Una dura disputa mantiene enfrentado por estos días al gobierno con el principal gremio automotor de Chile, la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac). Las alertas se encendieron el miércoles 19 de julio, cuando la entidad gremial denunció diversos incumplimientos por parte de la autoridad, relativos a la entrada en vigencia de la nueva normativa para la emisión de gases de vehículos motorizados medianos y livianos, conocida como Euro 6.

Dicha normativa, establecida en 2019 mediante dos decretos firmados por el entonces presidente Sebastián Piñera y su ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, fijó dos fases para la implementación. La primera, conocida como Euro 6B, se llevó a cabo a partir del 30 de septiembre de 2022, cumpliendo así con el período de 24 meses establecido a partir de la fecha de publicación de los decretos (30 de septiembre de 2020).

Sin embargo, para la segunda etapa, conocida como Euro 6C, el período fijado para su implementación era de 48 meses, es decir, para septiembre de 2024.

Pese a lo anterior, el gremio reparó en que dos condiciones previas no habrían sido cumplidas por el actual gobierno. La primera, haber dictado y publicado un norma sobre disponibilidad del combustible de alta pureza -con un contenido azufre de hasta 10 ppm- antes del 30 de junio de este año, y además, haber actualizado el decreto supremo 62 de 2011, que establece las normas de calidad propiamente tal de diversos combustibles.

“El caso es que la norma vigente dejó en claro que, de producirse el incumplimiento en cualquiera de dichas condiciones, se postergaría automáticamente y sin más trámite la normativa por 12 meses, tal como lo indicó el MMA en las respuestas entregadas en el proceso de consulta pública ciudadana para la elaboración de la norma de emisiones, el año 2019″, afirmó la Anac el pasado 19 de julio.

Desde el Ejecutivo refutan algunas de estas afirmaciones. Ello, porque la norma sobre disponibilidad del combustible sí fue dictada, afirman, en tiempo y forma, mediante el decreto 140 de 2023, el que fue publicado el pasado 5 de julio. Allí, establecían para octubre de 2024 la fecha para que la industria tuviera disponible el tipo de combustible necesario para cumplir con la normativa Euro 6C. Dicho decreto, eso sí, tuvo que ser rectificado días más tarde mediante otro decreto, el 149, que estableció dicho plazo para el 30 de marzo de 2024. Todo, tras haber consultado a las principales empresas distribuidoras de gasolinas en el país -Enap, Enex, Esmax y Copec- sobre la factibilidad técnica para disponer con los combustibles necesarios en el país.

Sin embargo, no todos respondieron. Enap contestó positivamente, afirmando que “con los ajustes necesarios, efectivamente, es posible disponer de gasolina y diésel con un contenido máximo de azufre de 10 ppm a partir del 30 de marzo de 2024″. Enex, en tanto, dijo a Energía que la compañía “se abastece del 100% de sus necesidades de gasolinas a través de un contrato de suministro con Enap, por lo que la disponibilidad de esta última es muy relevante”, y que respecto al diésel “no se observan restricciones relevantes para contar con dicha especificación para el año 2024″. Así las cosas, Esmax y Copec no detallaron su capacidad para cumplir con lo solicitado.

A partir de estos hechos, la disputa entre el gremio y el Ejecutivo fue escalando. El 24 de julio, en un comunicado, la Anac anunció que acudiría a la Organización Mundial de Comercio (OMC), acusando “improvisación, vulneración de la confianza legítima y adelanto de entrada en vigencia de norma de emisiones Euro 6c”.

Dos días más tarde, advertía de “enormes perjuicios para los consumidores” a raíz de la nueva norma, señalando que su adelanto generaría que en septiembre del próximo año “no habrá disponibilidad de cerca del 100% de las camionetas ni vehículos comerciales nuevos disponibles hoy a la venta en el país”, cifra que llegaría al 80% en el caso de los vehículos livianos y medianos, como los SUV y station wagon.

Esta semana, la Anac sumó nuevas advertencias, asegurando que los precios de los vehículos nuevos “podrían subir en al menos un 20% solo por concepto de la mayor complejidad tecnológica, motorización y poca disponibilidad de productos para nuestro país”, dijo el miércoles.

Si bien desde el gobierno han optado por no confrontar a la Anac, el ministro de Energía, Diego Pardow, fijó la postura del Ejecutivo.

“El gobierno no ha adelantado nada, lo que hizo el Ministerio de Energía fue, en el marco de un conjunto con instrumentos normativos que fueron dictados en el gobierno anterior, se preguntó a los distribuidores de combustibles si este combustible necesario para cumplir la norma Euro 6 iba a estar disponible en una fecha determinada. Los fabricantes de combustibles respondieron afirmativamente, y eso es lo que dice el decreto, eso es todo”, dijo el secretario de Estado en una entrevista con Radio ADN el pasado viernes.

En dicha ocasión, Pardow además afirmó no tener claro “de dónde salen los números de Anac” para sus advertencias sobre alzas de precios, pero sí reconoció que “pidieron una reunión y nos vamos a juntar con ellos”. Algo que debería ocurrir dentro de los próximos días.

Consultado por Pulso, el secretario general de la Anac, Diego Mendoza, afirma que la aclaración de Pardow incurre en errores de forma y de fondo, y que la norma sobre calidad de combustibles debe ser dictada por su ministerio.

“Es una norma técnica completa, es un reglamento técnico de manual y que debe actualizarse por Energía, y mandatoriamente debe enviarse a todos los países miembros de la OMC, pacto del cual Chile forma parte. Nada de eso ha ocurrido y el ministro, lamentablemente, todavía no ha aclarado cuándo va a ocurrir, que es un factor fundamental para que el Euro 6c empiece en Chile”, sostiene.

En tanto, contactada Enap, desde la estatal afirmaron que la compañía “ha trabajado con antelación en el proceso de implementación de la norma de calidad Euro 6C para combustibles”, implementando “las adecuaciones necesarias en sus instalaciones y operaciones para cumplir, en tiempo y forma, con los requerimientos de la autoridad”.

“Actualmente nuestros productos poseen altos estándares de calidad, dado que la normativa chilena establece las especificaciones más estrictas de América Latina”, agregaron.