sector corriendo para tomar depósitos bancarios.
Así lo describe Alfredo Harz, socio de Sartor y director de inversiones de Sartor Asset Management, gestora con activos administrados por US$330 millones, de los cuales casi el total están en deuda privada. Según el ejecutivo, “las empresas están complicadas, algunos bancos no están apoyando mucho y eso genera iliquidez en el mercado, las empresas quiebran por flujo de caja, es cosa de ver el sector construcción e inmobiliario”.
En esa línea, comenta que “las mismas empresas que entregan financiamiento tienen menos liquidez porque el cliente que invierte en ellas bajó su exposición, esto debido a que hay depósitos a plazo al 0,9%-1% mensual por lo que se van al banco, eso empieza a crear un círculo no virtuoso y los recursos se empiezan a estancar, porque los bancos no están prestando esos recursos que les llegan, entonces se empieza a frenar la máquina”.
“Un fondo de factoring o deuda privada, que puede entregar 1%-1,2% mensual, tiene un diferencial de tasas muy baja respecto de un depósito bancario, y aunque haya un buen fondo, diversificado y con bajo riesgo, se compite con un banco y los clientes van hacia allá. Hoy está muy difícil y el cliente de banca privada está privilegiando la liquidez, y luego el resguardo, y con un banco a esas tasas, no hay como competir”, reafirma Harz.
En esa línea, el socio de Sartor sostiene que hay oportunidades de inversión en deuda privada - mercado donde los fondos tienen unos US$3.600 millones en el país- “con garantías atómicas, Loan To Value (relación deuda garantía) buenos y tasas más altas, pero el problema es que no hay plata en el mercado para tomar esas oportunidades, no lo hacemos porque hay que esperar un poco a que se calme, mirar bien el sector y ver qué están haciendo los bancos, porque no pueden no prestar. En EEUU también estamos mirando el mundo de la deuda privada para sacar dos o tres fondos”.
Respecto del sector construcción, Harz apunta a que además “antes había mucho capital preferente en el sector construcción, pero hoy no porque algunas compañías de seguros no están asegurando. Básicamente, la compañía aseguraba el pago en caso de que la constructora no terminara el proyecto, pero si terminaba y estaba recepcionada, pero no podía pagar, me quedaba con ciertas unidades de departamentos para poder venderlas y pagar, así la compañía cubría la primera etapa de la construcción. Pero hoy no lo están haciendo, o muy pocas”.
Una de la buenas noticias, según Harz, son los anuncios del gobierno para el rubro. En ese sentido, apunta a que “el “Fogape” del sector fue bien tomado por el gremio, por lo que genera un respiro y mejora la confianza, en un año que parece complejo en el papel. Y probablemente estas garantías atenuarían presiones sobre la demanda de casas y departamentos, inhibiendo drenaje de liquidez y de oferta de créditos para el sector”.
Sin embargo, en el mercado de la deuda privada, el socio de Sartor apunta que para que “la máquina vuelva a andar”, primero “tiene que bajar la inflación y con ello las tasas, y así los depósitos, para que empiece a normalizarse”.
A su juicio, lo que ha ocurrido con el mercado de deuda privada parece poco racional, pues “en Europa o EEUU, cuando hay crisis reales, están los bancos como refugio, y después viene la deuda privada a nivel de protección y resiliencia, luego bonos y equity, que es lo primero que se va. Si miramos los portafolios de los clientes, están en renta fija, en acciones, pero lo que ha rentado positivo son activos alternativos, la deuda privada”.
En esa línea, también comenta que varios factoring están complicados, pues “en general también están cortos de liquidez porque a los fondos de inversión que los financiaban los clientes les están sacando plata, entonces los fondos le tienen que pedir a los factoring de vuelta, y como los bancos les están prestando poco, tienen baja liquidez, está todo relacionado. Todo el ciclo se tranca y la liquidez es más baja, es la cadena no virtuosa que se ha ido dando durante el año pasado”.
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