Shell planea trasladar su sede a Londres en medio de su transición energética
El gigante petrolero simplificará la estructura dual británica y holandesa, a medida que intenta hacer que la empresa sea más fácil de valorar durante su cambio a activos con bajas emisiones de carbono.
Royal Dutch Shell PLC planea fusionar su estructura dual británica y holandesa y reubicar su sede en Londres, una medida que, según dijo, ayudará a facilitar los retornos a los accionistas y simplificará el cambio de su portafolio de activos.
El gigante petrolero dijo el lunes que poner fin a su compleja estructura también debería facilitar la valoración de la empresa por parte de los inversionistas, al mismo tiempo que se ha comprometido a hacer la transición a una energía baja en carbono. Las acciones de Shell en Londres subieron un 2,1% después del anuncio.
Según el plan, la sede de la empresa estará en el Reino Unido, en vez de en La Haya, y las reuniones de su director ejecutivo y de la junta se trasladarán a Gran Bretaña. La empresa también establecería su residencia fiscal en el Reino Unido, en lugar de en los Países Bajos. La reestructuración prevé un cambio de nombre, dijo la compañía petrolera, que eliminaría la denominación de Royal Dutch que ha mantenido durante más de 130 años para convertirse en solo Shell.
La propuesta, que se someterá a votación de los accionistas el próximo mes, se produce en momentos en que Shell enfrenta una presión cada vez mayor de los inversionistas y grupos medioambientales por sus emisiones de carbono.
Hace apenas unas semanas, el inversor activista Third Point LLC dijo que había construido una participación en Shell y pidió la desintegración de la empresa para mejorar su desempeño ambiental y financiero. Desde entonces, Shell ha defendido su modelo comercial, diciendo que su estrategia y los clientes se beneficiaron mejor reteniendo la colección de activos y que sus operaciones heredadas de petróleo y gas natural eran necesarias para financiar sus inversiones en energía con bajas emisiones de carbono. Third Point no abordó la estructura de acciones de Shell en su nota a sus propios inversionistas, en la que contemplaba posibles mejoras para la empresa. Third Point no ha pedido públicamente a Shell que se refiera a su estructura y se negó a comentar sobre los planes que la empresa anunció el lunes.
Shell también se ha visto sometida a la presión de accionistas de larga data. El mes pasado, uno de los fondos de pensiones más grandes del mundo, ABP, con sede en los Países Bajos, dijo que vendería sus posiciones en compañías de combustibles fósiles, incluida Shell, para 2023. En ese momento, Shell dijo que no había sido advertida sobre la decisión de ABP. y que solo se enteró por los medios de comunicación.
Por otra parte, en mayo, un tribunal holandés, dictaminando sobre un caso presentado por grupos ambientalistas, afirmó que Shell debería actuar más rápido para reducir sus emisiones. La compañía está apelando el veredicto, diciendo que había sido escogida arbitraria e injustamente. Sin embargo, Shell dijo el mes pasado que reduciría a la mitad sus emisiones de dióxido de carbono de sus operaciones para finales de la década, en comparación con los niveles del 2016, una medida que abordaría parte del fallo judicial.
Shell dijo el lunes que trasladar su sede de La Haya a Londres no afectaría el caso judicial holandés. En octubre, el director ejecutivo de Shell, Ben van Beurden, dijo a los periodistas que la empresa no podía huir del caso judicial. “Tampoco tenemos ninguna intención de huir de él”, afirmó. “Si fuéramos a mudarnos a cualquier otro país, el veredicto simplemente nos seguiría en términos de cumplimiento”.
Amigos de la Tierra de los Países Bajos (o Friends of the Earth Netherlands en inglés), que presentó el caso, afirmó el lunes que, en su opinión, la mudanza de la sede no tenía implicaciones para su caso, o futuros casos judiciales en el país o en el extranjero.
El plan anunciado el lunes es el primer cambio importante en la estructura de Shell desde la unificación en 2005 de sus dos empresas heredadas bajo una sola empresa matriz. Desde entonces, Shell ha tenido dos líneas de acciones, una acción A y una acción B, una estructura que, según dijo el lunes, nunca tuvo la intención de ser permanente. Las acciones tienen los mismos derechos de voto y se tratan por igual, pero una línea de esas acciones permite a algunos accionistas que están fuera de los Países Bajos evitar el pago de un impuesto holandés a los dividendos.
Según el plan del lunes, en lugar de tener dos conjuntos de acciones cotizadas en más de un lugar, Shell tendría solo un conjunto de acciones, aunque éstas se cotizarían en varias ubicaciones, incluidas Londres y Ámsterdam.
Shell dijo que la estructura simplificada podría facilitar la compra y venta de activos, flexibilidad que, según la compañía, podría ser útil a medida que se busca navegar a una transición rápida hacia la energía con bajas emisiones de carbono. Shell dio el ejemplo de una escisión (o división corporativa), donde bajo su estructura actual tendría que considerar tanto la ley corporativa del Reino Unido como la ley tributaria holandesa. Sin embargo, dijo que una escisión “no estaba bajo consideración activa”.
La empresa también citó el impuesto de retención de dividendos de los Países Bajos, un impuesto del 15% sobre los dividendos holandeses que pagan los accionistas, como consideración para su decisión. En 2018, el gobierno holandés sugirió eliminar el impuesto de retención de dividendos, después de la presión de empresas como Shell, pero al final descartó el plan.
“La imposición de un impuesto de retención sobre los dividendos aquí en los Países Bajos significó que nos vimos impulsados a ir al Reino Unido porque era la forma más beneficiosa de (simplificar la empresa) para el mayor número de accionistas”, afirmó Andrew Mackenzie, presidente de Shell. Shell dijo que menos del 10% de sus accionistas están basados en los Países Bajos.
Otra razón que dio la compañía para la medida fue la flexibilidad para recomprar acciones. Por lo general, Shell solo recompra sus acciones B, que a menudo son más baratas, lo que limita la cantidad que puede recomprar en cualquier trimestre, un obstáculo que se elimina al tener solo un juego de acciones.
La compañía dijo que un solo conjunto de acciones debería acelerar los programas de recompra de acciones como el lanzado en julio. Eso podría resultar útil pronto porque Shell ha dicho que planea devolver US$ 7.000 millones a los accionistas, procedentes de la venta de sus activos de Permian Basin en Estados Unidos, aunque no ha confirmado qué forma tomará esa distribución.
Aún así, los planes para trasladar la sede entre países pueden convertirse en temas polémicos entre los accionistas y los gobiernos preocupados por el empleo y la inversión local.
Las autoridades de los Países Bajos expresaron inmediatamente su decepción el lunes. “Estamos desagradablemente sorprendidos”, afirmó Stef Blok, ministro holandés de asuntos económicos y política climática, sobre la decisión de Shell, y agregó que “el gobierno lamenta profundamente” el traslado de la oficina central al Reino Unido.
Los funcionarios del gobierno holandés están en conversaciones de último minuto para tratar de encontrar una manera de alentar a Shell a mantener su oficina central en los Países Bajos, afirmó una persona familiarizada con el asunto.
“El hecho de que el director ejecutivo (CEO) y el director financiero (CFO) se sienten en La Haya, Londres o New York no importa”, afirmó James Hubbard, analista de energía del Deutsche Bank. “El problema más importante es la cantidad de controversia que esto causa en la prensa de los Países Bajos, lo molestos que se sientan los políticos holandeses por esto”.
La reestructuración propuesta por Shell sigue un movimiento similar de Unilever PLC en los últimos años. El año pasado, el fabricante de jabón Dove fusionó su estructura dual británica y holandesa en una sola compañía con sede en el Reino Unido. La compañía de bienes básicos de consumo había planeado inicialmente tener su sede en los Países Bajos, pero cambió de rumbo después de una protesta de algunos de sus inversionistas británicos.
Otras empresas también han buscado poner fin a sus históricas cotizaciones de acciones en dos bolsas. En agosto, BHP Group Ltd. dijo que abandonaría su doble cotización Sydney-Londres, en favor de la ciudad australiana. La compañía minera más grande del mundo por capitalización de mercado había estado bajo la presión del inversionista activista Elliott Management Corp. para solo cotizar en Londres, mientras mantenía la sede en Australia para aprovechar ciertos créditos fiscales allí.
“En última instancia, los inversionistas quieren estructuras más simples y limpias”, afirmó Chi Chan, un administrador de fondos de renta variable europea de Federated Hermes.
—Anna Hirtenstein contribuyó al artículo.
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